La primera vez que hablamos con ellas, en octubre de 2014, aún se presentaban ante el público como Deers. Un año después, en nuestro segundo encuentro, Hinds ya había adoptado el nombre con el que se darían a conocer al mundo entero. En apenas cinco años, estas cuatro jóvenes han conquistado los escenarios más codiciados a escala nacional y global, acaparando una extraordinaria atención internacional. Ahora, tras el éxito de sus dos primeros álbumes, Leave Me Alone (2016) y I Don’t Run (2018), presentan su tercer disco, The Prettiest Curse.
“Sincero y guarro, aunque de manera diferente”. Ade Martín, bajista de la banda femenina, se refiere al sonido de su nuevo trabajo como una miscelánea de naturalidad y caos. Un desorden vibrante y estruendoso convertido en emblema del grupo musical que se reinventa en este tercer álbum. “Hemos querido llegar a un sonido más redondo y pulido”, nos comenta la integrante a cargo del bajo. Y así lo han hecho. Se han inclinado ligeramente hacia el pop, se han atrevido a introducir estrofas en castellano y han narrado sus experiencias vitales como proyecto consolidado, agregándoles ritmo en sus melodías. Y lo más sorprendente de todo es que han logrado ir un paso más allá sin perder un ápice de su esencia.

La buena acogida del proyecto a nivel internacional desde que se presentase hace seis años no ha impedido que evolucione a pasos agigantados. Un ritmo que se ha visto inevitablemente afectado por el confinamiento, obligando a Hinds a posponer el lanzamiento del disco y a cancelar la gira que tenían programada para este año. Hablamos con Ade para conocer todos los detalles acerca de The Prettiest Curse.
La última vez que hablamos, estabais a punto de publicar vuestro álbum debut, Leave Me Alone. Ahora, cuatro años después, lanzáis The Prettiest Curse, vuestro tercer LP. ¿Cómo definirías este lustro, además de frenético e intenso
Pues algo muy fuerte. Han pasado tantas cosas que no sabría por dónde empezar –pero sí terminar. Terminaría con telonear a The Strokes en Nochevieja.
Con tan solo seis canciones grabadas, ya habíais protagonizado una gira por Estados Unidos por aquel entonces, además de haber tocado en festivales como el FIB o Glastonbury. Todo un logro para una banda tan joven. ¿Qué crees que os hace diferentes respecto a otros grupos de la escena actual?
En verdad, nada. Lo que en España vemos como algo imposible, fuera es algo normal. En Inglaterra o EEUU apuestan muchísimo por los grupos pequeños, desde festivales y sellos hasta la prensa. Entonces, en verdad, lo que nos hace diferentes es que desde el principio tuvimos atención internacional.
Los grupos de fuera que siempre han ido más menos a la par con nosotras, han pasado por lo mismo –más o menos. Si eres un grupo nuevo que funciona, no es tan raro que sin disco toques en Glastonbury, desde el punto de vista de la industria inglesa o americana. Desde la española, sí que parece imposible. Funcionamos de otra manera.
En 2016, describíais vuestro sonido como “sincero y guarro”. En este nuevo álbum, es evidente que hay una evolución; un proceso de madurez creativa que tiende hacia el pop. ¿Cambiarías estos dos términos por otros a la hora de referirte a vuestra música actual?
Yo creo que sincero sigue siendo. Y guarro también, aunque de manera diferente. Antes era guarro por toda la distorsión de voces, bajos agudos, reverb, guitarras sucias… Pero ahora lo guarro viene de mil capas de sonidos y de ruidos que hemos ido metiendo. Desde gritos, latas de cerveza, y todo tipo de cosas que se nos ocurrían. La diferencia realmente no es que sea más o menos guarro, es que es otro enfoque. Cada disco ha tenido un enfoque y una intención diferente, y en este hemos querido llegar a un sonido más redondo y pulido.
Un recorrido de algo más de media hora de duración por un repertorio que incluye, por primera vez, estrofas en español. “Todo el día con el chico en la cabeza, he pedido tiempo pero no me dejan” entonáis en Boy, justo antes de retomar la lengua inglesa. ¿De qué forma os servís del castellano en vuestro nuevo álbum?
Yo creo que aporta algo buenísimo. Le da muchísimo color al disco y suena muy natural. Creo que en ningún momento chirría.
“Es la primera vez que escribimos música en un lugar que no es Madrid” confesáis en Making Of Album 3, un vídeo de dos minutos dirigido por Mariano Schoendorff que nos sumerge en vuestro proceso creativo. Y que nos deja con ganas de saber más. ¿Cómo ha transcurrido el desarrollo de The Prettiest Curse?
Ha tenido mil etapas, han sido muchos meses de componer. Desde componer las cuatro solas en el local como habíamos hecho siempre, a ir Carlota y Ana a Londres a escribir canciones con otros compositores o productores, a ir las cuatro a Los Angeles a probar con otra gente, a volver a Londres a grabar, a hacer preproducción en Madrid con Jenn Decilveo, a grabar en Nueva York durante un mes…
Os habéis lanzado a componer en el extranjero, habéis acudido al español en algunos de vuestros temas, os habéis inclinado hacia el pop… No hay duda de que esta es una época de cambios para vosotras. ¿Sentíais que había llegado el momento de reinventarse de alguna manera? ¿Había algo de vuestro estilo musical con lo que ya no os sintieseis representadas?
