En 2013 un DJ y productor llamado Sau Poler aparecía de la nada con A Soundless Echo, un debut que rápidamente le colocó en el punto de mira tanto para la crítica como para el público. Después de cuatro años y tres EPs publicados, hablamos con él sobre música, inspiración, procesos y sobre su último trabajo: Dribble.
Democratización de recursos, Internet, posmodernidad. En el panorama actual cualquier persona puede hacer música con su ordenador o una app. ¿De qué te sirves para encontrar un sonido y hacerlo tuyo? ¿Cómo te enfrentas al proceso de crear una canción?
En mi opinión vivimos en una era donde hay una sobresaturación de información en todos los campos, una competencia feroz y un afán generalizado de querer gustar a la gente. Es por eso que creo que ser fiel a uno mismo e intentar hacer la música lo más personal y sincera posible es esencial y de vital importancia. En esa dinámica intento trabajar cuando me encierro en el estudio. No busco ni pretendo gustar a la gente; no hago un tema pensando en si se va a mover o si lo van a pinchar mucho. Pensar en eso es limitarte y bloquear tu creatividad, así que solo pretendo pasármelo bien haciendo música y ser sincero con lo me apetece hacer en cada momento.
En otros momentos has citado a productores como Four Tet o Floating Points como fuente de inspiración. ¿De dónde sacas inspiración últimamente para crear música?
La verdad es que no tengo ningún referente musical; escucho música muy distinta, de diferentes géneros y épocas. Eso de alguna forma se va quedando grabado en el subconsciente y hace definir tu paleta de sonidos. A veces puedo hacer el ejercicio de inspirarme en canciones de otros estilos –no en la canción en si–, o sino quizás en alguna textura, algún efecto, algún acorde o algún momento muy concreto del tema. Entonces intento traducir esas sensaciones, en otro contexto y sentido, a mis producciones. El hecho de estar constantemente descubriendo música y sampleando cosas me ayuda a enriquecerme y me hace disponer de una variedad muy grande de sonidos a mi alcance. Trato de tener siempre algunos retos o ideas que cumplir para mantener la motivación en el estudio. Todo eso, unido a las vivencias de mi día a día, es lo que me empuja a hacer música.
Llevas ya varios años en la escena electrónica nacional e internacional. ¿Qué es lo que te movía cuando empezaste a hacer música y qué es lo que te mueve ahora?
Pues no ha cambiado mucho mi motivación desde que empecé. Sigo moviéndome por pasión, por vocación y porque es lo que realmente he querido hacer siempre. Intento hacer música cuyo resultado me haga contento y con la que disfrute durante el proceso de creación. Sí que es verdad que cuando todo se profesionaliza se convierte en algo más exigente y puedes sentir más presión, pero intento dejar siempre todas esas sensaciones fuera del estudio, cambiar el chip y crear música con la mentalidad de que nadie me está escuchando, para así ser lo más fiel posible conmigo mismo.
Acabas de lanzar tu nuevo EP, titulado Dribble. Cuéntanos un poco qué podemos esperar de tu último trabajo.
Pues es un EP orientado en cierta medida a la pista: tres cortes ideados en un principio como club tools pensados sólo para usarlos durante mis DJ sets, pero que luego vi que tenían coherencia entre ellos y que podían tener sentido lanzados en forma de EP. Son canciones en las que no dediqué mucho tiempo a los detalles; quería preservar la idea de hacer algo básico y sencillo, de no darle muchas vueltas y que a la vez pudiera ser resolutivo en la pista. También son canciones en las que he introducido, después de muchísimos años, líneas de bajo un poco acid y percusiones de cajas de ritmos clásicas. Uno de los primeros programas que utilicé para producir fue el Propellerhead ReBirth, así que me pareció interesante desempolvarlo y volver a utilizar esos sonidos de las Roland TB303 y TR606, 808 y 909. A partir de ese viaje al pasado decidí darle una conexión al disco con el fútbol de la época.
Unir la música electrónica y el fútbol no es una asociación obvia a priori. ¿Cómo decidiste conectar estos dos conceptos?
Me pareció bastante interesante la idea de asociar cada tema con un balón de los que jugué cuando era pequeño. La música de club suele tener mucha pegada, así que dentro de mi imaginario fue sencillo asociar los temas con las sensaciones que daba cada pelota. Etrusco, la crudeza y la fuerza; Questra, la evolución y la euforia, y Mitre, el espíritu mágico y único del fútbol inglés. Por otro lado estoy muy contento de cómo Julia Mariscal ha sabido trasladar toda esta idea abstracta en la pintura de la portada. Una portada con la que me siento muy identificado y de la que seguramente haremos una serie limitada de prints más adelante.
¿Y cómo ha sido trabajar con una artista como Julia Mariscal para tu portada? ¿Cómo fue el proceso de encontrar el equilibrio entre su estilo delicado y el concepto basado en el fútbol de Dribble?
Mi pareja es amiga suya y nos puso en contacto. Julia hacía poco que había sido madre por segunda vez, así que llevaba un tiempo sin dibujar y tenía muchas ganas de volver a hacerlo. La propuesta de hacer algo juntos le encantó y se puso con muchas ganas. Yo le di el concepto del futbol y algunas referencias como punto de partida, pero le dije que, a partir de ahí, hiciera lo que quisiera. Me fue enviando esbozos y propuestas, y la verdad es que muy rápidamente ya plasmó lo que estaba buscando. Entonces quedamos un par de días en su estudio y terminamos de perfilar el conjunto. Estoy muy contento de haber podido colaborar con ella, me encanta lo que hace y estoy seguro de que volveremos a trabajar juntos en el futuro; realmente ha sido muy fácil entendernos.
Acabas de actuar con un live set en el Primavera Sound hace nada. ¿Cómo fue la experiencia?
La experiencia de tocar en el Primavera fue genial. Muy contento de tocar por primera vez en el festi y de presentar mi nuevo EP en mi ciudad. Mi concierto fue justo durante la caída del sol, ideal para poder hacer un directo más brillante, conservando el punto bailable pero alejándome un poco de la oscuridad que puede sugerir la noche o el horario de club. Con muchas ganas de volver a tocar en futuras ediciones.
¿Es Dribble el único release de Sau Poler este año o aún tienes algo guardado en la recámara?
No va a ser el único. Tengo un EP conjunto de cuatro temas con Pedro Vian que terminamos hará un par de meses y que saldrá después del verano. También tengo un maxi cerrado para finales de año con un sello del que no puedo decir aún el nombre, y varios remixes que se irán publicando dentro de poco. Pero estoy muy inmerso ahora en mi primer LP, ya llevo un tiempo trabajando en él pero aún queda bastante curro por hacer, aunque lo encaro con muchas ganas. Significa un paso adelante más y un reto importante en mi carrera.