¿Te has fijado alguna vez en el rastro que dejan tus zapatillas al apoyarte en una pared? Sergio Gómez nació en Sevilla en 1983 y deja huella en sus calles desde 1996. Observador, autodidacta y con origen en la escuela del graffiti el artista nos presenta su cuarta exposición: Naturaleza Muerta, Contenedor y Contenido (Córdoba), donde nos muestra la magia de convertir espacios industriales deshabilitados en galerías de arte contemporáneo. La escena artística española está en su más pura efervescencia y Sergio Gómez, más conocido como Srger, es un vivo ejemplo del potencial creativo que inunda nuestras calles. Hablamos con él sobre arte abstracto, conceptualización y ‘naturalezas muertas’.
¿Quién eres, de dónde vienes, qué haces?
Nací en 1983 en Sevilla (España), donde resido hoy en día y tengo mi campamento base para todo lo que hago. Actualmente estoy involucrado en varios proyectos artísticos además de producir mi obra.
Es muy interesante el escenario conceptual que creas para cada uno de tus proyectos, observando y descifrando situaciones cotidianas. ¿Qué nos explicas con tus creaciones? ¿Cuál es el discurso tras ellas?
Pues como indicas, suelo fijarme en situaciones cotidianas o elementos gráficos inusuales que encuentro y que de alguna forma tienen algo que las hace diferentes, fuera de aquello para lo fueron creados. Muchas veces interactúan con otros elementos dando pie al error, al equívoco o a un sentimiento de extrañamiento. Esto me hace reflexionar y establecer comparaciones con otras situaciones que vivo o veo a mi alrededor y acabo garabateando. Me gusta llevar los errores a otro plano donde se convierten en aciertos y sean un punto de investigación y de encuentro para mí.
¿Qué es un garabato?
Estoy convencido al cien por cien de que, la primera vez que nuestros padres nos pusieron un rotulador, bolígrafo o ceras en las manos, hicimos un garabato. La creación y la destrucción, el principio y el fin.
¿A qué se debe el habitual uso de colores primarios?
Lo básico, lo primitivo como punto de partida.
Tienes un estilo pictórico abstracto y muy expresivo, algunas obras incluso se podrían entender como una deconstrucción del clásico tag. ¿Cómo se leen tus obras?
Composición y color.
¿Cómo se lleva a cabo el proceso de convertir una realidad tangible en una figura abstracta?
En mi caso no fue un proceso rápido, yo venía de pintar tipografías con unas reglas básicas. Tras experimentar mucho con esto, de alguna manera, todo se desbordó. Empecé a creer más en la composición, en el color y sentir más la pintura como un medio de expresión y un por qué en sí mismo. Desde la ignorancia y siendo en muchos campos autodidacta, he llegado a conclusiones más que resueltas anteriormente. Cuando esto pasa pienso que hay personas que llegaron a conclusiones parecidas hace mucho más tiempo simplemente con trabajo y con una investigación constante, aprendiendo el fin paso a paso. Esto me encanta.
Matemáticas para catástrofes (2014, Granada), Todo al Rojo (2015, Sevilla), El Espejo (2016, Barcelona) y el próximo 26 de noviembre nos presentas tu cuarta exposición: Naturaleza Muerta, Contenedor y Contenido (2016, Córdoba). ¿Cómo aterriza un artista del graffiti en una sala de exposiciones?
Empecé a escribir mi nombre en el año 1996, cuando tenía 13 años. Estuve muchos años haciendo estrictamente graffiti, donde tengo mis orígenes y el cual me aportó unos valores maravillosos. Hoy sigo haciéndolo pero no con la intensidad de antes. El graffiti me llevó a descubrir otros medios y a estudiar e interesarme por otros artistas. Mi obra está muy lejos de la estética y del fin del graffiti, aunque es innegable que aun tenga esta herencia.
“Naturaleza Muerta es un no rotundo a lo que se llama ‘ser de plástico’.”
¿Qué nos presentas en Naturaleza Muerta?
Naturaleza Muerta es el proyecto que he estado haciendo desde principios de 2016. Siempre hemos ido a pintar a lugares abandonados, es algo que he pensado y practicado durante mucho años, pero me apetecía planteármelo desde otro punto de vista. Hacer un recorrido que empieza en la búsqueda de estos lugares, pensar cómo acceder a ellos y plantear si son válidos no sólo como propuesta, sino también para su ejecución. A esto lo he denominado Caza, ingestión y digestión.
¿Cómo vinculas tu última exposición a la publicidad?
Pues aquí viene la segunda parte del proyecto. Es un planteamiento que dirijo al mundo de la industria, ya que en muchas ocasiones podemos ver un contenedor de calidad con un producto no tan bueno, dado que la principal importancia y las horas de trabajo están en el marketing y el despliegue de medios. Con esto presento mi reflexión entre el mundo de la galería y los espacios abandonados, que a simple vista son edificios desiertos y sin valor, y he intentado crear dentro de ellos un trabajo creativo lejos de todo lo que hay fuera.
¿Qué tiene que ver la publicidad con el arte y con tu obra?
La influencia estética. Naturaleza Muerta es un no rotundo a lo que se llama ‘ser de plástico’. No a contenidos vacíos y el aprovechamiento de las corrientes artísticas y estéticas para crear de la nada un producto a su vez vacuo.
¿Cómo influye el formato (contenedor) en la obra (contenido)?
Influye bastante. El primer impacto siempre va a ser el contenedor, influenciando y situando en segundo plano al contenido, es inevitable. Tras asumir esta suma, se pueden crear medios para jugar con ello.
¿Crees que el arte necesita un objetivo para ser?
Creo en el proceso de la acción en el cual hay que saber de dónde vienes, dónde estás y hacia dónde vas. La construcción de un lenguaje tanto conceptual como estético.
¿Digital o analógico? ¿Plástica o spray?
Me gusta la mezcla de varios caminos o estilos para llegar a un punto, sacándole el máximo provecho a cada medio. En mi proceso pictórico hay elementos creados con acrílicos, los cuales no pueden ser sustituidos por la pintura en spray y al revés. Por tanto aprovecho la especificidad de cada material. También me gusta hacer fotos analógicas para luego crear collages digitales, por ejemplo.