En la actualidad, la moda se ha convertido en un monstruo que contamina tanto que los nuevos talentos se han tenido que plantear cómo cambiar este paradigma, haciendo una revolución de la mano de la creatividad y la concienciación (y, sinceramente, también para buscarse la vida). Este es el caso de Ela Fidalgo, una joven diseñadora que usa tejidos reutilizados en sus prendas, hechas en Verbo Studio, que ella misma considera como su laboratorio de ideas. Aprovechamos que es finalista en el festival de moda de Hyères para saber cómo se siente, cuán importante es este trabajo de reciclaje, y cómo ve el futuro.
¿Cómo y cuándo aparece la moda en tu vida? ¿Y en qué momento decides convertirla en tu profesión?
Todo empieza con mi abuela Soledad. Era diseñadora de bordados y crecí viendo cómo se dedicaba a bordar, al igual que el taller del pueblo donde las mujeres bordaban mantones de Manila, trajes regionales, capas castellanas y trajes de toreros. No me gustaba mucho ir a jugar con los niños y me iba con ella, así que pasaba las tardes con mi abuela y sus compañeras de taller mientras me dejaban un bastidor para bordar los dibujos que hacia ahí. Ese fue mi primer contacto real. Luego, en el colegio, siempre vestía de una manera diferente y peculiar, por lo que fue bastante natural, no sé si fue una decisión. Simplemente hago lo que mejor sé hacer e intento que esa pasión se pueda convertir en algo más.
Aunque todavía estás fresca de la universidad, cuentas con un estudio propio, llamado Verbo. Según veo en tu web, afirmas que a la hora de trabajar quieres “ver acciones y un discurso”, y que tu estudio es “un laboratorio de ideas y maneras de hacer, un estudio de posibilidades y utopías”. Cuéntanos más sobre este proyecto y cómo pretendes conseguir estos objetivos.
Hace ya más de un año que terminé en el IED Madrid. En tercero de carrera fue cuando presenté mi primera colección en Mercedes Benz Fashion Week Madrid, en la plataforma Samsung EGO. Verbo Studio es un proyecto a largo plazo algo complejo por lo que, por el momento, me estoy centrando en mi marca. Mi manera de trabajar, ya sea en la marca como en proyectos artísticos en mi galería, es un proceso de research, un laboratorio de ideas donde la importancia reside en la acción y en la forma de construir y hacer. Siempre hablo de utopías como realidades próximas.
Has sido elegida para presentar tu colección Earthwork en el festival de moda, fotografía y accesorios de Hyères, todo un referente internacional. ¿Cómo digeriste la noticia al principio y cómo van los preparativos?
Siempre, desde antes de entrar en el IED, me gustaba observar qué estaba pasando con los jóvenes diseñadores de fuera de España. Me pasaba horas viendo los shows de los final project career de Central Saint Martins o de la escuela de Amberes, y cada mayo quería ver quiénes eras los finalistas en el Festival d’Hyères, por lo que para mí, ser finalista es como un sueño. Ahora mismo respondo desde el backstage del show. Veo la magnitud de este concurso y alucino; aún no doy crédito de estar aquí. Creo que soy muy afortunada, pero también he trabajado y me he esforzado muchísimo. Llevo con este proyecto desde agosto del año pasado: preparando los dosieres, las ideas, hablando con amigos en la primera fase donde desarrollábamos el branding o los baúles donde se enviaba todo.
En la colección predominan las formas abombadas, estampados varios, colores vivos, superposiciones de capas, y los drapeados. ¿Cuál es el punto de partida? ¿Y qué importancia/significado tiene que esta colección en concreto vaya a este festival?
Esta colección es una continuación de mi proyecto final de carrera en el IED Madrid, porque en esa colección trabajé con todos los tejidos que he recogido a lo largo de estos últimos años. Por lo que concierne esta colección, el pensamiento base es muy parecido, pero esta vez, gracias a ser finalista del festival, patrocinadores oficiales como Premiere Vision o Swarovski nos han dado material para poder hacer algunas prendas.
En un principio, cuando en febrero me convocaron en París con los demás finalistas, tuve que preparar la colección en un mes y medio. También recibir las muestras textiles que pedí a los proveedores, cajas y cajas de muestras con las que hemos trabajado a modo de patchwork, plisado o trenzado. En el interior de las cajas no se sabía nunca lo que te ibas a encontrar, no sabíamos qué materiales o qué estampados o colores había, por lo que ha sido todo un reto divertido, donde hemos entrenado la imaginación y la creatividad, que es lo principal a la hora de desarrollar colecciones dentro del atelier.
En un principio, cuando en febrero me convocaron en París con los demás finalistas, tuve que preparar la colección en un mes y medio. También recibir las muestras textiles que pedí a los proveedores, cajas y cajas de muestras con las que hemos trabajado a modo de patchwork, plisado o trenzado. En el interior de las cajas no se sabía nunca lo que te ibas a encontrar, no sabíamos qué materiales o qué estampados o colores había, por lo que ha sido todo un reto divertido, donde hemos entrenado la imaginación y la creatividad, que es lo principal a la hora de desarrollar colecciones dentro del atelier.