Sí, desde luego. Pero no es que no nos hubiésemos reinventado nunca. Yo creo que un artista siempre se está reinventando, aunque luego objetivamente no se note tanto. Por ejemplo, para nosotras entre el primer y segundo disco, hubo un cambio enorme a nivel personal y como banda, que se plasma totalmente en el álbum. Y con este no ha sido nada diferente, lo que pasa es que en el resultado final se aprecia más.
Así como del primero al segundo nos apetecía seguir plasmando lo que eran cuatro tías tocando solas como si estuviesen en un escenario (porque eso era lo que éramos en ese momento, cuatro chavalas que llevaban girando tres años sin parar), en este hemos querido enseñar otra cara. Lo que es ya ser un grupo más consolidado, con muchísima experiencia, que quiere ponerse a investigar en el estudio porque le apetece.
tra de las novedades de este último álbum es que habéis incluido un mayor número de instrumentos. Y, pese a adoptar un sonido más depurado, vuestra esencia sigue intacta. ¿Qué personas, grupos, o incluso lugares han inspirado vuestro nuevo trabajo?
Personas yo diría que nosotras mismas, y lo que hemos vivido en estos dos años. De grupos, un poco de todo: Glass Animals, Kali Uchis, Knox Fortune, Twin Peaks, The Strokes, Él Mató a Un Policía Motorizado… Y lugares, yo diría que hay mucho de Madrid en este disco. De estar solas en Madrid durante más tiempo que nunca, y lo que eso ha supuesto para nuestras cabezas.
“You’re always out of tune, and there’s no place there for you” cantáis al unísono en Just Like Kids (Miau). Una canción que habla de prejuicios, rechazos y miedos, entremezclándolos con una gran dosis de ritmo. ¿Es este tema un reflejo de vuestra propia historia como banda?
Sí, totalmente. Me acuerdo cuando Ana y Carlota mandaron esta letra y me volví loca. Es frase tras frase, cosas que se nos ha dicho repetidas veces a lo largo de nuestra carrera. Creo que además está hecho de una manera super inteligente, con un tono de broma pero a la vez con chulería. Me parece la hostia.
Los haters forman parte de la realidad actual. Individuos insaciables con ganas de volcar su ira y frustración a través de la pantalla. ¿Cómo lidiáis con el odio en redes sociales a día de hoy? ¿Ha cambiado vuestra forma de sobrellevarlo en comparación con vuestros inicios?
A ver, es que es mucho tiempo ya y mucha mierda tragada. Yo creo que ya nada nos sorprende. Como te decía antes, los ateos ya se repiten. Hemos escuchado de todo, no creo que haya algo que nunca se nos haya dicho, la verdad. Y no sé, no te voy a mentir. Nunca nos da totalmente igual, es imposible. Pero lo llevamos mil veces mejor que antes, eso seguro.
Acabáis de celebrar vuestro sexto aniversario como banda en abril. Y lo habéis hecho confinadas en mitad de una pandemia mundial. ¿De qué forma habéis afrontado esta difícil situación?
Regular, pero como todo el mundo. No solo hemos pospuesto el disco sino que también hemos cancelado las mil giras que teníamos programadas. Llevábamos mucho tiempo sin girar y teníamos muchísimas ganas, así que no ha sido nada fácil. Pero bueno, dentro de eso, todo está saliendo bastante bien.
Además, el lanzamiento de vuestro álbum el pasado 5 de junio coincidió con el movimiento Black Lives Matter. Incluso emitisteis un comunicado en redes sociales expresando vuestro apoyo a la causa, a la vez que anunciabais la donación de los beneficios por la venta de vuestras camisetas. Habladnos más de esto.
Sí, para nosotras, como debería ser para todo el mundo, es una lucha no solo necesaria sino obligatoria. Y cuando de repente empezó a explotar todo, tuvimos una reunión y decidimos vincular de algún modo y utilizar la salida del disco para aportar algo. A nosotras el merch es algo que nos flipa; no solo nuestro, sino de otros grupos. Entonces decidimos vender nuestra camiseta más ‘exitosa’ online por primera vez, y donar todos los beneficios a organizaciones anti-racistas.
Os habéis visto obligadas a cancelar vuestra gira prevista para 2020. Pero no todo son malas noticias. Acabáis de confirmar vuestro primer concierto para agosto en Barcelona. ¿Cómo os sentís?
Pues tenemos muchísimas ganas. También con un poco de nervios. Nos sentimos un poco oxidadas después de todo este tiempo encerradas. Pero tenemos muchas semanas para ensayar, va a ser increíble. Como volver a nacer.
La estética es un pilar fundamental de vuestro proyecto. Los videoclips, la moda, las portadas… ¿Soléis estar de acuerdo a la hora de decidir la imagen que queréis proyectar como banda?
No siempre. Discutimos a veces, pero como con todo y como todo el mundo. Es imposible estar siempre de acuerdo en todo. Pero todo muy democráticas, es lo bueno.
Habéis comentado recientemente vuestro deseo de hacer un documental sobre vosotras mismas. ¿Qué otros proyectos tenéis en mente para los próximos meses?
Pues justo ahora tenemos varios amigos alrededor que están teniendo ideas de videos bastante guays que molaría mucho que sucediesen. Y ahora que tenemos bastante tiempo molaría ponerse, la verdad.
Hinds Metalmagazine 3.jpg