Emprender una firma de moda con 18 años no es tarea fácil. Y poder celebrar los siete años de vida de la misma, menos aún. Quique Vidal fundó Becomely en 2013 y desde entonces ha presentado en Samsung EGO de MBFW Madrid en dos ocasiones. Pero lo realmente importante es que ha sido capaz de forjar un negocio rentable con el que se siente identificado. Su última acción, un desfile virtual exento de artificios, pone de manifiesto uno de los factores fundamentales de su éxito: la renovación constante.
“Lo que no ha cambiado es que cada día echo más de menos la paella de mi abuela”, nos confiesa Quique Vidal, alma máter de Becomely. Originario de Valencia, esta joven promesa de la moda española decidió mudarse a Madrid hace ahora cuatro años. Fue precisamente durante su desembarco en la capital cuando hablamos con él por primera vez, en la vorágine del que supuso un punto de inflexión en su entonces emergente carrera. “Todavía estoy trazando mi personalidad, así como la esencia de Becomely” nos comentaba, a la vez que reconocía no haber definido al completo el concepto de su proyecto.
Desde que debutó en la pasarela Samsung Ego de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid con su colección Cushame en 2018, Vidal ha experimentado un evidente proceso de madurez creativa –y empresarial– gracias al cual no ha caído en el olvido. Y es que, lamentablemente, la gran mayoría de propuestas presentadas en la jornada dedicada al talento joven tiende a desaparecer de la escena pública a los pocos meses. “Lo que sin duda se mantienen son las ganas con las que hace más de cuatro años empecé el proyecto”, manifiesta el valenciano, quien ha consolidado las bases de su imaginario en el último lustro, dotándolo de “una carga social mayor, tratando de aportar un granito de arena a la sostenibilidad, el uso de la tecnología y la apuesta por el comercio local”.
“Ilusión, constancia y trabajo, aunque suene a tópico” son las tres palabras que escoge el diseñador a la hora de describir su trayectoria en el sector de la moda. Tres elementos que, si echamos la vista atrás, ya hacían acto de presencia en su primera propuesta, Be Transparent, lanzada en 2015. No obstante, la de ahora es una marca mucho mejor definida, después de que Quique haya impreso sobre ella el ADN con el que siempre soñó. “Ahora sí me atrevo a decir que la esencia de Becomely está perfectamente forjada y es exactamente lo que siempre he querido transmitir”, comenta.
Desde que debutó en la pasarela Samsung Ego de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid con su colección Cushame en 2018, Vidal ha experimentado un evidente proceso de madurez creativa –y empresarial– gracias al cual no ha caído en el olvido. Y es que, lamentablemente, la gran mayoría de propuestas presentadas en la jornada dedicada al talento joven tiende a desaparecer de la escena pública a los pocos meses. “Lo que sin duda se mantienen son las ganas con las que hace más de cuatro años empecé el proyecto”, manifiesta el valenciano, quien ha consolidado las bases de su imaginario en el último lustro, dotándolo de “una carga social mayor, tratando de aportar un granito de arena a la sostenibilidad, el uso de la tecnología y la apuesta por el comercio local”.
“Ilusión, constancia y trabajo, aunque suene a tópico” son las tres palabras que escoge el diseñador a la hora de describir su trayectoria en el sector de la moda. Tres elementos que, si echamos la vista atrás, ya hacían acto de presencia en su primera propuesta, Be Transparent, lanzada en 2015. No obstante, la de ahora es una marca mucho mejor definida, después de que Quique haya impreso sobre ella el ADN con el que siempre soñó. “Ahora sí me atrevo a decir que la esencia de Becomely está perfectamente forjada y es exactamente lo que siempre he querido transmitir”, comenta.
Pero, ¿cuáles son sus principales signos distintivos? “El uso de una gama cromática concreta, los volúmenes y una mezcla entre lo nuevo y lo antiguo”, enuncia rotundamente, no sin antes destacar el interés que le suscitan los tejidos reciclados y el uso de la tecnología con la impresión 3D.
A mediados del mes de abril, Becomely se convertía repentinamente en el centro de todas las miradas. La firma valenciana acababa de compartir su último desfile a través de sus redes sociales. Y no, no se trataba de una pasarela al uso grabada y posteriormente editada. Vidal nos estaba presentando su colección Fall/Winter 2020, titulada Sueño de una noche de verano, apostando íntegramente por el formato online. Nunca hubo un desfile como tal. Y nunca lo habrá. “Lo que más me costó fue plantearlo, pero una vez tuve claro el concepto fue muy fácil trabajar en ello”, explica el valenciano, a la vez que ensalza el trabajo de su equipo, quien le ayuda a materializas todas y cada una de sus ideas. “Nada sería posible sin María y Nerea, el dúo de fotógrafas que componen Antártica Estudio, y con el que hemos hecho todas nuestras campañas”.
