Había noches, sí, las había. Noches en las que Chloe Sevigny y Kate Beckinsale dominaban el ambiente más discotequero enfundadas en vestidos de diseño, en las que Alaska entonaba el son de su mítico Murciana marrana en algún garito durante La Movida, o diseñadores como Halston danzaban junto a Diana Ross en la pista de Studio 54. Esas noches son leyenda y siempre lo seguirán siendo. La historia se escribe de noche, pese a quien le pese, incluso estando clausurada. Porque como el Grinch, el coronavirus nos ha robado el ocio nocturno, dejando huérfanos a todos aquellos que sujetamos nuestro cigarro mientras esperamos en la fila de cualquier bar de moda, deseando en secreto que esa noche nos cambie la vida.
Gracias a libros como Los bailes perdidos podemos retrotraernos a cuando la vida era mejor y las noches eran sinónimo de aventura. Y ha sido el trío madrileño neo-bakala conocido como VVV [Trippin’you], quienes han reunido en un homenaje lo que de verdad significan esas horas que disfrutamos bajo las estrellas y los altavoces de cualquier club.
La idea surgió gracias a la gran acogida recibida por su segundo disco titulado Escama, que irrumpía en el panorama musical tras 4 años en silencio. Pero llegó el Covid, y con eso, el fin de cualquier evento musical en directo. Pero embrujados por la magia neo-bakala de VVV Tripin, Los bailes perdidos (Escama Remisex) revistan Escama para recordar todos aquellos temas que no llegaron a sonar en vivo.
El homenaje viene acompañado de un obituario, un libro donde más de cincuenta colaboradores que van desde fans a músicos o programadores, elaboran un libro capaz de capturar las vibraciones y la energía de esos momentos en los que la música, los bailes, el sudor y la euforia se mezclaban como un cóctel tan delicioso como explosivo.
En total, trescientas páginas de fotos, textos y testimonios que nos trasladan, aunque sea durante un instante, donde nunca quisimos irnos pero adonde, sin duda, volveremos: la noche con su música y sus misterios.
La idea surgió gracias a la gran acogida recibida por su segundo disco titulado Escama, que irrumpía en el panorama musical tras 4 años en silencio. Pero llegó el Covid, y con eso, el fin de cualquier evento musical en directo. Pero embrujados por la magia neo-bakala de VVV Tripin, Los bailes perdidos (Escama Remisex) revistan Escama para recordar todos aquellos temas que no llegaron a sonar en vivo.
El homenaje viene acompañado de un obituario, un libro donde más de cincuenta colaboradores que van desde fans a músicos o programadores, elaboran un libro capaz de capturar las vibraciones y la energía de esos momentos en los que la música, los bailes, el sudor y la euforia se mezclaban como un cóctel tan delicioso como explosivo.
En total, trescientas páginas de fotos, textos y testimonios que nos trasladan, aunque sea durante un instante, donde nunca quisimos irnos pero adonde, sin duda, volveremos: la noche con su música y sus misterios.