Perseverancia, esfuerzo y ambición, tres palabras que Gerard Elias y Carlos Tolsà conocen muy bien. Tras el éxito de su agencia creativa, Bufet Socis Club, ahora se embarcan en un nuevo proyecto que pretende ser un verdadero agitador cultural de la ciudad de Barcelona: Showroom Socis Club.
No es un showroom ni un almacén; el concepto va mucho más allá. En los mismos túneles donde se almacenaba antes arte, ahora se construye un espacio multidisciplinar en el que pop-ups, eventos y colecciones son los protagonistas. Una experiencia diseñada para transformar marcas en formatos narrativos y crear una nueva forma de comunicación que las conecte a diferentes comunidades. ¿Aún no lo ves claro? Hoy hablamos con ellos para que nos cuenten un poco más.
¡Hola! ¿Qué tal? Primero de todo, felicidades. Hace un par de años ya fundasteis Bufet Socis Club y ahora os lanzáis con este ambicioso proyecto. ¿Dónde, cómo y cuándo nace Showroom Socis Club?
Es un proyecto que hemos lanzado desde la más absoluta humildad y trabajo constante. No fue una decisión repentina.Nos dimos cuenta que en Barcelona no había un hub donde marcas pudieran tener su base, que puedan venir a trabajar con su equipo, que puedan desarrollar proyectos o compartir en qué están trabajando.
Todas las ideas se han hecho realidad gracias al arquitecto Guillermo Santomà, que ha logrado diseñar un espacio moderno sin dejar de lado la estructura clásica de una antigua galería de arte. ¿Cómo ha sido el proceso y de qué manera creéis que se ha conseguido el equilibrio entre funcionalidad y estética?
Una de las decisiones que tomamos junto a Guillermo Santomà fue que el espacio tuviera una narrativa conceptual y que al mismo tiempo fuera funcional. No queríamos una zona que actuara de ‘almacén’, más bien el objetivo era causar una experiencia. Desarrollamos un proyecto en el que la luz y la tecnología son la base angular, todo se rige a partir de estos elementos y los ponemos a disposición de las marcas para que los integren en su propio universo desde la más absoluta libertad. Mientras que en la Sala 01 se presenta una colección colaborativa para los clientes, en la Sala 02 se ofrece un espacio para acoger eventos más puntuales, como pop-ups. La Sala 01 es el espacio más convencional, tal como entendemos un showroom. Dicho esto, no nos gusta encasillar ni establecer unas normas, más bien damos una libertad a que cada marca, dependiendo su proyecto, pueda configurar cómo quiere establecerse en el espacio.
¿Qué ha de tener una marca interesada para qué decidáis colaborar con ella?
Sentir algún tipo de interés sobre el proyecto y/o la marca ya sea económico o estético.
En Showroom Socis se cuida hasta el más mínimo detalle para crear una experiencia única. ¿Qué pensáis que os diferencia de otros lugares similares? ¿Qué tipo de experiencia y mensaje os gustaría transmitir?
Uno de los factores más importantes a la hora de desarrollar el proyecto fue, como mencionas, el cuidar hasta el último detalle. Esto se puede observar desde el minuto uno: te adentras en un túnel que no sabes dónde te lleva para encontrarte con un espacio totalmente descontextualizado. Al mismo tiempo, uno de los factores más diferenciadores es que en el mismo espacio conviven el showroom y la agencia creativa. Esto para nosotros es súper, ya que les podemos ofrecer a las marcas un servicio completo.
Para este primer local, habéis decidido situaros en el corazón de Barcelona. ¿De qué manera pensáis que la ciudad, su gente y su esencia representan vuestra marca? ¿Tenéis pensado abrir otros showrooms en un futuro?
Apostamos por nuestra ciudad y nos encantaría situarnos como un elemento agitador cultural dentro del panorama local. Barcelona tiene todos los elementos necesarios para sentirnos orgullosos, creemos que nos hace falta un punto más de autocrítica y apostar más por vender mucho mejor la ciudad y estar orgullosos de ella. No valoramos abrir ningún espacio más, para nosotros el showroom convive con la agencia y facilita mucho que ambos estemos en el mismos espacio, es más orgánico y fluye todo mejor.
