Nacida de Santa Coloma de Gramanet, Queralt Lahoz es nieta de migrantes andaluces, lo que explica que su música siempre esté arraigada a esa raíz flamenca. En 2021 hizo su debut con Pureza, su primer álbum y una clara declaración de intenciones. Queralt es una currante, una tía honesta y con valores, cuya música llega directamente al corazón. ¿Por qué? Porque canta desde ahí, desde el sentimiento y la verdad. Ella protagoniza la nueva edición de Suite Sessions en Nobu Barcelona. Si hoy sobre las ocho de la tarde te cuelas en este streaming no te podemos asegurar que no vayas a acabar con los ojos llorosos.
Empecemos con las presentaciones. ¿Quién es Queralt Lahoz?
Queralt Lahoz es una chica de Barcelona con raíces andaluzas. Orgullosa de su origen y de su familia, que le ha permitido siempre expresarse de forma artística. Gracias a ello hoy estoy aquí defendiendo mi trabajo.
Si tuvieras que describir tu música a alguien que no te ha escuchado nunca, ¿cómo la definirías?
Mi música es un ramo de diferentes flores, las mejores del jardín, que se han ido plantando a conciencia después de muchos años. Muchas de mis canciones parten del imaginario flamenco, de los sonidos de la música de raíz y el folclore. Las voy haciendo crecer y evolucionar a través de la electrónica, el hip hop y la música latina, hasta sentirlas 100% mías. 
El pasado noviembre nos sorprendiste con El alijo, donde exploras la fusión entre el reggaetón y la bachata. ¿Qué te llevó a jugar con estos ritmos latinos? 
Quería hablar del sentimiento de decepción, hablar de una traición por parte de un socio y la anticipación que tenemos las mujeres gracias a nuestra intuición, así que nada mejor para hablar de una ‘ruptura’ que hacerlo con una bachata. La compuse con Fede que es uno de los productores con los que trabajo y fue saliendo de manera orgánica.
Antes de este lanzamiento, nos regalabas Alto cielo. Un trabajo más electrónico de lo que nos tenías acostumbrados y que, además, vino de la mano de un video-álbum que se estrenó en Filmin. Cuéntanos, ¿cómo fue toda esa experiencia?
Hacía mucho tiempo tenía esta idea en mente, al final conseguí llevarla a cabo. Alto cielo habla de una historia muy honesta y común, es una historia con principio y final, una historia de amor que  la protagonista intuye que saldrá mal. En cierto modo es autobiográfica, por eso mismo quería que la imagen completara la obra, pudiese elevarla y dotarla de sentido. Creé el EP pensando en la imagen al mismo tiempo sin saber si económicamente podría permitírmelo, fue al final del proceso que nos lanzamos a contactar con Menta TV para poder realizarlo y quedó una obra preciosa, llena de fuerza y talento en la que siento que me entendieron a la perfección.
Hemos de admitir que aquí te seguimos desde ese primer EP, 1917, que lanzaste hará cinco años y aunque a nivel musical haya habido una evolución, la pureza que te caracteriza sigue intacta. ¿Cómo lo haces? 
Jo, muchas gracias. Lo cierto es que intento inspirarme en cosas muy humanas, reales, que me pasan a mí y que pasan en mi círculo, cosas que me tocan de cerca, solo así puedo hacerlo. Me permito viajar por los sonidos y experimentar, pero siempre vuelo a casa por así decirlo. Siempre vuelvo a los sonidos de mi hogar, a la raíz y a lo que me hace sentirme la Queralita que los míos conocen. Creo que la base de todo es la honestidad.
El otro día compartías en Instagram un trocito de tu entrevista para EH!, donde hablabas de la importancia que tiene para ti recordar de dónde vienes y darle voz a ello. ¿Cómo crees que esta conexión con tus raíces se refleja en tu música?
Yo soy una chica de familia migrante, de clase trabajadora y por eso soy así, defenderlo con orgullo es algo que todos deberíamos hacer. La realidad que vivas será tu mejor historia, inventarse vidas que no estás viviendo es guay para crear personajes, historias diferentes o fábulas, pero para hablar de ti solo has de ser sincero contigo y con tu público. Mis raíces son parte de mi historia por eso hablo de ellas, por eso hay matices de la música flamenca en mis canciones, por eso utilizo esos elementos y ese lenguaje, porque viven en mí. 
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A todo esto, la semana que viene empiezas tu gira acústica, Todo se puso azul, junto a Daniel Felices a la guitarra. ¿A qué se debe la decisión de llevar tus conciertos a un formato más íntimo? ¿Por qué Todo se puso azul? 
