El nombre de Brisa Fenoy no hace más que sonar desde su aparición estelar en el retorno de OT. Y ahora, en medio del caos en el que se ha convertido su vida, ella ha decidido tomarse tres minutos –así ha titulado su nuevo single– para concienciarnos a todos con un mensaje más, también muy necesario. Y es que a eso nos tiene acostumbrados: todo lo que dice y hace tiene un mensaje detrás. Dicen que le viene de familia, pero además, ella es genuina y especial: comprometida, activista, con ganas de cambiar el mundo y concienciar al público desde el mainstream. Con esta presentación creo que definitivamente Brisa merece que nos tomemos unos minutos para escuchar su nuevo single, y algunos más para leer la entrevista que nos ha concedido.
En unos meses has pasado de ser una completa desconocida a nivel mainstream a que tu canción Lo malo esté en el top seis global y todos hablen de ti. ¿Quién es Brisa Fenoy y cómo has vivido este cambio tan radical en tu vida?
Ha sido todo muy rápido y estoy muy orgullosa porque, definitivamente, se me ha identificado como lo que soy, se me ha hecho mucha justicia. Me encanta que se me reconozca a nivel compositivo, que es lo que más disfruto, y también me encanta que la gente haya captado el mensaje: es un tema bailable y reggaetonero pero que dice algo muy transgresor y feminista. Y estoy muy contenta con que la canción haya llegado tan alto gracias a Operación Triunfo, a la televisión y a Aitana y Ana, las intérpretes, que son maravillosas. Al final los astros se han alineado para que todo suceda de la manera perfecta y la verdad es que estoy muy satisfecha. Y es que lo que yo quiero conseguir con mi música es transformar, dar mensajes a través del mainstream.
A tu música la llaman reggaetón feminista. ¿Te gusta esa etiqueta y te sientes identificada con ella?
Sí. Lo malo es un tema muy urbano; no sé si llamarlo reggaetón pero tiene una base que sí que lo es. Es un tema urbano y feminista, cuando en realidad, el trap, el reggaetón y la música urbana en general suele ser machista. Así que tener un tema que ha tenido una repercusión a nivel mundial y que es feminista, la verdad es que me flipa.
En algunas ocasiones has dicho que te has sentido cosificada y dominada. ¿Cómo has conseguido llegar al punto en el que te encuentras pese a todos esos impedimentos?
Me ha costado muchos años llegar hasta aquí, muchas desilusiones, muchos noes. Hasta que llegó este sí. Porque todos siempre me han querido pero como modelo, como producto: chica que canta, guapa, modelo, etc. a la que vendo y me forro; querían hacerme a su gusto. Yo he tenido siempre muchas ofertas pero siempre he dicho que no a todo, solo he dicho que sí a esta combinación con Universal Music porque me permitían libertad, me dejaban ser yo misma.
Has dicho en ocasiones que la música debe llevar un mensaje, que hay que transmitir cosas. En tu caso, parece que todo lo que haces tiene un mensaje muy concreto detrás. ¿Crees que dentro del mundo de la música, convertirte en mainstream o comercial es la única forma de hacer llegar de forma real el mensaje que quieres transmitir al gran público?
Has dado en la clave. Eso es justo lo que quiero hacer. Lo tenía claro desde hace mucho tiempo: el mundo underground es muy guay y me llama mucho la atención, hay un público minoritario que normalmente ya está concienciado. Entonces, yo vi la necesidad de concienciar a todos los demás. La mayoría de gente consume mainstream, música más bailable, y yo quería mandarles mensajes a ellos, concienciarles y hacerles ver las cosas de forma diferente.
Tu madre es poeta y escritora; tu padre, sindicalista declarado; y tu hermano, fotoperiodista. Definitivamente, sois gente con muchas cosas que decir y que os queréis hacer oír.
Sí, mis padres desde pequeña me han educado muy libremente, sensiblemente, valorando todo lo que tenía, ayudándome mucho. Nunca me han llevado a programas de televisión de talentos, por ejemplo: me he criado en la playa, en el campo, perdida. La verdad es que mis padres tienen un fuerte sentido de lucha, activismo, ganas de transformar, siempre se han dado a los demás. Así que supongo que es inevitable que su hija sea así. Muchas de las cosas que he hecho son, definitivamente, por ellos.
