Desde bien pequeño Richard Mascherin comprendió que la danza era un medio de expresión seguro para él y desde entonces no ha parado. En esta ocasión hablamos sobre Caer Caer Caer, proyecto en el que se encuentra trabajando actualmente y con el que busca investigar acerca de la fragilidad del cuerpo y de lo inevitable que resultan las caídas.
El bailarín está actualmente trabajando en una pieza escénica de danza-performance de formato largo, en un documental sobre todo el proceso de investigación desde su inicio y en una instalación audiovisual.. El 10 de julio se llevará a cabo el estreno absoluto de la pieza escénica en Konvent Zero (Berga), aunque seguirá dedicando el resto del año a profundizar en la investigación y creación de este proyecto.
Te formaste en Madrid en el Real Conservatorio Profesional de Danza Mariemma, graduándote con matrícula de honor en danza contemporánea. Para conocerte un poco mejor, ¿cómo te iniciaste en este mundo? ¿En qué momento te diste cuenta de que la danza era un vehículo de expresión para ti?
Cuando era muy pequeño me costaba comunicarme verbalmente y lo hacía mediante ruidos, muy gracioso todo. A medida que crecía, me daba cuenta que las personas de mi alrededor no llevaban bien mi orientación sexual, de ahí el sentir la danza como vehículo de expresión. Mi familia me apoyó siempre en la danza, me llevaban a bailar a los festivales de danza de los pueblos de Tenerife. A los 18 años me fui a Madrid y entré en el Conservatorio de danza. Durante los primeros años fue difícil vivir en la ciudad, me sentía solo y dudaba mucho, de pronto me hice un trauma en la rodilla y no pude caminar bien durante meses, entonces lo supe, a través del dolor quería llegar al placer.
Hace poco te vimos trabajar sobre este concepto de caída en el videoclip de Blokes del grupo Magnum, formado por Big Ally y Da Rocha, que salió a la luz en diciembre del año pasado. ¿De qué manera buscas ahora investigar e ir más allá con Caer Caer Caer? ¿Qué objetivos generales quieres lograr?
Caer Caer Caer surge de la caída física y emocional. La caída a través de la relación del cuerpo con los objetos, del placer con el dolor. Busco trabajar en las periferias de los espacios anfitriones y con sus recursos, que el ojo externo experimente la aventura que puede tener el cuerpo y sus caídas en esos lugares. Uno de los objetivos generales a nivel viabilidad es construir una estructura donde este proyecto pueda mantenerse, expandirse y ramificarse en tres vías principales: escénica, instalativa y audiovisual.
Caer Caer Caer es, en parte, una forma de compartir con el mundo tu experiencia personal durante el confinamiento. Explícanos qué proceso creativo seguiste con el fin de trasladar las caídas emocionales que atravesaste durante este período al plano físico y terrenal.
Me propuse grabar una caída cada día del confinamiento, a veces dos o tres e iba subiéndolo a Instagram. Imaginaros cuantas caídas en diferentes contextos por mi casa y alrededores tengo en el disco duro. Cuando nos dejaron salir más, me grababa por todo el pueblo. Me tiraba por una montaña de tierra o hacía caídas en huertos, calles, etc. Creo que eso me ayudo a definirme para llegar a la idea de convertirlo en un proyecto y a querer construirlo.
Como explicas en el proyecto, las caídas son inevitables y suponen mostrar nuestros cuerpos de manera vulnerable. ¿Está suponiendo Caer Caer Caer un reto en cuanto a mostrar tus emociones y tu cuerpo de manera frágil o simplemente te resulta una experiencia natural y orgánica que necesitas sacar a la luz?
En este momento me resulta divertido sacarlo de mí y exponerme. Siento que es un viaje constante, paso por mil emociones cuando caigo. Al final, Caer Caer Caer para mí sigue siendo la vida misma, caída tras caída. Sin embargo, a veces siento vértigo de dónde me puedo meter o lo que pueda llegar a suceder.
Para la escenografía optas por materiales como escombros, ladrillos o luces que forman un espacio deconstruido y que, mediante tu cuerpo, modificas hasta crear un escenario caótico en un ambiente organizado y meticuloso. Háblanos acerca de cómo has utilizado el estado de fuera de control a través de tu cuerpo y de cómo has hecho uso del movimiento para transformar la caída en un cuerpo sin retorno.
