Con voces que parecen viajar muy lejos en el tiempo y un estilo que rompe los esquemas actuales, Tarta Relena está redefiniendo el folk mediterráneo. El dúo catalán formado por Helena Ros Redon y Marta Torrella i Martínez ha sabido encontrar su lugar entre lo antiguo y lo contemporáneo.
Su nuevo álbum, És pregunta, explora el destino y la inevitabilidad a través de una mezcla de influencias que van desde el flamenco hasta los lamentos georgianos y la mística medieval. Con su enfoque vocal y el uso de la electrónica, han pasado de cantar por diversión a hacerlo en festivales como Sónar Barcelona y Primavera Sound. El dúo nos cuenta sobre su proceso creativo, la evolución de su proyecto y cómo su música sigue cambiando mientras crecen juntas.
Habéis recorrido un largo camino desde vuestros inicios en 2016, pasando por festivales como Sónar, Big Ears, Primavera Sound y actuando en varios países. Pero para los que todavía no os conocen, ¿cómo explicaríais qué es Tarta Relena?
Mmm… algo así como que Tarta Relena es un dúo de cantantes y compositoras que explora los límites de algunos géneros musicales vocales como la polifonía cristiana tradicional, las canciones populares o los organum medievales con técnicas contemporáneas.
¿Cómo ha cambiado vuestra visión del proyecto desde que arrancasteis?
Cuando empezamos estábamos únicamente centradas en los arreglos de voces y en la técnica vocal, sobre todo porque nos proyectábamos en el concierto. A la que hemos ido interesándonos por el mundo de la grabación y producción, se nos ha ido ampliando el abanico de herramientas musicales y nuestra visión del proyecto ha crecido.
Sois amigas desde pequeñas, pero, ¿en qué momento dijisteis: vamos a hacer Tarta Relena? ¿Qué fue lo que os inspiró a apostar por la música antigua?
Fue muy naturalmente y sin darnos mucha cuenta. Salió de quedar y hacer música juntas sin más pretensión que pasarlo bien cantando y arreglando, conociendo nuestras voces y sus posibilidades. De tanto ir quedando y compartiendo música, llegamos a tener bastante repertorio preparado y entonces decidimos hacer conciertos con público.
Cuando éramos adolescentes cantábamos en un coro cuyo director nos introdujo a mucha música de la tradición clásica de diferentes épocas y estilos. Así conocimos gran parte del repertorio que luego nos ha servido de puente para llegar a nuevo repertorio.
Cuando éramos adolescentes cantábamos en un coro cuyo director nos introdujo a mucha música de la tradición clásica de diferentes épocas y estilos. Así conocimos gran parte del repertorio que luego nos ha servido de puente para llegar a nuevo repertorio.
Helena, tú eres soprano, y Marta, tú contralto; tenéis timbres muy diferentes, pero lográis una armonía brutal. ¿Cómo influyen vuestras personalidades en esa conexión musical? ¿Cómo es currar juntas y mantener ese equilibrio?
¡Somos muy diferentes también como personas! Justamente debe ser esto lo que da la conexión, la electricidad. Hay una admiración mutua por lo que la otra tiene y sabe hacer que una misma no. Trabajar juntas es un continuo aprendizaje. Hemos pasado de ser amigas del cole y compartir ocio e inquietudes personales y problemas de mates a tener que manejar un grupo, un equipo y un negocio. Es muy interesante el trabajo personal que este diálogo constante te obliga a hacer. Es brutal ser un dúo y que el curro sea justamente tener siempre un interlocutor que te discute las cosas o las hace crecer o las ve desde otro punto de vista.
Vuestra música tiene una gran carga espiritual. ¿Cuál es vuestra relación personal con la religión o la espiritualidad? ¿Es algo que siempre habéis tenido presente o lo habéis ido descubriendo a través de la música?