Durante muchos años has trabajado como modelo e incluso en alguna ocasión, como diseñadora, ¿mantienes una relación especial con la moda que te influya o inspire también a la hora de componer y en tu faceta artística en general?
La moda me influye muchísimo porque la veo como un mecanismo o forma de expresión. Como la música, la moda es un lenguaje no verbal pero que dice muchísimo, entonces, combinando una cosa con la otra, da lugar a algo con mucho poder. Creo que tengo un fuerte sentido de la estética y eso me ayuda mucho a sentirme más ‘yo misma’ y a transmitir cosas. Eso es lo que me llevo de haberme dedicado durante más de siete años al mundo de la moda.
Tu segundo sencillo, Jericó, ha tenido mucha repercusión, no solo por el tema en sí, sino por todo lo que ha desencadenado (el documental sobre la frontera entre España y África). Explícanos un poco el sentido y el porqué de la canción y su relación con la migración.
Para mí es muy importante la migración porque yo he nacido y me he criado en Algeciras, mi hermano ha hecho muchos fotoreportajes sobre la migración, etc. En general, toda mi familia está muy concienciada con el tema y yo veo muy necesario hablar sobre ello: solo son catorce kilómetros los que nos separan de haber vivido otra realidad. A mí siempre me ha chocado mucho que desde la ventana de mi casa pudiera ver Marruecos y siempre pensaba en que otras personas de allí estarían mirando hacia mí, desde su ventana. Hacía un gran ejercicio de compasión, y es que me indigna mucho este tema: creo que debemos hacer algo, no puede ser que medio mundo esté en condiciones de necesidad urgente, de precariedad, con las necesidades humanas y básicas sin cubrir. Los derechos humanos están en peligro en muchos sitios y en muchos sentidos.
Por ejemplo, hace años estaba en Turquía. Vivía en Estambul casi la mitad del año porque trabajaba mucho como modelo allí: prefería Estambul antes que París o Londres. Me conectaba mucho más con Marruecos, con la gente, con la comida; me sentía más en casa. Cuando salía de casa veía a las familias, la gente en las calles, y me afectaba muchísimo, no entendía por qué pasaba eso. Al final te das cuenta de que no todo el mundo tiene la misma suerte que tú, y que si tú la tienes, has de hacer algo para que las cosas mejoren. El tema del documental está cogiendo mucha dimensión: colaboramos con Playground, que hace poco llevó a cabo una iniciativa también con los manteros, y también Netflix está interesado.
La gente que aparece en el videoclip de Jericó son los protagonistas del documental. ¿Cómo surgió hacer el videoclip con ellos y que todo desencadenara en la idea del documental?
Estaba haciendo el videoclip y pensé que ellos no se podían quedar sin voz. Creía que había que ir más allá, hacer algo más. Entonces, cogí a mi hermano y les hicimos una batería de cinco preguntas a cada uno: ¿Por qué estás aquí? ¿Cómo has llegado hasta aquí? ¿Cuál es tu sueño?, etc. Les invitamos a reflexionar para del mismo modo hacer reflexionar al público. Y es que nadie quiere dejar el lugar donde ha nacido así porque sí. Y bueno, todo esto ha empezado a coger más dimensión y hemos llegado hasta aquí. Y como ya he dicho, he de remarcar el apoyo de todas las plataformas: Playground y Netflix. Y en poco tiempo vamos a presentar el documental en el Festival de Cine Africano en Tarifa. En definitiva, queremos que esté listo para junio, para el día de los refugiados. A ver si llegamos.
Eres una persona muy comprometida y es que, a parte del proyecto del documental, también eres imagen del Top Manta de Barcelona.
Sí, estoy colaborando con la nueva colección que han sacado los manteros. También es verdad que, por otro lado, soy imagen del Corte Inglés, porque meter mi canción en un proyecto que me diera tanta visibilidad también me interesaba, pero al mismo tiempo me encanta poder involucrarme en otros proyectos como el del Top Manta. Intento mantener un equilibrio en todo lo que hago.
