Suena a nombre de estrella de Hollywood de los años 40, pero Rita Row no es una persona, más bien son dos: Imma Serra y Xènia Semis, las diseñadoras catalanas creadoras de una marca que consigue captar a la perfección lo que las mujeres queremos en nuestro armario. La comodidad es el punto de partida, pero la sofisticación y la originalidad también forman parte de la ecuación. Defensoras de la producción local y las técnicas artesanales, las diseñadoras dejan volar su imaginación en cada colección para hacernos la vida (o el vestidor, al menos) más fácil y bonita temporada tras temporada.
Presentadnos a Rita Row. ¿Cuáles son sus señas de identidad?
Rita Row es una mujer moderna, trabajadora, independiente y natural. Le gusta el arte, la moda, comer bien (risas), tomar cervezas con las amigas los viernes por la noche y, sobre todo, ¡dormir mucho! (cosa que hace poco). Se levanta con Age of Consent de New Order y se acuesta con un capítulo de Girls.
Como vosotras decís, sois dos mitades. ¿Cómo os encontrasteis? Y, a la hora de crear, ¿cómo os complementáis?
Nos conocemos desde jovencitas, las dos fuimos a estudiar a Barcelona y vivimos allí durante mucho tiempo. Después de trabajar para varias marcas, cuando decidimos volver al “pueblo”, como nosotras lo llamamos (risas), nos reencontramos para crear Rita Row. La verdad es que las dos mitades de Rita son bastante opuestas, pero cien por cien complementarias: a Imma le encanta el patronaje, ella es la encargada del taller, es despistada y siempre sonríe. Xènia se encarga del estilismo y de la imagen de marca, es presumida y algo autista. Solo hay una cosa que hacemos juntas: diseñar, que, al final, es lo más bonito de las colecciones. Pero también nos encargamos de todo lo demás: gestión, cortar, coser, la web… Vamos, ¡que somos polifacéticas!
Vuestra última colección se llama "Black Beicon". ¿Qué hay detrás de ese nombre tan intrigante?
Nuestra última colección está inspirada en la película Moonrise Kingdom de Wes Anderson. Nos encanta el color, la manera de vivir de los personajes, la década en la que está inspirada y todo el mundo onírico que la rodea. De todo eso, junto con el propio estilo de Rita, surge Black Beicon, que es a su vez el nombre de una isla inventada para la grabación y el guión de Moonrise Kingdom.
Hablando sobre la colección, uno de los elementos más característicos es el corte de las prendas. ¿Cómo definisteis el patronaje de las mismas?
Partimos de la base de que, ante todo, nos gusta ir cómodas. Las mujeres de nuestra época no paran en todo el día: ir a trabajar, de compras, quedar con las amigas… Así que creemos que la comodidad es un aspecto súper importante. A partir de ahí definimos que el estilo de Rita debía ser oversize. Siempre usamos tejidos de punto e intentamos, ante todo, que cada prenda sea especial. Obviamente, responde a nuestro propio estilo y, así, después de dibujar 300 prendas pensamos: ¿me las pondría? ¡Esos diseños son los afortunados!
De la colección también se desprende, quizá por el uso de los tejidos, el gusto por lo artesanal. Además, abogáis por los talleres locales. Sabiendo que sois de l’ Empordà, me pregunto si todo está vinculado de alguna manera.
Bueno, en cierto modo sí, aunque no en exceso. La verdad es que tenemos claro que, aunque vamos creciendo, la confección y los tejidos no tienen porqué dejar de ser locales. Las dos nos hemos criado con nuestras abuelas, y las dos cosían, así que, hasta cierto punto, siempre nos sale ese punto de diseño que pide hacer algo manualmente.
Personalmente, podría vestirme única y exclusivamente con vuestras prendas. ¿Cómo os acercáis a lo que busca el cliente? ¿Es pura intuición o sois observadoras de tendencias?
Imma hizo un máster de coolhunting en Saint Martins y Xènia es una fanática del estilismo y las campañas publicitarias, aunque las dos tenemos claro que hay que seguir una tendencia comercial si quieres que la empresa prospere. Hay que saber ver qué quiere la gente, qué necesitan, de qué prenda se enamorarán y no podrán vivir sin ella. Supongo que, con los años, cada vez sabes ver mejor qué pide el público de Rita. A parte de empaparte de desfiles, tendencias o pantones, la intuición y la calle son la clave para saber qué vendrá la próxima temporada.
Parece que, con cada colección, los diseños se vuelven un poco más sofisticados, más sabios. ¿En el mundo de la moda el tiempo pasa como en el de los perros, en el que un año suyo equivale a diez nuestros?
Sí, está claro, el mundo de la moda va tan rápido que no te das cuenta ¡y estás llevando prendas de hace 30 años! Sí que es cierto, y justo esta semana lo hablábamos, que parece que cada vez estamos más complementadas y las colecciones salen más pensadas y elaboradas. Todo viene dado también porque, a medida que vas creciendo, las casas de tejidos, fornituras o punto te ofrecen más para jugar. A la vez, conforme vas teniendo más puntos de venta, cuentas con recursos para poder hacer colecciones más amplias y tienes más claro lo que se vende. Cuando empezamos hace poco menos de un año, intentamos cambiar el ciclo de venta de la colecciones y no ir a un año vista. Aunque, con el tiempo, hemos visto que o te subes al carro o la gente no te compra. Es una pena y esperamos que eso cambie algún día.
Habéis elaborado vídeos para presentar las colecciones, vuestros catálogos transmiten historias… ¿Qué importancia le dais a la narrativa que rodea a la marca y cómo la definís?
Creemos que es súper importante tener un storytelling tanto de cada campaña como de la marca. Junto con una de nuestras mejores amigas, Núria Tolós, intentamos, cad temporada, crear un pequeño corto con una historia referente a la colección, tanto para mostrar las prendas como para contar un poco más sobre Rita. Es un valor añadido. Es muy importante que el target de la marca se sienta identificado tanto con las prendas como con la forma de vida de Rita.
También diseñáis joyas, e incluso un bolso de madera. ¿Cómo trabajáis con cada material? ¿El proceso es siempre el mismo?
Cada año sacamos una colección de joyas, ya que tenemos aquí nuestro banco de trabajo y las hacemos una a una. Se trata de otra cosita artesanal que nos va muy bien para aliviar tensiones y relajar la mente. Y las colecciones se diseñan igual que la ropa: temática, inspiración y ¡a dibujar!. Intentamos sacar algún objeto o complemento nuevo cada tres o cuatro meses, para dar más valor de marca. Se trata siempre de productos que creemos que pueden gustar y en ediciones limitadas. Son cositas de aquellas que dices “podríamos hacer...” o “he pensado que molaría...” ¡y lo acabas haciendo!
Rita Row va por el campo y se topa con un trébol de cuatro hojas. ¿Qué le pide?
Lo tenemos justo colgado en el ordenador del estudio. ¡Poder comer de nuestra pasión y que cada día haya más Ritas en el mundo! (risas).
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