Estás en un evento, de esos donde tienes que estar para ser ‘cool’, y te encuentras con alguien a quien le has dado demasiados likes en Instagram como para que no te reconozca, pero con quien en realidad nunca has hablado. Incómodo. Pero también típico. Son escenas así, de postureo y moderneo, las que ilustra y desmenuza con un sarcasmo tan hilarante como certero Rocío Quillahuaman. Creativos narcisistas, la pesadilla del mundo mail, influencers que no sabes de qué viven, el horóscopo y el algoritmo: nada ni nadie está a salvo.
Las ‘conversaciones locas’ que presentas en tus redes sociales se han convertido en toda una revolución gracias al humor negro al estilo ‘tu peor pesadilla’ que empleas en ellas. ¿Cómo iniciaste tu camino en el mundo de la ilustración?
Todo empezó por una broma. Un amigo ilustrador me regaló un retrato por mi cumpleaños hace un par de años, y por el suyo decidí dibujarlo yo a él porque sabía que me saldría mal. Nos hizo mucha gracia y así empecé a dibujar ‘fanarts’ de amigos y famosos. La gracia era que dibujaba mal.
¿Las situaciones que planteas en tus creaciones son vivencias que has experimentado en primera persona trasladadas a un universo de ironía y sarcasmo, o nacen de tu imaginación?
De momento, todas son experiencias que he vivido. Algunas son tal cual como las viví y algunas otras están exageradas, pero en esencia todo es real. Los golpes de la vida dan para mucho, todavía no tengo que usar la imaginación.
Cambiaste de residencia de Perú a Barcelona cuando tenías apenas 11 años, ¿qué elementos de esta ciudad son fuente de inspiración para crear tus ácidas animaciones?
Todo. A ver, yo es que me muevo por muchos saraos de Barcelona y así es super fácil inspirarse. Si viviese encerrada en mi habitación no habría hecho nada. La gente, los eventos, los estatus sociales, las profesiones, los temas de conversación, las escenas, los grupos de gente, los conciertos, las relaciones, etc. Todo lo que pasa en Barcelona me angustia. Pero yo quiero muchísimo esta ciudad, no creo que pudiese vivir en otra parte.
Las ilustraciones que dedicas al gremio creativo ‘snob’ de Barcelona son de las más populares entre tus seguidores e incluso has llegado a declarar que “La gente de Barcelona me da mucha ansiedad”. ¿Es difícil mantenerse al margen de este movimiento ‘alternativo’ cuando te dedicas a la ilustración y acumulas 36k seguidores en Instagram en unos pocos meses?
Pues curiosamente desde que me hice ‘popular’ por estos videos tengo mucho trabajo y no tengo tiempo de salir a eventos, casi. Así mejor, supongo. No se me da nada bien recibir halagos; cuando alguien se me acerca y me dice que le gustan mis videos, me quedo de piedra y no sé qué hacer o decir, y luego me preocupo porque pienso que quizá he sido borde y no he respondido lo que la otra persona esperaba. Me sabe mal porque hay gente majísima, eso es una cosa que estoy descubriendo ahora también. Solo hay que mantenerse alejado de cierta gente creativa narcisista para vivir tranquila, ¡ahora los detecto mejor que nadie!
¿Por qué motivos opinas que el sector creativo, en especial la publicidad y el diseño, está subestimado entre los jóvenes en la sociedad actual?
Creo que el sector creativo se relaciona con el estatus social de lo ‘cool’. Qué grima me da escribirlo. No tengo nada en contra del sector creativo, bueno odio la publicidad y todo lo que tenga que ver con ella, pero el resto me parece bien. Lo que me enfurece y me preocupa es que la gente te menosprecie por no dedicarte a la creatividad. Yo pensaba que solo me pasaba a mí, que de golpe estaba en una conversación y dejaba de ser interesante por no trabajar en nada creativo. Luego hice el video Barcelona y un montón de gente se sintió identificada. Eso me dio miedo. Ser creativo no es una personalidad; hay mucha gente sin talento vendiéndose como creativos y se la cuelan a todo el mundo. Bueno, también suelen ser todos pijos, así es más fácil fingir que eres creativo.
Los flipados, los egocéntricos, los narcisistas y los pedantes son los protagonistas de tus creaciones. ¿Qué virtudes y defectos encuentras en estos perfiles para crear tus historietas esquizofrénicas y oscuras?
Si no existieran no habría hecho estas animaciones. Ahora bien, ojalá no existieran. Todos estos perfiles son gente que me desespera, aunque muchas veces algunos personajes tienen cosas mías. Yo también me desespero.
Los ‘ofendiditos’ de Internet están ganando terreno en tus trabajos y son parte de los personajes favoritos de tus animaciones, ¿Cómo piensas que han afectado las redes sociales, como por ejemplo Twitter, a diversificar la opinión de la población y a generar el extendido movimiento ‘hater’?
Los únicos ‘ofendiditos’ que hay son los señores que se quejan de los ofendiditos. Digo señores porque suelen ser señores. Me parece horrible que venga algún idiota y se meta con gente que está intentando defender un mundo más respetuoso para todos. Los humoristas que se quejan de los ofendiditos son los peores, se están quejando de no poder hacer las mismas bromitas de siempre en vez de pensar que quizá el público está cambiando y hoy en día ya no hace gracia lo mismo de siempre.
Hay uno de estos señores que nos dice que somos muy sensibles, que nos ofendemos con todo porque somos sensibles. ¿Y qué hay de malo? ¿Por qué la sensibilidad tiene que ser mala? Quizá la insensibilidad es el verdadero problema. Twitter me parece un sitio horrible, de verdad. Es entrar cada día y ver todo tipo de barbaridades. Yo no creo que sea un sitio para discutir las cosas, de hecho, quizá sea el peor sitio para hacerlo. A mí me desespera.
Hay uno de estos señores que nos dice que somos muy sensibles, que nos ofendemos con todo porque somos sensibles. ¿Y qué hay de malo? ¿Por qué la sensibilidad tiene que ser mala? Quizá la insensibilidad es el verdadero problema. Twitter me parece un sitio horrible, de verdad. Es entrar cada día y ver todo tipo de barbaridades. Yo no creo que sea un sitio para discutir las cosas, de hecho, quizá sea el peor sitio para hacerlo. A mí me desespera.
El móvil y las redes sociales se han convertido en las adicciones con más fieles entre el público millennial y de la generación Z, pero estamos viendo nacer una tendencia que defiende el ‘no’ al teléfono móvil como arma de ‘superioridad’ moral ante la masa. ¿Crees que esta corriente tiene futuro en nuestra sociedad?
Lo dudo mucho. Mira, estoy segura de que esto que dices de defender el ‘no al teléfono móvil’ lo hacen los señores de los que te hablaba antes. El uso del móvil tiene sus consecuencias, claro, pero definitivamente estamos destinados a usarlo más.
¿Podrías compartir con nosotros qué artistas, dibujantes o ilustradores son tu referente y el por qué de estos nombres?
Sinceramente no tengo referentes, cuando empecé a hacer los videos no lo pensé demasiado ni tampoco hice trabajo de campo. Pero me gusta mucho el trabajo de Alexis Moyano, es muy divertido y me encanta la sencillez de sus animaciones. También, Néstor F., Marc Torices y Roberta Vázquez son mis ilustradores favoritos porque son puro humor y talento.