Pasan los años y por más que desde algunas narrativas oficialistas se intente derrocar todo lo que encierra la estética quinqui española, esta sigue en pie debido a su papel en la estética de marcas, artistas, productos y diseños y sigue volviendo de forma trendy parándose especialmente en las cuestiones de vestimenta, y de forma cíclica. Pero la realidad es que lo quinqui toca el borde entre el chándal y la clase trabajadora. Arrebato de Iván Zulueta, o Yo soy la Juani de Bigas Luna, permanecen como ejemplos muy presentes en el imaginario cinematográfico español que estamos revisitando desde lo millennial en este punto de la línea del tiempo. Pero de forma más actual, y casi como ejercicio continuista no intencionado ocurre lo mismo con Facendera, la alabada novela de Óscar García Sierra.
Pero aquí hemos venido a hablar de Bel Fullana, y, precisamente, de su obra en la que de unos años hasta la actualidad aparecen cada vez más mujeres en actitud desenfadada, algo gamberras y con una estética y experiencia quinqui. La grandeza de situar estas identidades entre cuatro paredes no reside en un acto heroico, sino en una visión muy particular de su propio imaginario, la expresión de éste, y la inclusión de lo quinqui en la historia del arte contemporáneo español de la última década. Curiosamente hay detalles y elementos que podrían llevarnos a pensar en lo extraterrestre, lo alien, y que responderían a la experiencia del espectador enfrentándose a sus obras.

Lo kitsch podría considerarse una constante en su propuesta artística desde los inicios, en la que esas figuras femeninas protagonistas han ido creciendo a la vez que ella, y en esta última etapa viven una especie de liberación donde los colores se acercan al flúor, el motor y su cultura están presentes, y el descaro va dando forma a las protagonistas de sus pinturas. Con 16 años supo que quería ser artista, especialmente tras ver una exposición de Ricard Chiang. Y tal como ella relata, hay algo de sus dibujos de la infancia y adolescencia que permanecen, muy acertadamente, en su obra. Por encima de todas las cosas, hay una que subraya su trabajo: una sensación de libertad y diversión que te conmueve al presenciar su trabajo.

Nació en 1985 en Mallorca ) y estudió Bellas Artes en la Real Academia Catalana de Bellas Artes de Sant Jordi. Ha expuesto en infinidad de espacios destacados del arte contemporáneo a nivel mundial, desde Allouche Benias Gallery (Atenas), Freight+Volume (Nueva York), Galería Herrero de Tejada (Madrid) pasando por Piermarqu* Gallery (Sidney), Unit London Gallery, Eligere Gallery (Seúl), Dopeness Art Lab (Taiwán), Marquee Projects (Nueva York) y NBB Gallery (Berlín), entre muchas otras y, por ejemplo, Es Baluard Museo de Arte Contemporáneo de Palma recientemente adquirió una de sus pinturas para su colección. En 2017 recibió El Premio Ciutat de Palma de Artes Visuales. Ha realizado residencias artísticas en DNA Summer Residency en Provincetown (Massachusetts) y en PANAL 361 Art Residence en Buenos Aires. Vive y trabaja en Mallorca, representada por Galería Fran Reus (España) y Freight+Volume (NY).

Actualmente expone su obra en Tuesday to Friday (Valencia), y en breve lo hará en Galleri Sandberg (Odense, Dinamarca) y en 42 Art Space (Beijing). Hace poco tuvimos la oportunidad de conversas con la artista,
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Butterfly Sugar Baby. 2022.
Hola Bel, ¿cómo estás? ¿Cómo llevas el día?
Hola, muy bien.
Creo que podemos decir con seguridad que hay una gran influencia de la cultura pop de masas en tu trabajo. ¿Hay algún elemento de la cultura actual que te fascine? ¿Y alguno que detestes?
Que se idolatren actitudes quinquis y barriobajeras, lo adoro y me fascina, pero a la vez también lo detesto.
