No quiero ser el aguafiestas en tiempo de sol y playa, pero un baño de realidad es tan necesario como el del agua refrescante del mar. ¿Sabías que, tan solo el año pasado, al menos 6.618 personas murieron en el Mediterráneo mientras huían de su país en busca de unas condiciones de vida mejor para ellas y sus familias? Esas personas, muchas de ellas de Senegal y otros países del África occidental, dicen una frase antes de emprender ese peligroso viaje: Barça o Barzakh, que significa Barcelona o muerte. Tomándolo como lema a esgrimir ante la injusticia y la impasividad de los estados europeos, Top Manta ha lanzado una colección que se apropia de la equipación del club blaugrana para transmitir un mensaje de ayuda y de alerta.
Top Manta, la marca de los manteros de Barcelona, una cooperativa social y solidaria, lleva años luchando por los derechos de las personas migrantes en situación irregular y denunciando los problemas a los que se enfrentan: rechazo, racismo, leyes draconianas o falta de compromiso social, entre muchas otras. Y siguen haciéndolo cada día, contribuyendo con su granito de arena a construir una sociedad mejor. Su iniciativa Barça o Barzakh responde a la situación desesperada de miles de personas, especialmente del África Occidental, y más concretamente del Senegal, que lleva años viviendo las consecuencias nefastas de décadas de expolio, colonialismo, esclavitud y explotación.
Más concretamente, en 1979 se firmó el primer acuerdo (de varios) entre Senegal y la Unión Europea que permiten la pesca de hasta catorce mil toneladas de pescado: 28 atuneros congeladores (de los cuales 16 son españoles), 10 atuneros cañeros (7 españoles), 5 palangreros de superficie (3 españoles) y 2 barcos arrastreros de merluza españoles. Significativo que haya más barcos españoles que senegaleses en sus propias aguas, ¿no?
Con la equipación blaugrana como base de la colección (hay dos modelos de camiseta: en azul y rojo, y otra en dos tonos de negro), Top Manta “busca sensibilizar a la población sobre los motivos de la migración forzada, la inexistencia de vías seguras para migrar y la dificultad de establecerse en una Europa que los castiga con exclusión, estigmatización y racismo”, explican. Porque desde 2014, es decir, en los últimos diez años, más de treinta mil personas han perdido la vida intentando cruzar el Mar Mediterráneo; treinta mil personas cuyos cuerpos no se buscan, no se recuperan. Que ante la mirada de Europa, no importan. Y eso sin contar los que se han quedado en el desierto o han acabado en mafias de trata de personas (para esto, recomiendo encarecidamente ver Io capitano, película nominada al Oscar a Mejor Película Internacional presentada por Italia).
A la campaña de Barça o Barzakh, además de personas migrantes, se han unido artistas que ayudan a poner el foco de atención en esta problemática de la que no podemos seguir huyendo. El actor Carlos Cuevas o la cantante Mushkaa son solo algunas de las caras que apoyan esta iniciativa, más necesaria que nunca en un mundo que parece cada vez más cómodo en los discursos de odio.