Y es un placer encontrarse a artistas como Love Yi, cuya meteórica carrera ha subido como la espuma en apenas unos años, pero a quien los éxitos no le han hecho perder ni un gramo de autenticidad, si no ganar cada vez más y más fortaleza para seguir su aventura hacia la cima tras consagrarse con sus últimos álbumes, Fortuna y Espíritu. No queda otra que reconocerlo, para Love Yi la ciudad es su pista de juego y él ha venido a ganar.