Nosotras nos conocimos en la escuela primaria, que era un colegio de monjas filipenses. Era una comunidad pequeña de mujeres que exploraban su espiritualidad desde muchos ángulos, proponiendo actividades y prácticas a los alumnos desde la experiencia más que desde las palabras.
Por ejemplo, por las mañanas, antes de comenzar las clases, hacíamos quince minutos de lo que llamaban ‘interiorización’, que venía a ser una meditación. Se les daba mucha importancia a asignaturas como Filosofía e Historia de las religiones. Nos enseñaron una forma de vivir la espiritualidad muy elástica y personal.
Por ejemplo, por las mañanas, antes de comenzar las clases, hacíamos quince minutos de lo que llamaban ‘interiorización’, que venía a ser una meditación. Se les daba mucha importancia a asignaturas como Filosofía e Historia de las religiones. Nos enseñaron una forma de vivir la espiritualidad muy elástica y personal.
“Creemos que alguien que nos ve por primera vez tarda unas cuantas canciones en descifrar nuestro rollo, y eso es lo que mantiene su atención y cierta tensión.”
Qué interesante ver cómo ha calado esa espiritualidad en vuestra obra y en vuestro nuevo disco, És pregunta. En él exploráis lo trágico, el destino. ¿De dónde salió esta idea? ¿Cómo la habéis reflejado en los once temas del álbum?
Hace un par de años empezamos a escribir una letra pensando en el momento previo al desastre, el segundo antes de que pase una catástrofe; en el que tomas consciencia de lo que va a suceder pero ya no hay escapatoria. Esta idea quedó aparcada durante la gira anterior pero resurgió al planear el nuevo álbum, y de pronto se convirtió en nuestro centro de interés: lo inevitable, el destino, el devenir imparable del tiempo, lo que sabes que va a suceder y solo puedes aceptar. Esa canción, que nació en ese contexto, se llama Crit premonitori y ahora forma parte del disco.
En vuestra música también jugáis mucho con contrastes. Ya lo hicisteis en Fiat Lux y lo seguís haciendo en este: lo sagrado y lo profano, la música antigua y la electrónica. ¿Cómo conseguís que todo eso encaje de manera tan natural? ¿Es algo que fluye desde el principio o lo vais ajustando sobre la marcha?
Nos dejamos llevar bastante por la intuición al principio del proceso creativo: vemos qué nos está llamando la atención, por dónde van nuestros intereses. Luego, cuando todo va cogiendo forma, sí que empezamos a poner cabeza y buscamos ‘equilibrios’ donde nos falten. Por ejemplo, tal vez nos parece que tenemos muchas canciones que remiten a lo sagrado y pocas que remitan a lo popular, pues intentamos compensar con los arreglos o con las letras para que el disco en global sea un viaje ecléctico a la vez que unificado.
Si vuestro nuevo disco fuera una obra de teatro, ¿quiénes serían los personajes principales? ¿Y cómo sería la escenografía?
Pues la escenografía sería como la de nuestro nuevo directo: hemos intentado evocar un templo majestuoso invadido por la naturaleza salvaje. Los personajes serían muy diversos, desde humanos desgraciados hasta divinidades etéreas y animalillos salvajes (risas).
Vuestra estética también es algo que cuidáis mucho, como se puede ver en el videoclip de Si veriash a la rana. ¿Qué relación tenéis con otras artes? ¿Alguna referencia visual o artística que os haya influido?
La verdad es que no tenemos muchas habilidades en otras artes, así que siempre nos rodeamos de un equipo que completa nuestro espectáculo desde la parte visual. Lo nuestro es cantar, componer, escribir y crear historias con las canciones, pero toda la parte estética y escénica la trabajamos con otros profesionales.
Nos parece muy importante, sobre todo en una propuesta como la nuestra, que no encaja en un género definido, que cada elemento del espectáculo cuente una historia y juegue con símbolos que sugieran significados más allá de lo literal. Creemos que el uso de simbología y el juego de contrastes ayuda mucho al espectador a conectar con propuestas más densas o más o menos ‘extrañas’.
