Este gobierno se parece mucho a otros que han sido los más oscuros de la historia de Argentina, solo que moderno, más ‘correcto’ en sus formas. Pero la gente en mi país está pasando hambre mientras otrxs se están enriqueciendo más que nunca. Hay represión policial, hambre y endeudamiento. Y como en aquellos años, es común a Latinoamérica. Lo de Bolsonaro en Brasil es absolutamente terrible.
Claramente, nada de esto es casual. Con respecto a la lucha por el aborto, es hermoso y poderoso vernos ahí en la calle, fue una muestra de poder popular impresionante. Yo creo que va a salir, pronto. Es inminente. Sí, de nuevo, creo que hay que aprovechar ese caudal político y traer esa otra lucha que es tan nodal y lo atraviesa todo, que es la lucha en contra de la desigualdad espantosa entre ricos y pobres. Digo, si hablamos de libertad, vayamos hasta el final del razonamiento. ¿Qué libertad de elegir tiene alguien que no puede ni comprar comida?
La semejanza que yo veo entre el período previo a la dictadura del 76 en Argentina, que fue un momento de gran efervescencia política, y el feminismo actual, es esa sensación de estar ante la posibilidad de cambiarlo todo. Es muy complejo conseguirlo, pero la utopía crea tracción. Y algo nos tiene que sacar de este pozo. Como en aquel entonces, amenazan los errores propios y una derecha implacable que avanza sin piedad.