¿Cómo conceptualizarías y materializarías un bloody mary en forma de escultura? ¿Y un moscow mule? ¿Te fijarías en el color del cóctel, en la explosión aromática que despierta los sentidos, o en la sensación que te deja en el paladar el primer sorbo? La inspiración, ya se sabe, se encuentra en los pequeños detalles, en aquello que solo nuestra mirada es capaz de ver. Así ha ocurrido con los artistas Carmen Mora, Cesc Abad y Lola Zoido, que han reinterpretado los cócteles Absolut Tonic, Bloody Mary y Absolut Mule respectivamente para la nueva campaña de The World of Absolut Cocktails. ¿El resultado? Tres esculturas que fusionan el ADN del vodka sueco con sus identidades artísticas.
Que Absolut apuesta incesantemente por el arte no es ninguna novedad. Desde hace años, la marca sueca viene apoyando el talento de creativos tanto emergentes como consolidados a través de varias acciones, desde las intervenciones de su mítica botella (la más reciente, la Absolut Mosaik) hasta su presencia en festivales de todo tipo y ferias de arte. Sin ir más lejos, del 7 al 10 de marzo Absolut estará presentando los tres cócteles de la campaña The World of Cocktails y exponiendo sus respectivas esculturas en UVNT Fair, que tendrá lugar en Matadero Madrid coincidiendo con la Semana del Arte de la ciudad. Allí, Absolut contará con un espacio único a medio camino entre la galería de arte y la coctelería más sofisticada, donde los asistentes podrán tomarse un trago mientras observan las piezas de Carmen, Cesc y Lola, así como redescubren otras piezas de la Absolut Art Collection.
Tras un primer lanzamiento mundial, la campaña The World of Absolut Cocktails sigue adelante con propuestas que se enfocan en lo local, dando así voz a talentos de todo el mundo que impactan a sus comunidades más cercanas. En esta ocasión, han pedido a tres artistas que conceptualizaran un cóctel específico y lo convirtieran en obra de arte. Por un lado, Carmen Mora ha elegido el Vodka Tonic, un clásico que nunca falla, y a través de la obra Desborde nos traslada“al hielo del ártico, jugando con lo sólido y lo líquido, lo visible y lo invisible”, explica, y que además ha teñido del color cítrico que evoca la rodaja de lima/limón que decora esta mítica bebida.
Por otro lado, Cesc Abad celebra la vida y la pasión con un jarrón altamente detallado y colorido (sobre todo rojo, claro) que simboliza el Bloody Mary. En sus propias palabras, “me gusta desafiar los enfoques convencionales e imaginar, explorar y mostrar nuevos caminos para contar historias, o retar los prejuicios sociales”. Para acabar, Lola Zoido se ha encargado del Absolut Mule, otro favorito de la casa. Ella parte de la pregunta, ¿cómo se vería un paisaje reflejado en la superficie de una bebida? Usando la inteligencia artificial y su talento inagotable, la pieza con la que lo ha intentado responder la pregunta ha acabado siendo la icónica ‘A’ de Absolut en colores celestes y turquesas.
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Carmen Mora
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Cesc Abad
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Lola Zoido