¿Por qué, de entre tus habilidades, has pactado con la música?, le pregunto. “Porque las armonías, al ser auditivas, tienen mucho registro para experimentar y para hacer que cualquier persona se sienta en otra atmósfera.” Y a mí, mientras hablamos, me arropa el éter, me invade el cosmos y me impresiona el firmamento. Abrumada por este misterio, escucho sus palabras y trato de entenderlas. “Me gusta expresar mensajes del espacio, de no estar en la tierra. Si mi mensaje es del universo, me es más fácil ambientarlo en una canción que en un cuadro”.