Realmente Bravo

Somos Paula y Víctor (1991), vivimos en Elche –aka Las Palmerillas– y estamos detrás de Realmente Bravo, un proyecto de dirección de arte y diseño gráfico que empezamos en 2014 con el objetivo de aprender a usar una cámara.

Estábamos en un concierto de Betunizer en el Transtropicalia 14'. Alguien del público gritó “¡Bravo! ¡Realmente bravo!” y tuvimos coña por mucho tiempo. Cuando fuimos a abrir una cuenta en Tumblr eso fue lo que nos vino a la cabeza. De momento está envejeciendo bien.

Paula: La verdad es que hacemos un buen trabajo en equipo, a mí me encanta montar los sets y disparar la foto.
Víctor: Yo suelo centrarme más en la parte de diseño gráfico y en la edición de las fotos. Creo que los dos coincidimos en que buscar objetos para los bodegones suele ser lo más divertido.

Es difícil concebir este proyecto sin tener en cuenta Internet y las redes. Nuestra primera fuente de inspiración fue Tumblr e instintivamente subimos nuestros primeros curros allí sin ninguna pretensión. Somos conscientes del lado oscuro de Internet y no nos mola, pero decidimos usar las redes sociales en nuestro beneficio en lugar de vivir al margen. Al fin y al cabo son las que nos han llevado a trabajar para gente a la que admiramos y creer en Realmente Bravo como proyecto profesional.

AGZ – Siempre, la favorita sin duda. Ya seguíamos los pasos de Agorazein desde hacía tiempo y que contaran con nosotros para un curro tan guapo como es hacer el artwork del disco fue brutal. Además el resultado nos moló un montón a todos. En cuanto a colaboración favorita:
Paula: Me gustaría trabajar con Dellafuente.
Víctor: Estaría guay colaborar con Sade.

Creamos desde la libertad absoluta. Ya sabemos lo que es trabajar para otros y que te limiten o impongan la línea creativa y por eso surge también Realmente Bravo, como vía de escape, para no tener que ‘obedecer’ a nadie.
La diferencia con otros estudios pasa por que para bien o para mal somos bastante DIY: hacemos las fotos en casa y no dependemos de otras personas para crear, tenemos nuestros propios tiempos y manera de currar, todo muy casero. 

Paula: Las ideas surgen de cualquier lado, desde un libro de cocina de Bárbara Cartland hasta un videoclip de Lazarov. Es algo que va cambiando. Ahora mismo estoy enganchada a las revistas de ganchillo de los 70 y 80, y en general tengo muy presente el Ciclo Cremaster de Matthew Barney.
Víctor: A mí me flipan las postales de la Costa Brava, el vestuario laboral de los empleados del gremio Pizza-Kebab, la tipografía de Frasier y las pegatinas de los cerrajeros.

En un principio fue la manera más fácil de empezar a crear con los recursos (limitados) que teníamos. No necesitas mucho espacio ni un estudio, y con iluminación natural te puedes defender. Con el tiempo nos hemos sentido súper cómodos con los bodegones y de momento nos gusta seguir explorando ese género.

Ojalá estuviera todo en una tienda (risas). Pero ahí está su gracia, recorremos tiendas de todo a cien muy turbias, mercadillos de segunda mano y casas de familiares. Y la basura.

El fanzine Trump era un cuaderno de actividades y juegos para nostálgicos cuyo prota era el actual Presidente de Estados Unidos. Sumar, restar, unir con puntos etc. Hicimos una pequeña edición para Libros Mutantes 2017 y a la gente le moló bastante. El problema fue que al poco tiempo la noticia llegó a los oídos de los ‘rubio-cops’, que nos sugirieron amablemente que dejásemos de venderlo. El Polite Zine, aun sin editar, es un manera de reirnos de lo que pasó con el primero. Mismo fanzine pero todo tachado. Meta-mofa.

Pues estaría guay meter la cabeza en algún proyecto más tocho para poder desarrollar ideas que con nuestros medios no podríamos ejecutar. Experimentar con otras herramientas y otros espacios. Algo que también nos molaría es explorar el mundo del vídeo en general. La imagen en movimiento nos flipa pero no la tenemos desbloqueada.