Cuando hablamos con él en 2016, la cuenta de Instagram de Becomely ni siquiera alcanzaba los mil seguidores. Hoy supera los diez mil. “Todo ha cambiado por la importancia que han adquirido las redes sociales en la última década, tanto en la comunicación directa con el cliente como en la relación con prensa”, explica Quique.
A mediados del mes de abril, Becomely se convertía repentinamente en el centro de todas las miradas. La firma valenciana acababa de compartir su último desfile a través de sus redes sociales. Y no, no se trataba de una pasarela al uso grabada y posteriormente editada. Vidal nos estaba presentando su colección Fall/Winter 2020, titulada Sueño de una noche de verano, apostando íntegramente por el formato online. Nunca hubo un desfile como tal. Y nunca lo habrá. “Lo que más me costó fue plantearlo, pero una vez tuve claro el concepto fue muy fácil trabajar en ello”, explica el valenciano, a la vez que ensalza el trabajo de su equipo, quien le ayuda a materializas todas y cada una de sus ideas. “Nada sería posible sin María y Nerea, el dúo de fotógrafas que componen Antártica Estudio, y con el que hemos hecho todas nuestras campañas”.
Cuando hablamos con él en 2016, la cuenta de Instagram de Becomely ni siquiera alcanzaba los mil seguidores. Hoy supera los diez mil. “Todo ha cambiado por la importancia que han adquirido las redes sociales en la última década, tanto en la comunicación directa con el cliente como en la relación con prensa”, explica Quique.
Sin embargo, no es la cantidad de likes lo que le preocupa, sino la capacidad de respuesta a las demandas de su fiel clientela. “El número de seguidores no tiene nada que ver con el número de ventas. Lo que sí tiene que ver es la actividad y la interacción que tiene el perfil”. No cabe duda de que se esfuerza por potenciar las posibilidades que confiere esta red social, actualizando su cuenta –en tonos pastel– a diario. “Tenemos un perfil muy activo, hablamos directamente con nuestras clientas y solucionamos sus dudas en un momento. Esta cercanía sí supone un aumento de las ventas”.
Si Instagram le ha ofrecido una plataforma en la que atender los requerimientos de sus consumidores, Madrid ha supuesto una fuente a la que recurrir en busca de inspiración. “Me apetece seguir explorando la ciudad, pero también me he dado cuenta de que me descubro a mí mismo viajando, conociendo ciudades que inspiran mi proceso creativo”, reconoce. A la vez que sondea nuevos ecosistemas, Vidal indaga en nuevos terrenos profesionales. Estudio Cartulina es su último proyecto, a través del cual ofrece servicios de dirección creativa, comunicación y producción –siempre desde la sostenibilidad. “Ya hemos lanzado la página web y la cuenta de Instagram. Estamos centrados en varios proyectos de diferentes ámbitos, tanto en trabajos de producción de piezas impresas en 3D como en la comunicación de marcas”, dice, a la vez que deja caer algunas de las enseñas a las que está brindando ayuda. “Lamner, D the Brand o Rulls, en las que creo firmemente”.
Antes de despedirnos, le preguntamos por su reto más inmediato. “Sin duda, mantenernos e ir creciendo internacionalmente. Pero como siempre digo, muy poco a poco y sin volver atrás” responde decididamente. En cuanto a sus próximos trabajos: “Me encuentro trabajando en la próxima colección de Becomely, que verá la luz a finales de verano. Y a la vez, desarrollando varios proyectos con Estudio Cartulina”, concluye.
Si Instagram le ha ofrecido una plataforma en la que atender los requerimientos de sus consumidores, Madrid ha supuesto una fuente a la que recurrir en busca de inspiración. “Me apetece seguir explorando la ciudad, pero también me he dado cuenta de que me descubro a mí mismo viajando, conociendo ciudades que inspiran mi proceso creativo”, reconoce. A la vez que sondea nuevos ecosistemas, Vidal indaga en nuevos terrenos profesionales. Estudio Cartulina es su último proyecto, a través del cual ofrece servicios de dirección creativa, comunicación y producción –siempre desde la sostenibilidad. “Ya hemos lanzado la página web y la cuenta de Instagram. Estamos centrados en varios proyectos de diferentes ámbitos, tanto en trabajos de producción de piezas impresas en 3D como en la comunicación de marcas”, dice, a la vez que deja caer algunas de las enseñas a las que está brindando ayuda. “Lamner, D the Brand o Rulls, en las que creo firmemente”.
Antes de despedirnos, le preguntamos por su reto más inmediato. “Sin duda, mantenernos e ir creciendo internacionalmente. Pero como siempre digo, muy poco a poco y sin volver atrás” responde decididamente. En cuanto a sus próximos trabajos: “Me encuentro trabajando en la próxima colección de Becomely, que verá la luz a finales de verano. Y a la vez, desarrollando varios proyectos con Estudio Cartulina”, concluye.