Nos parece muy importante, sobre todo en una propuesta como la nuestra, que no encaja en un género definido, que cada elemento del espectáculo cuente una historia y juegue con símbolos que sugieran significados más allá de lo literal. Creemos que el uso de simbología y el juego de contrastes ayuda mucho al espectador a conectar con propuestas más densas o más o menos ‘extrañas’.
El álbum tiene canciones en catalán, latín, judeoespañol e italiano. ¿Cómo os manejáis con tantas lenguas? ¿Os habéis encontrado con algún reto o sorpresa al trabajar con lenguas que no son las vuestras?
Usar diferentes lenguas es algo muy estimulante para nosotras. Tanto a nivel vocal, porque cada lengua tiene sus fonemas, sus vocales y silabaciones, como a nivel semántico, porque cada lengua trae consigo también un imaginario distinto.
Helena es lingüista de formación y tiramos mucho de contactos de gente experta en cada lengua también para que nos asesoren con la pronunciación y el vocabulario. ¡En És pregunta nos hemos estrenado con el italiano! Ha sido interesante aprenderse la letra y trabajar con nuevos fonemas.
Helena es lingüista de formación y tiramos mucho de contactos de gente experta en cada lengua también para que nos asesoren con la pronunciación y el vocabulario. ¡En És pregunta nos hemos estrenado con el italiano! Ha sido interesante aprenderse la letra y trabajar con nuevos fonemas.
Mientras trabajabais en el nuevo disco, también habéis estado de gira por Estados Unidos y habéis tocado en el Tiny Desk de NPR, siendo de las primeras catalanas en pisarlo. ¡Debe haber sido toda una experiencia! ¿Cómo lo habéis vivido?
Es complicado terminar una gira y concentrarse en un nuevo disco. En la realidad, no puedes hacer un corte limpio (aunque nos encantaría, somos de las que necesitan parar para poder tener disponibilidad mental para ser creativas). Siempre hay viajes y conciertos que surgen, ya sea por oportunidades que no puedes dejar pasar o simplemente por necesidad económica.
La propuesta de tocar en el Lincoln Center de Nueva York en el GlobalFest y hacer un Tiny Desk era irresistible, así que en enero nos fuimos a cantar Fiat Lux, justo cuando estábamos terminando de producir las canciones del nuevo disco. Era como tener la cabeza dividida. Estamos muy agradecidas de haber tenido y tener oportunidades como estas.
La propuesta de tocar en el Lincoln Center de Nueva York en el GlobalFest y hacer un Tiny Desk era irresistible, así que en enero nos fuimos a cantar Fiat Lux, justo cuando estábamos terminando de producir las canciones del nuevo disco. Era como tener la cabeza dividida. Estamos muy agradecidas de haber tenido y tener oportunidades como estas.
Debe ser difícil compaginar todo, especialmente cuando cada concierto parece tener una atmósfera tan especial. ¿Cómo conseguís adaptar vuestra actuación en entornos tan diferentes?
Procuramos currarnos mucho el inicio de los conciertos cuando preparamos el directo (risas). Si consigues pillar la atención del público desde el principio, ya los tienes ganados, luego puedes jugar con la energía, tener momentos menos tensos o intensos. También creemos que mantener la conexión entre nosotras mientras cantamos es clave para que el público también conecte.
Imagino que vuestra propuesta, siendo tan única, a veces desconcierta al público. ¿Qué tipo de reacciones habéis notado en la gente que os ve por primera vez?
Creemos que alguien que nos ve por primera vez tarda unas cuantas canciones en descifrar nuestro rollo, y eso es lo que mantiene su atención y cierta tensión. Hacemos la broma con un colega de que somos la ‘anti-climax gang’. Como que siempre hay algo que no se resuelve del todo en nuestra música, lo que genera esa tensión.