Ahora que la gente empieza a conocer a Queralt Lahoz quiero mostrar esa parte tan cantante que llevo dentro. Siento que al ver este directo entenderán mi voz, de dónde vengo, por qué creo así mis canciones y por qué mezclo estos mundos de esta manera. Aparte de componer y producir, yo soy cantante y es mi voz la que me permite hacer todo lo demás. Todo se puso azul será una forma muy bonita de que el público conozca una parte más de mi música y de mí. Todo se puso azul se encuentra en una frase del segundo tema de mi Alto cielo y hace referencia al momento de elevación que nos brinda estar in love. Todo se puso azul es una forma de decir “subimos al cielo” o “nos alejamos de la tierra”, es marchar de este mundo porque los sentimientos nos elevan y eso es lo que siento que pasa en los conciertos, en lo que dura  un show el mundo no existe, estamos en el cielo, en las nubes, en un lugar mágico que nos sana.
Vamos a tener el placer de escuchar este dúo en la cuarta edición de Suite Sessions, en Nobu Barcelona, y nos sentimos muy afortunadas. ¿Qué podemos esperar de este acústico?
Este acústico recogerá una selección de las canciones que interpretaremos en la nueva gira. Será algo muy especial tanto para mí como para mi gran amigo, Daniel Felices, con el que llevo diez años tocando.
¿Qué diferencias notas entre ir con banda e ir con acústico?
Las diferencias son muchas, principalmente la forma de interpretar, desde dónde cantas hasta la conexión que has de tener con un guitarrista es unidireccional. Todo está en las miradas, es muy íntimo. En este formato es la voz la conductora de todo el show, mientras que con la banda hay un dinamismo muy potente, es otra fuerza la que hay que integrar. Este formato es para llevarlo a teatros 100%, mientras la banda te hace bailar y te lleva a un plano muy diferente. Son cosas realmente diferentes y conectadas por la misma música y por mi forma de interpretarlo.
En esta gira vas a pasar por bastantes ciudades españolas, entre ellas, Bilbao, Granada y Castellón. ¿Hay alguna en especial que tengas ganas de visitar?
Me pasa algo muy especial con Granada y es que es la tierra de mi familia así que siempre me hace muy feliz poder cantar allí, visitarla y sentir que conecto con los míos es muy bonito. El concierto de Castellón también me hace real ilusión porque es en el Singing in the Cave, que es un proyecto hermoso donde se canta en unas barcas dentro de unas cuevas y hace años que deseo ir allí. Realmente todas las ciudades me hacen feliz porque lo más lindo es cantar para tu publico, así que me siento deseosa de hacer toda la gira.
¿Qué canción no puede faltar en tu playlist para los trayectos en coche? ¿Alguna de Camarón de la Isla?
Nosotros variamos mucho, siempre es quien conduce o el copiloto quien pone la música y otras veces vamos pasando el dispositivo para ir haciendo lista conjunta o escuchar cosas nuevas que hemos descubierto, eso nos gusta hacerlo. Pero obvio que Camarón aparece porque nos encanta. El flamenco siempre está presente en nuestra furgoneta.
Entre tanto hotel y tanto viaje, ¿alguna rutina que sigas siempre para sentirte un poquito más en casa? 
Mi rutina es escribir a mi madre todos los días al despertar y al acabar los conciertos. Nos llamamos mucho menos cuando tengo muchos conciertos seguidos porque me gusta hablar poco por teléfono y, en general, me gusta guardar voz y reposar. 
Descríbeme como sería la suite perfecta para ti.
La suite perfecta debe tener un buen equipo de sonido y estar insonorizada para no molestar a los vecinos porque pondría bien de música para bailar descalza por todo el piso. Me encanta que tenga buenas vistas y una ducha o bañera bien grandota para sentir espacio y no sentirme atrapada. 
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Si tuvieras que elegir una canción como despertador para el resto de tu vida, ¿cuál sería?
Seguramente alguna canción que fuese integrando el despertar con el día. Tengo buen amanecer y no necesito sonidos estridentes para ello, algo calmado y relajado sería ideal. De hecho ahora mismo tengo una melodía de arpa que me ayuda a no despertar de mal humor, ni nerviosa, ni excitada (risas). 
¿Y una nana para dormirte al segundo?
Difícil que alguna canción me haga dormir al segundo, seguramente me ponga a analizarla y disfrutarla (risas), pero si estoy muy cansada y me quiero relajar me gusta mucho ponerme el disco Friends that break your heart de James Blake. Cuando hago trayectos largos en avión o furgoneta me pongo discos de este estilo.
Confiesa: ¿eres de las que aparece la primera en el desayuno o apuras para estar en la cama un rato más?
Soy de las que apuro 100%, la voz es lo primero y descansar es imprescindible. Intento llegar veinte minutos antes de marchar para que me dé tiempo a tomar algo caliente y comer rápido. Sí soy, qué le vamos a hacer.
Y para acabar queríamos aprovechar para preguntarte que se viene en este 2024. Tu primer álbum cumplirá tres años en poco, ¿hay un segundo LP en camino?
Estoy trabajando en el segundo álbum y no quería tener prisa ni quiero, por eso no le he puesto fecha de publicación todavía. Quiero seguir trabajando en él con calma y darle el amor que merece, dentro de unos meses comunicaré cosas sobre el disco, pero de momento seguiré trabajando en silencio, que es como mejor salen las cosas. 
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