Trabajo intentando llevar al límite mi cuerpo y con acciones que me lleven a perder el control, por ejemplo, al subirme a lo alto de una escalera de dos metros juego con mis pies, a tambalearme hasta no tener el control de lo que está pasando, a boicotearme conscientemente para generar con el cuerpo recorridos en el espacio y provocar la caída. Por otro lado, el hecho de buscar otros recorridos no tan habituales o aguantar en el aire y cambiar de dirección antes de llegar al suelo, podría dar una sensación de que el suelo no es límite y se puede seguir cayendo. Esta sensación sin limite la recogí gracias a Sharon Fridman, coreógrafo y director con el que trabajé como intérprete, con el que pude aprender y girar con su trabajo por el mundo.
A parte de la danza también cursaste estudios de cine general en la Escuela de Cine y Teatro Metrópolis; en 2020, co-fundaste junto a otros artistas TR3STR3INTA (@tr3str3inta), una plataforma que conecta artistas promoviendo nuevas relaciones entre movimiento, sonido e imagen. Como artista multidisciplinar, ¿con qué otras disciplinas buscas relacionar Caer Caer Caer y de qué maneras?
La disciplina que más me inspira es la audiovisual, siempre encuentro sentido en ella. La pintura y la escultura cada vez me llaman más la atención, me resulta interesante encontrar formas escultóricas con mi cuerpo o relacionarlo con las posturas de los cuerpos que aparecen en la pintura clásica. Por otra parte, me da mucha curiosidad la instalación, ya estamos trabajando en varias ideas en torno a este formato.
Una de las líneas de investigación que has escogido para este proyecto ha sido el documental, que será realizado por el videoartista Samuel Fuentes mediante formatos tanto analógicos como digitales. ¿Por qué escogiste ramificar tu trabajo hacia esta modalidad? ¿Cómo enlazas este concepto de caída que estás explorando con el lenguaje cinematográfico?
Quería dar vida a todo el proceso de investigación, grabar como se construye una idea, cómo empezó todo y a dónde nos está llevando. Me emociona grabar la aventura que vivo junto a dos personas que me inspiran y que me encanta trabajar, ellos son Da Rocha y Samuel Fuentes. Dos referentes para este proyecto son Bas Jan Ader y Buster Keaton, que vinculaban también el lenguaje cinematográfico con el concepto de caída. Me resulta inquietante el hecho de grabar a alguien cayendo, puede ser algo cómico pero a la vez algo muy trágico. Este punto común me interesa.
Como dices, colaboras con el productor Da Rocha (Magnum) en el tratamiento sonoro de la pieza. ¿Cómo estáis trabajando para dotar al proyecto de esa atmósfera caótica y abstracta también mediante el sonido? ¿Qué recursos estáis utilizando?
Por un lado, trabajamos con micrófonos amplificando y distorsionando los sonidos que se crean en directo en la propia escena y por otro, trabajamos con grabaciones de caídas reales del cuerpo jugando con la sincronía y diacronía entre sonido y movimiento. En este momento, estamos de residencia artística en el Centro Coreográfico Canal, y estamos diseñando el formato en el que Da Rocha está integrado en la escena tocando en directo. Así generamos una mayor interacción entre el cuerpo y el sonido donde la caída impulsa al sonido y el sonido provoca la caída. Buscamos la tensión entre predicción y caos.
El 10 de julio se llevará a cabo el preestreno absoluto de la pieza escénica en Konvent Zero (Berga) y paralelamente se está creando el documental. Mientras tanto, ¿hay algún otro proyecto en el que estés trabajando actualmente del que podamos disfrutar en un futuro o te encuentras totalmente centrado en Caer Caer Caer?
Me encuentro sumergido en Caer Caer Caer. Creo que este es el momento para mí de apostar y hacer, y quiero hacer algo. Es jodido con las circunstancias y condiciones que tenemos dentro de la cultura. Pero sí, dedicaré 2021 a la investigación y creación de este proyecto.