Hace muchos años, cuando empezábamos a hacer conciertos en salas, nos costaba más ‘convencer al público’. Notábamos la incredulidad cuando nos poníamos a cantar Tota Pulchra en una sala de conciertos donde normalmente suena indie-pop.
Hace muchos años, cuando empezábamos a hacer conciertos en salas, nos costaba más ‘convencer al público’. Notábamos la incredulidad cuando nos poníamos a cantar Tota Pulchra en una sala de conciertos donde normalmente suena indie-pop.
El nuevo disco se inspira en la tensión entre fuerzas naturales y humanas. El último videoclip de Tuba Mirum trata sobre un incendio real que ocurrió este verano en Lleida, y la letra de Dies Irae suele sonar en funerales. ¿Podéis contarnos más sobre el concepto detrás del videoclip y qué mensaje queréis transmitir?
Le dijimos a Roman Cadafalch, que es quien rodó, montó y dirigió el vídeo, que para nosotras esta canción representaba la voz apocalíptica del disco. Bueno, es que literalmente habla de esto: del último día de la Tierra, en el que tendremos que vernos en los ojos del ‘juez’ y su ‘libro’. Román se lo llevó a su terreno e hizo esta maravilla.
Hace poco estuvisteis en el CCCB en Sirenas y robots, un proyecto junto el oceanógrafo Joan Llort. ¿De qué trata este proyecto? ¿Tiene algún tipo de conexión con És pregunta?
El proyecto de Sirenas y robots comenzó de manera paralela a la creación del disco, pero luego te das cuenta de que todo está conectado cuando se cuece a la vez. Es una instalación sonora que surge de la idea de Joan Llort de simbiotizar los datos que los robots oceanográficos Argo recolectan en el mar con la leyenda de Ulises y el canto de las sirenas.
Nos centramos en los datos de la temperatura del Mediterráneo y los hemos sonificado, o sea, las hemos convertido en notas musicales. El canto de las sirenas se dice que es profético, que te revela lo que te pasará. ¡No puede cuadrar más con la temática de És pregunta!
Nos centramos en los datos de la temperatura del Mediterráneo y los hemos sonificado, o sea, las hemos convertido en notas musicales. El canto de las sirenas se dice que es profético, que te revela lo que te pasará. ¡No puede cuadrar más con la temática de És pregunta!
Empezasteis vuestra gira en Cracovia el 2 de octubre y vais a visitar varios países. ¿Cómo va la gira hasta el momento?
Pues de momento solo hemos hecho el de Cracovia. ¡Mañana estrenamos en Manresa y nos hace muchísima ilusión! Ha sido un proceso muy chulo de tramar la dramaturgia del espectáculo y generar una propuesta estética para la puesta en escena con todo el equipo de gente preciosa y talentosa que nos está ayudando. Tenemos muchas ganas de girar este concierto y de llevarlo a muchos rincones del mundo.
Ya habéis conseguido mucho, pero, ¿qué es lo que más os emociona del futuro de Tarta Relena? Si pudierais elegir, ¿cuál sería vuestro lugar soñado para actuar?
Todo lo que nos va sucediendo es una sorpresa y un regalo. Que podamos dedicarnos a esto, a cantar y tocar la música que nos gusta, y que haya gente que vibre con nosotras en esto es un gran privilegio. Hemos tocado en festivales y escenarios donde nunca pensamos que estaríamos, así que nuestro sueño ya se ha cumplido. Lo que no hemos tocado en Grecia aún, y esto sería brutal. De hecho, hacen un festival en el teatro de Epidauro en verano, que alguna vez nos hemos proyectado allí y se nos pone la piel de gallina.
Para terminar, si tuvierais que resumir el viaje emocional de És pregunta en una sola cuestión que haga reflexionar al público, ¿cuál sería?
Algo así como, ¿cómo nos enfrentamos a lo que ya sabemos de nosotros mismos y de nuestro devenir?