Cuando leo sobre tu obra aparece a menudo el concepto del dibujo infantil como uno sin limitaciones. Tu técnica genera esa sensación de estar ante pinturas en la que los personajes y elementos que aparecen parecen haber sido creados desde un punto de desenfado pero que en realidad encierra un estilo y unas ideas muy concisas. ¿Has sentido alguna vez que tu trabajo haya sido infantilizado?
A nivel ideas y trasfondo diría que no, de hecho, muchas veces he leído interpretaciones y textos sobre mi trabajo que me han parecido demasiado intensas y cargadas de contenido, normalmente bajo una óptica feminista. La verdad es que me sorprende e incomoda, porque yo hago mi trabajo sin esa intención. Mi trabajo no tiene nada de político ni reivindicativo.
Si te soy sincera diría que soy yo misma la que infantiliza mi trabajo. La realidad es que es mucho más infantil de lo que se interpreta. Es como cuando a un niño le pides que te haga un dibujo, lo normal es que pinte/dibuje lo que le gusta, lo que le llama la atención y eso es lo que yo hago.
¿Recuerdas el momento en el que decidiste dedicarte a la pintura y cómo fue? ¿Hay alguna otra disciplina artística que te guste o a la que te dediques?
Que yo recuerde, siempre quise ser artista, aunque sé cuál fue el momento en el que la cabeza me hizo ‘click’, fue durante la visita a una exposición de Ricard Chiang allá por el año 2000. Yo solo tenía 16 años, la exposición me impactó tanto que salí de ahí como en shock y con el convencimiento de que eso era a lo que quería dedicar mi vida.
Hasta el momento únicamente me dedico a la pintura, aunque también he jugado con la fotografía, el vídeo y la cerámica, pero sin una continuidad y más como una forma de experimentación. Ahora mismo siento que la pintura se me está quedando corta, me siento muy limitada y quiero ampliar horizontes. Me atrae mucho la animación 3D y la escultura y me gustaría aprender estas disciplinas para ver qué pasa.
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Green Diabla. 2022.
Me pregunto si en algún momento, incluso siendo más pequeña, te encontraste con alguien o algo que te hiciera pensar que “no se dibuja así” o que intentase “corregir” tu estilo hacia algo más figurativo.
Si te refieres a cuando era una niña diría que sí, claro, como todos los niños, supongo. Creo recordar que en el cole siempre se valoraba más a quien más figurativo/realista dibujaba, en lugar de valorar la expresividad, la imaginación o incluso la gracia. Un dibujo de un niño con menos dotes para captar la realidad de una manera figurativa y realista puede tener mucha más gracia que uno que dibuja a la perfección.
Y contestando a tu pregunta desde una perspectiva más reciente, diría que no, nadie se ha metido en mi manera de pintar para intentar cambiarla a algo más ‘bien hecho’ pero comentarios como ‘esto podría hacerlo mi hijo’ los he oído muchas veces.
En tu día a día, ¿existe algún momento en el que de repente tus pinturas te desvelen algo sobre ti?
Que soy muy insegura.
Los personajes que aparecen en tus creaciones son desafiantes, divertidos e incluso un poco gamberros. En tu obra más reciente encontramos mujeres con cabezas de gatito, algunas con apariencia de alien y la presencia de motos y ruedas. Además, se observan tonos más oscuros e incluso pintura fluorescente. ¿Esta nueva parte de tu trabajo ha sido motivada por algo en concreto?
No sé, yo diría que siempre intento hacer pequeños cambios tanto en el tono de los colores como en la estética o la actitud de los personajes. Me parece una manera de ir evolucionando sin alejarme demasiado. Últimamente me había hartado de mis propias pinturas y sigo un poco harta, la verdad. Me parecen todas muy repetitivas, me alegra que me digas que en las nuevas ves algo diferente.
¿Crees que ahora tu obra gusta más a nivel estético a pesar de que llevas años trabajando en ella, porque existe cierta tendencia hacia lo sórdido?