La colección está hecha a partir de materiales reciclados, algo que no paramos de ver, sobre todo en talentos jóvenes. ¿Qué peso tienen el reciclaje, la ecología y la sostenibilidad en tu trabajo? ¿Siempre ha sido así, o son conceptos que vas incorporando a tu identidad/marca/trabajo?
En un principio era mi debilidad porque no tenía muchos recursos para comprar materiales, por lo que la idea de recolectar objetos siempre ha sido mi punto fuerte. Hoy, esa ‘debilidad’ se ha convertido en mi fortaleza y en mi manera de desarrollarme y trabajar, y me encanta que fuese de una manera natural. Hoy por hoy, es tan importante la concienciación como la creatividad, y creo que la vanguardia esta ligada a la sostenibilidad. Creo que la verdadera creatividad reside en la reutilización de recursos para darles una nueva vida. Pensar más allá del producto final, meditar sobre el destino de ese producto y cómo transformarlo en otro, y que esta continua transformación sea circular.
La industria de la moda es una de las más contaminantes del mundo. ¿Por qué es importante hacer hincapié en el reciclar tejidos? Mirando un poco a tu alrededor, a tus compañeros de carrera, etc., ¿crees que la conciencia ecológica está en auge entre los profesionales del sector?
Es cierto. Tristemente la industria de la moda es el segundo sector más contaminante del mundo por debajo del petróleo. Creo que hemos alimentado a un monstruo que come, quiere más comida, y ya no sabe cómo parar. Quiero pensar que somos unos cuantos los que pensamos en mejorar. La única manera posible de lograr esta mejora es mediante el control, la concienciación, la responsabilidad y la determinación que debe haber un cambio.
También planteas algo más disruptivo a nivel industria: la economía circular, la reparación de las prendas, las ediciones limitadas, y el alquiler. ¿Por qué has elegido este modelo de negocio y cómo va hasta ahora?
Hemos trabajado en un modelo de negocio en el que, a través de acuerdos con un número reducido de tiendas multimarca en todo el mundo, ofreceremos a nuestros clientes la posibilidad no solo de comprar, sino también de alquilar las prendas. Esto significa que los clientes tendrán la posibilidad de alquilar una pieza primero y decidir después si quieren quedársela o si prefieren devolverla para que pueda ser adquirida por otra persona. Haciendo esto, la historia de cada prenda se hará más rica y más fuerte después de haber sido llevada por una persona. Esto le añadirá una capa de emoción, historia y vida.
Queremos ofrecer a estas tiendas la exclusividad de nuestras colecciones. Creemos que este nuevo modelo de negocio es una oportunidad para ellos de desarrollar nuevas posibilidades de interacción cualitativa con sus clientes, así como ayudarles a explorar nuevas formas de hacer negocio innovadoras y exclusivas.
Queremos ofrecer a estas tiendas la exclusividad de nuestras colecciones. Creemos que este nuevo modelo de negocio es una oportunidad para ellos de desarrollar nuevas posibilidades de interacción cualitativa con sus clientes, así como ayudarles a explorar nuevas formas de hacer negocio innovadoras y exclusivas.
Si tu marca crece y gana reconocimiento, deberás producir más (si no en cantidad de una misma prenda, al menos en diferentes tipos de piezas). ¿Crees que es sostenible a largo plazo?
La realidad es que, si crecemos, no únicamente creceremos como marca, sino como centro artístico multidisciplinar. No solamente nos dedicamos a la moda. Estoy en una galería de arte donde produzco obra plástica y escultórica, pero también producimos mobiliario, proyectos educativos o una residencia de artistas. ¿Crees que lo sostenible es hacerte grande y producir más? Creo que eso le quita el valor y lo excepcional.
¿Qué significa para ti el participar en el festival, y cómo crees que afectará a tu carrera profesional?
Participar en el festival para mí es un sueño y algo con un valor incalculable. Estoy conociendo a gente maravillosa, no hay competitividad, es una familia. Todos son súper amables y nos ayudamos los unos a los otros. No parece que estemos en un concurso o compitiendo, parece que estemos en un campamento viviendo una aventura todos juntos. Además, Villanoailles se está convirtiendo en un centro neurálgico de la creatividad y del diseño, y no solo en moda, también tienen un concurso muy interesante de producto, de arquitectura e incluso de diseño gráfico. Creo que ese es el futuro, la transversalidad. No quiero pensar en el futuro, quiero disfrutar en este momento. Siempre he estado pensando en el futuro y he estado preocupada por él. Ahora es el momento de disfrutar del presente y de aquello inmediato.
Finalmente, ¿qué podemos esperar de Verbo Studio en un futuro no muy lejano? ¿Qué crees (o sabes) que te depararán los próximos meses?
Todo, siempre hay que esperar todo. Hay que soñar y esperar lo mejor de las personas y de las acciones que hagan. No todo está inventado, así que ahora es el momento de soñar juntos a lo grande.