Quedamos con Moisés Nieto y Valerio Canals, fundadores de Dos Studio, una tarde de bullicio y locura en el centro de Madrid, encontrando un inesperado remanso de paz en el Café Comercial, ese renovado café literario que aún conserva algo de su esencia centenaria y castiza.
Moisés se ha adelantado, así que aprovechamos para ponernos al día de cómo ha evolucionado su marca homónima, lanzada en 2011, y para felicitarle, ya que su talento ha sido reconocido una vez más con el Premio Nacional de Moda 2017 como Mejor Valor de la Moda Española. Nos reencontramos con un Moisés que refleja la misma ilusión y frescura de sus inicios. Con el calado de la madurez y la experiencia, su chispa creativa sigue intacta y nos avanza alguna sorpresa de lo que será la presentación de su colección , que vio luz ayer domingo 27 de enero.
Valerio Canals, la otra mitad de Dos Studio, llega un poco más tarde. Le han retenido en su estudio de arquitectura Canals y Moneo donde se encuentra inmerso en varios proyectos que compagina con Dos Studio. Valerio ha desarrollado su experiencia profesional en estudios como el de Torres Nadal y el de Rafael Moneo (2002-2012), donde ha dirigido el proyecto de la Biblioteca Universidad de Deusto y el Neuroscience & Psychology Building de Princeton University (2006-2012).
¿Moda y arquitectura?, nos preguntamos. Una dualidad enriquecida con la misma visión atemporal, perfeccionista y plástica, aunque como Valerio confiesa, algo diferente en los tiempos: “Como arquitecto piensas permanentemente que algo es susceptible de mejora, pero en moda hay otros timings mucho más rápidos, así que estoy aprendiendo ahora sobre esto”. Inspirada en el trabajo del fotógrafo alemán Thomas Ruff, la colección otoño/invierno 2018 de Dos Studio recrea la estética de un instituto americano de los años 70 con una serie de looks que viajan a través de los momentos claves de la inocencia de una juventud que ansía la libertad, donde la saturación de colores vivos se mezclan con una paleta de tonos pastel en cálidos abrigos y jerséis de lana.
Valerio y Moisés comparten su inquietud en la creación de un diseño fácil, cómodo y sostenible. Su proyección de una marca minimalista y contemporánea se materializa no solo a través de la ropa, sino también a través de una serie de objetos –Half Cut– que reflejan un estilo de vida y otra forma de entender la moda y el diseño.
¿Moda y arquitectura?, nos preguntamos. Una dualidad enriquecida con la misma visión atemporal, perfeccionista y plástica, aunque como Valerio confiesa, algo diferente en los tiempos: “Como arquitecto piensas permanentemente que algo es susceptible de mejora, pero en moda hay otros timings mucho más rápidos, así que estoy aprendiendo ahora sobre esto”. Inspirada en el trabajo del fotógrafo alemán Thomas Ruff, la colección otoño/invierno 2018 de Dos Studio recrea la estética de un instituto americano de los años 70 con una serie de looks que viajan a través de los momentos claves de la inocencia de una juventud que ansía la libertad, donde la saturación de colores vivos se mezclan con una paleta de tonos pastel en cálidos abrigos y jerséis de lana.
Valerio y Moisés comparten su inquietud en la creación de un diseño fácil, cómodo y sostenible. Su proyección de una marca minimalista y contemporánea se materializa no solo a través de la ropa, sino también a través de una serie de objetos –Half Cut– que reflejan un estilo de vida y otra forma de entender la moda y el diseño.
Valerio, Moisés ¿qué hay de Moisés Nieto en Dos Studio?
Son dos marcas diferentes. No queríamos que fuese la línea de hombre de Moisés Nieto, está desligado, incluso tenemos nominalmente cierta distancia. Es un proyecto que empieza de cero: de concepto, de imagen y de planteamiento. No hacemos desfile y solo vendemos online. Lo bueno es que ya tenemos el aprendizaje de Moisés Nieto.
Moisés, tu marca de mujer está muy consolidada. El pasado marzo recibiste el Premio Nacional de Moda, ¿por qué lanzar otra firma, pero ahora masculina?
Nos dimos cuenta de que una gran parte de la gente que se interesaba por mi marca eran hombres y pensamos que tal vez ahí había una oportunidad. En mi segundo Ego de Cibeles hice una mini colección masculina, pero la verdad es que entones no me atraía demasiado. Aunque en los últimos años sí que ha aumentado mi interés porque la moda de hombre, ha cambiado. Hay mucha más oferta y mucha más marca, revistas y más apoyo.
Cuando planteamos en serio el proyecto fue algo pensado por los dos. No queríamos solo una marca de ropa sino algo que trascendiera, sin pretensión, pero que fuese un estilo de vida, incluyendo objetos de diseño industrial pequeños y decorativos. No es una marca comercial al uso sino una marca de diseño que trata de ir contra las dinámicas de consumo, contra el low cost que se ha establecido, y con un proceso más sostenible, produciendo localmente con materias primas artesanales.
Cuando planteamos en serio el proyecto fue algo pensado por los dos. No queríamos solo una marca de ropa sino algo que trascendiera, sin pretensión, pero que fuese un estilo de vida, incluyendo objetos de diseño industrial pequeños y decorativos. No es una marca comercial al uso sino una marca de diseño que trata de ir contra las dinámicas de consumo, contra el low cost que se ha establecido, y con un proceso más sostenible, produciendo localmente con materias primas artesanales.
