Al lado del renovado Mercat del Born hay un oasis perfecto para comer, descansar y poner a prueba tus sentidos. Coge tu libreta de direcciones y llama a tus amigos, el wow factor nunca estuvo tan cercano o fue tan verdadero. Apunta nombre: Bananas.
Las baldosas multicolores en el suelo te harán sospechar que dentro, quizás, haya una alegría salvaje sin fin. Entra y no te equivocarás. Karel Schröder, el propietario y ya experimentado business man en los negocios de restauración, lo tuvo muy claro a la hora de abrir Bananas: esta iba a ser una sala para todas las ocasiones, para todas las fiestas y familias. De eventos privados a una cita más romántica en la terraza, este es un espacio que se adapta con una facilidad sorprendente y total eficacia.
Pero serán las luces de neón, las paredes de mimbre, las sillas de estilo colonial o los leopardos y tucanes los que te robarán el corazón. Todo tiene un toque exótico y excéntrico, que te permitirá viajar desde el centro de Barcelona hasta los trópicos en dos segundos. Helena Jaumá y Yolanda Vilalta son las mentes creativas detrás de la decoración, y el estudio Lo Siento se ha encargado del diseño gráfico. Es decir, los culpables de crear el escenario perfecto para subir miles de fotos a Instagram…
Del tataki de pato a todos los cocteles más extravagantes, los precios son tan asequibles que corres el riesgo de quedarte hasta el cierre. Pero mientras te quedes, en tu cabeza seguro que sonará Gwen Stefani cantando aquello de It’s bananas, B-A-N-A-N-A-S!