Acabas de sacar tu nuevo single, 3 minutos, en el que invitas a frenar el acelerador y disfrutar de la tranquilidad y la pausa para alejarnos del caos del día a día. ¿Consigues eso en tu vida diaria, te puedes tomar un respiro en algún momento?
Pues mira, normalmente mi respiro es musical cuando tengo un momento en el coche, viajando, etc. Me pongo canciones y son las que me relajan. Por eso, como a mí me funcionan esos tres minutos de las canciones, he jugado con eso: aunque solo sea en ese momento, podemos hacerlo. Ahí está la metáfora.
Pero ahora mismo no puedo tener mucha pausa. También ese es uno de los porqués de la canción, por mi frustración. Todo lo que ha pasado con Lo malo es muy positivo, pero yo también necesito un momento de pausa, no quiero perderme a mí misma, quiero saber hacia dónde voy, lo que soy, mi esencia, lo que quiero hacer por la sociedad. No quiero perderme. Por eso también compuse esta canción.
Describes la canción como “mindfulness”, es decir, de concienciación. ¿De qué quiere concienciar al público Brisa Fenoy con el mensaje que transmite en 3 minutos?
Sí, ese es el concepto de 3 minutos. Yo le llamo canción mindfulness porque es la práctica espiritual de pararse un momento para saborear lo que estás haciendo en el presente. No centrarte en el pasado ni en el futuro, centrarte en el aquí y ahora. Hacer la comida, viajar, el sol en la cara, etc. En definitiva, las pequeñas cosas que te da la vida. Yo creo que son las que te dan la felicidad: saberlas disfrutar, saborear, pararte, escucharte. El mensaje es ese: párate, escúchate. Solo por pararte te vas a reencontrar contigo, vas a saber lo que quieres.
Estamos constantemente invitados a perdernos, y yo con esta canción quiero que nos paremos, quiero que pensemos y controlemos nuestra dirección. Por eso lo de “frena el acelerador, mete marchas con control, hacia donde quiero yo”. Además, pienso que la pureza de los niños es muy importante: todos tenemos un niño dentro y no lo sacamos porque la sociedad dicta que no hay que hacerlo, creemos que tenemos que ponernos una máscara, y eso me horroriza. 
En el videoclip se puede apreciar un minucioso cuidado de la estética, ¿crees en el poder de la imagen como parte inherente de tu trabajo?
Yo creo que soy muchas cosas: música, cine, moda. Todo eso soy yo, no soy una cosa separada de la otra. Me considero holística en este sentido. He trabajado en muchas cosas y me he nutrido de todo, que eso es bueno, pero a veces también puede tener una parte mala: las discográficas, todo el mundo de la industria de la música a veces quiere manejarte, utilizarte.
¿Tiene alguna connotación el lugar elegido para filmar el videoclip, concretamente entre Isla mujeres y Cancún?
Simplemente me pareció muy guay hacerlo ahí. Es un lugar muy especial para mí porque me conecta mucho con la paz, la tranquilidad, la naturaleza y con la gente que vive allí, que tiene muy poco, pero a la vez tiene mucho; es muy feliz con lo que tiene. Me aleja del consumismo, de Occidente, de la gran ciudad. Siempre me restablece cuando voy. He estado muchas veces y es un lugar que significa mucho para mí. Me fui con todo el equipo de aquí y ha sido de las experiencias más bonitas de mi vida. Es increíble. Y ahora también saldrá el videoclip de Flores de colores, que lo rodé en Yucatán, en el único lago rosa que existe (bueno, también hay uno en Australia).
A parte del nuevo single, ¿tienes proyectos futuros que se pueden revelar? ¿Lanzar un disco está entre tus planes?
Tengo bastante actuaciones previstas: estaré en el festival Primavera Trompetera el 25 de mayo; en el Festival Hirian en Bilbao el 26 de mayo; en el Love Fan Fest en junio. Tengo muchas cositas, y aparte, estoy preparando un nuevo single que no puedo decir cuándo va a salir, pero prontito: estoy trabajando con una chica muy potente y creo que puede tener mucha repercusión también en Latinoamérica. Y bueno, sacar un disco está entre mis planes también, pero todo está por ver.
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