En la parte de decoración tenéis menos piezas que en el apartado de moda.
Sí, es mucho más exclusivo. La producción es más cara. Estamos pensando en hacer otras piezas como mesitas u objetos de decoración de mayor tamaño, pero ahí tienes que contar con otros tiempos de producción. Los objetos que hemos hecho se han agotado en la primera colección. Utilizamos materiales impresos en 3-D con fibra reciclada y la base es de madera. La hace un tornero jubilado de Arganda, en su casa, así que es todo muy artesanal.
Y a pesar de todo ese proceso que hay detrás, son bastante asequibles.
Es asequible si valoras que es un producto diseñado, de calidad y que apoya una industria local. Hay otra filosofía detrás del proyecto. Podríamos hacer camisetas que sabemos –que es donde hay mayor rentabilidad–, pero no queríamos eso. Se trata de hacer un proyecto en el que los dos nos sintamos identificados. No es un hobby. Tiene sentido en el momento en que te da cierta satisfacción, cuando puedes proyectar algo y puedes decidir sobre ese diseño. Si al final haces algo simplemente vendible, creemos que pierde la gracia. Eso no es moda. Es producto, una empresa, es otra cosa. Para eso están las start-ups que facturan cuatro millones de euros con un mono producto; no es algo creativo.
Valerio, ¿cómo planteáis las colecciones de Dos Studio? ¿Seguís las temporadas que marca la industria?
De alguna forma la marca tiene que estar ligada a las dinámicas de la moda por los tiempos de fabricación o los proveedores de tejidos. No nos queremos meter en el bucle de prever una temporada con un año de antelación, sino que para vender online hacemos una producción mínima, con exclusividad y tiempo limitado, y las prendas que se han vendido bien se pueden reeditar. De alguna manera sí que hay una estacionalidad de dos temporadas.
Además, como vendemos de manera global en Australia, Japón y Europa, ya no hay temporada tal como se entendía antes. Más del sesenta porciento de nuestras ventas son internacionales. A veces nos quedamos sorprendidos con el número y procedencia de las visitas: Ecuador, Afghanistan, etc. Una anécdota curiosa, por ejemplo, es la de un italiano que se ha comprado seis prendas repetidas dos veces. Hoy nos ha escrito un chico de Australia para que le enviásemos un pedido en tiempo récord. En España entregamos en veinticuatro horas. Los envíos internacionales tardan dos o tres días. Pero ya nos estamos planeando hacer en Madrid doce horas, e incluso hora y media o dos. Lo mejor es que no tenemos devoluciones.
Además, como vendemos de manera global en Australia, Japón y Europa, ya no hay temporada tal como se entendía antes. Más del sesenta porciento de nuestras ventas son internacionales. A veces nos quedamos sorprendidos con el número y procedencia de las visitas: Ecuador, Afghanistan, etc. Una anécdota curiosa, por ejemplo, es la de un italiano que se ha comprado seis prendas repetidas dos veces. Hoy nos ha escrito un chico de Australia para que le enviásemos un pedido en tiempo récord. En España entregamos en veinticuatro horas. Los envíos internacionales tardan dos o tres días. Pero ya nos estamos planeando hacer en Madrid doce horas, e incluso hora y media o dos. Lo mejor es que no tenemos devoluciones.
Esos tiempos de entrega para el consumidor son la bomba. Valerio, ¿en tus obras de arquitectura también existe este diálogo con el cliente?
Los concursos públicos tienen que ver con lo que tú apuestas por hacer, pero las obras privadas sí que tienen que ver con un diálogo con el cliente. Hay que llevarle hacia algo que a él le interese pero orientado por nosotros como arquitectos. Eso lo he aprendido de Rafael Moneo –padre de su socia Clara, con quien trabajó durante diez años.
Las materias primas con las que trabajáis son sostenibles y diseñadas tecnológicamente, ¿en qué se traduce esta combinación?
Es una combinación tecnológica y sostenible ya que usamos materiales naturales y todo ello también va unido a esa idea de la producción local. Los paños de los abrigos, por ejemplo, los hemos fabricado nosotros en una fábrica/pañería en Astorga. En la colección anterior hicimos también gabardinas y bombers hechas de material reciclado, de PET, que consume un noventa porciento menos de agua. Esto surge a raíz de una colaboración que hizo Moisés con Ecoembes. Vino fascinado y nos dio pie a conocer esos tejidos más tecnológicos y a aplicarlos en las colecciones. Conocimos lo que es la moda reciclada y sostenible, y es brutal.
A veces asocias el reciclaje a lo artesanal, pero en realidad también es tecnológico: la camisa que se mancha cuando le cae una gota de agua también tiene propiedades para el cuerpo. Hay tejidos que son biodegradables, antibacterianos, termoactivos, ofrecen protección solar, etc. Aún puede haber cierto prejuicio con lo reciclado pero es por por falta de información. Es como si asociaras diseño a incomodidad cuando en realidad es todo lo contrario. Esto va a ser el futuro.
A veces asocias el reciclaje a lo artesanal, pero en realidad también es tecnológico: la camisa que se mancha cuando le cae una gota de agua también tiene propiedades para el cuerpo. Hay tejidos que son biodegradables, antibacterianos, termoactivos, ofrecen protección solar, etc. Aún puede haber cierto prejuicio con lo reciclado pero es por por falta de información. Es como si asociaras diseño a incomodidad cuando en realidad es todo lo contrario. Esto va a ser el futuro.