Hoy el espacio Lab 36 de la Galería Senda inaugura Los Veganos compran flores, una exposición del artista multidisciplinar Iván Forcadell disponible hasta el 9 de julio. Su entorno de trabajo, en constante intercambio entre lo rural y lo urbano, explica la fuerte vinculación que siente hacia la naturaleza hasta el punto de humanizarla y verla como un reflejo de la sociedad. A través de las flores, Forcadell realiza una crítica de la moral progresista y propone fijar la mirada en nuestra gestión del dolor ajeno.
¿La premisa? “Mientras manche y de volumen, todo es válido”. Iván Forcadell sabe que cualquier material, retazo o idea puede ser el punto de partida para la creación de algo grande. Cerámicas, óleos, su primer videoarte y una caótica suma de ideas, formatos e inspiraciones protagonizan la exposición, que promete ser todo menos aburrida. A fin de cuentas, de eso se trata la creatividad, ¿no?
Las flores tienen la particularidad de ser plantas ornamentales, especialmente con relación al resto de cultivos que encontraríamos en un huerto tradicional como podría ser en tu pueblo, Alcanar. ¿Por qué ese elemento de la naturaleza para representar la sociedad y no otro?
Porque claramente son como los humanos. La diferencia es que nosotros las hemos forzado a convertirse en lo que son. Estamos empeñándonos en querer rosas en diciembre, claveles en enero y un sinfín más; cada vez queremos flores más grandes y brillantes, incluso con olores especiales, y las estamos amoldando a nuestro gusto, sin tener en cuenta lo que ellas quieren. Podría haber cogido otro vegetal, o reflexionar en torno a la figura de una piedra, pero el título de la muestra vino sobre la marcha después de crear Otro precio en el amor, mi primera pieza de videoarte que podréis ver en Lab 36.
A priori podríamos pensar que tus obras parten del arquetipo de la naturaleza muerta, pero
lo cierto es que tus flores producen una simpatía vívida. ¿Dirías que las obras expuestas son bodegones alternativos o más bien retratos antropomórficos de flores?
Creo que son lo que has mencionado y muchas más cosas, o quizás es nada. Cierto es que me encanta coger ‘cosas’ desfasadas o que no encajan en el tiempo en el que vivimos e intento proyectarlo hacia lo contemporáneo. Muchas veces no de la manera que querría, pero de eso se trata la creatividad, ¿no?
Una de las líneas argumentales de la exposición es la crítica hacia la falsedad de la moral
hegemónica. Este discurso aleccionador es fácilmente identificable con colectivos de luchas sociales, cuyos núcleos principales suelen ubicarse en ciudades. ¿Qué te llama la atención de la moral urbana frente a la rural? ¿Las juzgas con la misma dureza?
Opino con la misma dureza todo lo que me rodea, ya sea para bien o para mal. No creo que juzgue porque no soy juez, cosa que me fascinaría, pero mi capacidad seminula de concentración lo ha hecho inviable.
¿Crees que la hipocresía puede ser, igualmente, estética (y hasta agradable)?
Claramente sí. Como todo siempre dependerá de los ojos con los que se mire. Estamos
en un momento en el que hay tanto de todo, que esa muchedumbre visual nos da pie a que todo sea válido e inválido al mismo tiempo.
Otra de las líneas narrativas de la exposición es la mirada hacia el dolor ajeno para escapar
de nuestro propio ego. ¿En qué crees que se ha enriquecido tu percepción del dolor durante la elaboración de las piezas y la exposición?
En alimentar y estimular mi conciencia, ¡y utilizar otras fórmulas para crear! Cuando vengáis a ver la exposición, a la que estáis todos más que invitados, creo que se entenderá bien a través del videoarte, siempre desde el descaro y el poco tacto (que es algo que me encanta).
Una de las piezas más interesantes de la exposición es un jarrón que combina lo kitsch con la tradición de la cerámica popular española. ¿Qué te aporta este formato frente al óleo? ¿Tu enfoque es el mismo a la hora de expresarte esta disciplina?
Me encanta que te gusten las cerámicas. Desde que empecé siempre he dicho que mientras manche y sea de volumen todo es válido, y lo mismo pasa con la serie de jarrones. Tenía un concepto que tenía que trasladar de mi cabeza a algo palpable, y encontré que a través de esta técnica podría llegar. ¡Porque otra de las cosas que me enamora de mi trabajo es poder experimentar con cosas nuevas todo el rato!
¿Un avance de lo próximo que podemos esperar de ti?
Te chivo el título de mi próximo show: Un beso, una araña y una flor (Cartas a LB) que será en Mahón, Menorca, en julio.