Adentrarse en las páginas de Where Mimosa Bloom es adentrarse en una historia personal e íntima. Es descubrir a quien está ausente mediante fotos de momentos, de objetos, y de retratos de personas. Y es que este libro surge cuando Rita Puig-Serra comienza a crear un álbum fotográfico lleno de recuerdos con el objetivo de regalárselo a familiares y amigos, a raíz de la pérdida de su madre, Yolanda.
Ese punto de partida sin pretensiones fue poco a poco creciendo, hasta convertirse en una preciosa carta de despedida en forma de fotolibro, que ha lanzado Éditions du LIC. Se trata de un cuidado volumen que se presenta este jueves 26 a las ocho de la tarde, en el número 151 de la calle Enric Granados de Barcelona, y que contará con la presencia del fotógrafo Aleix Plademunt, y del editor Nicholas McLean, además de la propia autora.
A lo largo de las páginas de Where Mimosa Bloom nos encontramos con una serie de imágenes de lo más variado: retratos a toda página de familiares y amigos, fotos sacadas de viejos álbumes familiares, fotos que registran objetos cotidianos, notas manuscritas o garabateadas, hasta una invitación de boda. Imágenes que se hilan de manera natural y enlazan momentos cotidianos que nos dan pistas sobre la historia que tenemos entre manos. De esta manera, mediante los diferentes registros y formatos, los silencios de las páginas en blanco, y las conexiones que se establecen entre las imágenes, se crea una línea narrativa dinámica y sugerente.
Where Mimosa Bloom desprende silencio, ausencia, y una cierta melancolía. Aún así, el vitalismo se cuela a lo largo del libro, en los momentos escogidos, en la calidez de los objetos usados, que adquieren otro valor en la ausencia. Objetos que construyen un lenguaje, unas veces más claro, otras más críptico: el del universo madre-hija. Así, acercarnos a este libro nos permite hacernos un retrato y una idea de esta relación. Pero también nos permite darnos cuenta que de una vivencia personal salen mensajes universales y de que una persona deja su esencia en las cosas más cotidianas.
Sophie Calle, Roger Guaus, o Sven Jacobsen, son artistas que han abordado, en sus respectivas obras, las relaciones entre padres e hijos, y que han ayudado a Rita en el proceso creativo como referentes, entre muchos otros. Como Roland Barthes y su Diario de duelo, en el plano literario, o los volúmenes Redheaded Peckerwood, de Christian Patterson, y Easter and Oak Trees, de Bertien Van Mannen; a nivel de edición, o la obra de la fotógrafa Maria Strum, a nivel estético.
El proceso creativo de este fotolibro ha sido algo terapéutico a la vez que revelador para la autora, ya que, aunque vinculada al mundo editorial, supone su primer proyecto fotográfico. Proyecto que le ha llevado a ser la primera española que publica en la editorial noruega Éditions du LIC, y que ha abierto una línea de trabajo nueva para ella, y de la que estaremos muy pendientes.
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