En pocos meses el nombre de Bad Gyal ha conseguido un posicionamiento en la cabeza de (casi) todo el país. La joven catalana se ha coronado como “la reina del trap” aunque lo cierto es que el acercamiento musical de Alba, aka Bad Gyal, está influenciado por muchas vías que van desde el dancehall jamaicano, hasta el R&B o el hip hop. Después de haber logrado que todo el mundo gire la cabeza a su paso y haberse ganado el respeto de la crítica y el público, estrena su primer mixtape Slow wine.
Estamos en un momento en el que recibimos inputs de todos los lugares del mundo. ¿Cómo los sintetizas tú y los pasas por el filtro Bad Gyal? Es decir, ¿de qué te nutres y cómo digieres esas influencias para sacar algo personal?
Pues la verdad es que es un proceso natural. Mi música sale de lo que me gusta y de lo que he escuchado. Ya está dentro de mí y considero que no tengo que ir a buscar nada fuera. Mis influencias vienen, sobre todo, de estilos como el R&B, que caló mucho en mí cuando era pequeña, y también del reggaeton y el dancehall. Este último estilo musical fue un descubrimiento muy personal con el que me siento muy identificada, tanto con el oldschool como con el new dancehall, que está sacando un sonido mucho más pachanguero y electrónico.
Hablando de inputs, desde hace ya algunos años, muchos artistas se dan a conocer a través de Youtube, Bandcamp y plataformas similares. ¿Cómo ha afectado y afecta Internet a tu carrera?
Internet es la ventana que te da la oportunidad. Ahora salen mil videos de peña que canta o rappea, y quizá por curiosidad los miras. Para mantener el interés hay que tener talento, está claro, pero también hay mucho curro detrás. En mi caso, por ejemplo, ahora que en España ya tengo la ventana abierta, Internet me ayuda a crearme un foco fuera, donde se trabaja mucho más en serio que aquí. Gracias a eso he llegado a conocer a gente que curra de verdad en los géneros que yo he escuchado, gente que está fuera del hype que hay ahora en España y que realmente viven y se identifican con la música que hacen. 
Se dice que has revolucionado el panorama trap nacional, ¿tú qué opinas?
Yo no considero que haga trap, eso es una confusión de los medios, que unifican una serie de movimientos que están pasando entre los jóvenes. Ahora somos unos cuantos que hacemos estilos nuevos y, sí, hay mucha gente que está haciendo trap, pero yo no, y no quiero que se entienda así. Eso pasa porque en España la gente no sabe aún qué es el dancehall, que es lo que yo hago. En cuanto a lo de revolucionar, no sé si he revolucionado o no, lo que sí sé es que de esta movida soy la única que hace 100% dancehall. Es mi estilo y es lo que me mola. Yo no voy a forzar nada ni a ponerme a hacer trap porque ahora es lo que se lleva.
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Tu discurso trata el tema del empoderamiento de la mujer. ¿Cuáles son tus referentes feministas?
A mi me gustaría separarme de términos como ‘feminismo’ porque he tenido experiencias con gente que lo defiende mucho y he visto que no me representa del todo. Yo antes bailaba dancehall en el bar de mi pueblo y me decían que cosificaba mi cuerpo, que era sumisa, etc. Si eso es el feminismo, entonces no me representa. ¿Por qué coño no puedo hacer lo que me gusta? Más que hablar de feminismo hablo de las situaciones a las que me he enfrentado por ser como soy y por hacer lo que me gusta. Me gusta más hablar de empoderamiento, pero no sólo hacia las mujeres sino hacia cualquier persona, empoderamiento como actitud hacia la vida. Haz lo que quieras hacer y que te la suden los juicios de la gente. Si eres chico y quieres hacer twerk, dale.
Estudias por la mañana y trabajas por las tardes. ¿En qué momento haces música? ¿Cuál es tu proceso creativo?
¡Pues hago música cuando tengo un momento de respiro entre todo eso! (Risas) A veces en el metro escuchando un beat me pongo a escribir algunas barras, o cuando me junto con Fake Guido y nos ponemos a currar a saco. Escuchamos música y en algún momento nos viene la inspiración y sale algo guapo y espontáneo. No hay mucho más, es un proceso bastante impulsivo y corto; escribir una buena letra me lleva como mucho diez minutos.
No hace ni un año que colgaste tu vídeo de debut Pai en tu canal de Youtube. ¿Cómo has vivido el pasar a estar en boca de todos en tan poco tiempo? ¿Dónde te ves dentro de un año sabiendo que esta industria va tan rápido?
Todo ha sido una locura. Yo colgué el vídeo sin pensar mucho y al principio pasaron muchas cosas. No me dio tiempo a nada, ni a saber llevarlo, me faltaba experiencia. Ahora con la mixtape es diferente porque he conseguido sacar un sonido que me flipa y que está muy cerca de lo que yo escucho en mi día a día.
Después de Slow wine, ¿qué proyectos te traes entre manos o qué es lo próximo que te gustaría hacer?
Voy a empezar a currar con productores internacionales que están trabajando con los artistas que a me gustan, así que voy a sacar un sonido muy potente dentro del dancehall. También tengo cosillas de Fake Guido guardadas en la recámara, dancehall con restos de dembows y otras mezclas de estas que nos mola hacer.
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