Cristina Junquero es una de esas personas que come, bebe y respira su profesión. La joyería forma parte de ella tanto como sus brazos y sus piernas. Sus joyas son un reflejo de su pasión e imaginario andaluz; son un vehículo más que utiliza para expresarse. Hablamos con ella sobre inspiración, innovación y creación.
La joyería, como cualquier profesión artística hoy en día, es complicada. ¿Cómo, cuándo y por qué decidiste que te querías dedicar a esto?
No recuerdo un momento claro, mi sensación es que siempre quise hacerlo. Crecí en la joyería que mi abuelo abrió en los 60 y en la que mi madre continuó trabajando. Yo sentía aquello como parte de mí. Lo que sí decidí fue no quedarme ahí y buscar más allá. Antes de estudiar joyería en Amberes hice Bellas Artes porque se acercaba mucho más al tipo de práctica que quería desarrollar. Después de eso, me sentí con suficiente hambre como para empezar a trabajar. Nunca me he imaginado haciendo otra cosa que lo que hago ahora.
¿Cómo crees que haber estudiado Bellas Artes afecta a tu acercamiento a la joyería? ¿Cómo aplicas en tus piezas los conocimientos que has adquirido?
Bellas Artes es una carrera muy amplia y con muchas posibilidades y me parecía necesario estudiarla antes de focalizarme en algo. Está muy presente en mi proceso creativo y en la materialización de conceptos, lo cual me permite huir un poco de la joyería como mera ornamentación y centrarme más en el proceso.
En Granada me centré en eso mientras que en Bélgica trabajé principalmente la técnica y el diseño.
En Granada me centré en eso mientras que en Bélgica trabajé principalmente la técnica y el diseño.
Hablando de procesos creativos, ¿en qué te inspiras? ¿Crees que es difícil innovar en la joyería?
Me inspiro en muchas cosas. Me inspiro en toda clase de objetos, en la música, el arte o en otros diseñadores que me sirven de referente (aunque la joyería en sí no suele ser mi punto de partida). Al final lo más importante es el propio proceso de trabajo y la evolución de la pieza. Me gusta experimentar con el metal y ver sus capacidades. Cuando surgen cosas nuevas o comportamientos inesperados en mi mesa, me comprometo con ese proceso y lo hago parte del resultado.
Innovar es complejo pero no imposible. Supongo que cuando el trabajo surge de un gesto de honestidad y compromiso, la posibilidad de una visión única está más cerca.
Innovar es complejo pero no imposible. Supongo que cuando el trabajo surge de un gesto de honestidad y compromiso, la posibilidad de una visión única está más cerca.
A parte del metal, ¿cuáles son los materiales con los que más te gusta trabajar?
El metal te da posibilidades casi infinitas, y en concreto el metal dorado tiene mucho sentido por mi imaginario, por eso me inclino más a trabajar con él. También hago muchas piezas con metacrilato porque tiene otras propiedades. Con él consigo hacer un estudio del color y de las transparencias que con otros materiales no puedo, y además tiene una pureza formal muy interesante.
¿Crees que existe la joyería ‘tradicional’ y la joyería ‘contemporánea’?¿Cómo definirías tus piezas?
Es una pregunta que puede generar un debate infinito. Tal como yo lo concibo, se puede hacer joyería moderna o contemporánea con técnicas muy tradicionales, y joyería tradicional con la mejor tecnología de ahora. La cuestión principal es si las piezas hablan de contemporaneidad, de pasado, o simplemente no hablan. La diferencia entre joyería tradicional y moderna para mí está en el discurso. Yo intento, experimentando con técnicas tradicionales, hablar de lo que vivo hoy. Aunque creo que es tan necesaria la tradición como saber romper con lo convencional.
Si tuvieras que elegir una pieza de joyería, ¿cuál sería?
No sé si podría elegir una única joya. Me encantan los relicarios, los amuletos y las medallas religiosas por como la gente deposita en una pieza tanto simbolismo.
Probablemente elegiría alguna pieza de un traje regional, como el brazalero de utensilios del traje de Vistas de la Alberca, que me parece increíble.
Probablemente elegiría alguna pieza de un traje regional, como el brazalero de utensilios del traje de Vistas de la Alberca, que me parece increíble.
¿Cómo explicarías tu evolución como joyera y como artista? ¿Cuál de tus piezas crees que expresa mejor qué o quién es Cristina Junquero?
Más que de evolución como joyera, podría hablar de evolución como aprendiz. Tengo muy presente que me encuentro aún en una etapa de exploración, la cual espero que dure mucho. En esta etapa vivo el momento más dulce y estimulante, el momento del juego y de la experimentación en el taller.
Por eso creo que las piezas que mejor hablan de quién o qué es Cristina Junquero son los pines de una serie que elaboré a partir de formas aleatorias en alambre. Una vez acumulé una cierta cantidad de formas, me pasé días jugando a combinarlas. De las composiciones más interesantes saqué una pequeña edición de piezas que juegan con la forma y con el plano.
Por eso creo que las piezas que mejor hablan de quién o qué es Cristina Junquero son los pines de una serie que elaboré a partir de formas aleatorias en alambre. Una vez acumulé una cierta cantidad de formas, me pasé días jugando a combinarlas. De las composiciones más interesantes saqué una pequeña edición de piezas que juegan con la forma y con el plano.