Lo antiestético, feo y malicioso ahora es super trendy, no sé si tendrá algo que ver con que ahora gusten más mis pinturas. Puede que sí, la mirada se educa, y ahora este tipo de estéticas nos entran mejor.
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MotoBooty. 2022.
De todas las exposiciones que has hecho hasta ahora, ¿cuál consideras que ha sido la más importante?
Mi exposición más importante a nivel emocional y experimental fue un proyecto llamado Club Miseria que comisario Tolo Cañellas en 2019. Se trataba de una instalación en la que no hubo ni una sola pintura y eso para mí fue muy raro e importante. Todo en la exposición era como la esencia de mi trabajo, pero sin exponer mi trabajo como tal. El show fue en el sótano del Casal Solleric de Palma, una especie de catacumba donde hicimos un simulacro de un club nocturno, con piezas de audio, visuales e instalación escultórica de unos urinarios para evocar unos baños de discoteca donde los visitantes podían dejar sus insignias. La inauguración emulaba la fiesta de cierre del club y fue apoteósica, coincidió con la Nit de l’Art de Palma donde se junta mucha gente en las calles para visitar exposiciones y en solo unas horas pasaron unas ocho mil personas por aquel zulo, incluso teniendo que hacer largas colas para bajar por las estrechas escaleras. ¡Fue genial! ¡Muy guay, muy guay! De hecho, es un proyecto que esperamos repetir en otras localizaciones.
Pero si tengo que hablar de mi exposición más importante a nivel carrera, todavía no ha sucedido, pero ya tiene fecha. Será en febrero de 2024 en es Baluard Museo de Arte Contemporáneo de Palma y la comisariará Nuria Gómez Gabriel.
¿Cuáles son los artistas que más te gustan, más allá de que puedan ser influencias o no?
Algunos de mis artistas preferidos son Jonathan Meese, Katherine Bernhardt, Austin Lee, Robert Nava, Marria Pratts, Michael Swaney, Julius Hofmann, Cajsa von Zeipel, Anna Uddenberg, etc.. Muchos más. Hace poco me obsesioné con María Forqué aka Virgen María, su trabajo me flipa y me ha cambiado la perspectiva sobre el arte en sí.
Y me inspiran también muchas artistas en el ámbito de la música; Grimes, Zheani, Hoffmanita, Tomasa del Real, La Zowi, Yolandi Visser… Tanto su música como su estética para mi son una influencia.
¿Recuerdas qué cosas te gustaba dibujar cuando empezaste a hacerlo? ¿Han variado mucho con respecto a lo que te gusta ahora?
Mi madre guardó una caja con mogollón de dibujos y cuadernos de mis primeros años en el cole. Es curioso ver como los personajes en los cuadernos son super parecidos a los que pinto ahora, aparecen chicas con las uñas largas y vestiditos cortos, también aparecen mogollón de figuras extraterrestres como flotando en el universo. Dibujos muy sintéticos, pero con la misma idea ya desde hace más de 30 años.
Aunque también hubo etapas en las que pinté muy diferente, hace unos 12 años pintaba retratos de niños, en plan siniestro y super figurativo. Ahora los veo y molaban bastante, pero los siento muy lejanos, es como si no fuesen míos.
¿Cuáles son tus próximos proyectos de futuro?
Tengo 3 colectivas en breve, en Tuesday to Friday (Valencia), en Gallery Sandber (Odense) y en 42 Art Space (Beijing) y de cara a 2024, una individual en Es Baluard, y otras propuestas que están ahí pero que todavía no se han cerrado.
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Puti Pony. 2022.
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Baby Killer. 2022.
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Tarántula. 2021.
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MotoMiau. 2021.
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Toxic Twins. 2022.
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PutiPandi. 2022.
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Cussi Tractor. 2021.
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Eternal Cosmic Fun. 2021.
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Bad Bitch 333. 2022.
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Motoputón. 2021.