Tras estudiar diseño de interiores y descubrir que era su pasión, Benito Escat y Pol Castells se unieron en 2015 para crear Quintana Partners. Ubicados en Barcelona, ofrecen sus servicios a distintos clientes y marcas enfocándose en la sostenibilidad y en una construcción más respetuosa con el entorno. Recuperar, reciclar y reutilizar son los tres conceptos con los que se basan para transformar los espacios y darles una nueva vida a las creaciones del pasado sin la necesidad de generar más residuos. “Actuamos con el máximo respeto a los materiales originales de cada espacio, descubriendo la belleza oculta bajo capas y capas de pintura”. Y es que como demuestran con su trabajo, la belleza está en todas partes.A veces solo hay que escarbar un poco para destaparla.
Ambos estudiasteis diseño de interiores en IED Barcelona. ¿Siempre habéis tenido claro a qué os queríais dedicar? ¿Por qué decidisteis uniros y crear Quintana Partners?
Nos conocimos muy jóvenes, antes de embarcarnos en el mundo del diseño, y nos dimos cuenta de que teníamos predilección por el interiorismo. Así que decidimos estudiar juntos nuestra pasión y emprender un estudio focalizado en la sostenibilidad constructiva, ya que es algo que nos preocupa a día de hoy.
Vuestra filosofía se basa en la sostenibilidad con el objetivo de no crear más contaminación y ayudar así a preservar el planeta. ¿Fue este vuestro propósito desde un principio? ¿Diríais que es vuestra razón de ser?
Siempre tuvimos claro que sería la base del estudio, pero no fue premeditado desde el minuto cero. Poco a poco fuimos descubriendo y conociendo cómo podíamos aportar, a través de la sostenibilidad, nuestro grano de arena en el sector. Este concepto está muy presente a día de hoy, donde somos mucho más conscientes del residuo que puede crear una construcción o rehabilitación tradicional, y por ello, dependiendo de cada proyecto, intentamos reutilizar materiales o mobiliario en la medida de lo posible, así como nuevos materiales que tengan una producción menos agresiva.
Respetáis los materiales originales, “descubriendo la belleza oculta bajo capas y capas de pintura”. Vuestra técnica me remite a Michelangelo, a como sustraía una obra de arte de un bloque de mármol. ¿Diríais que el diseño de interiores es un arte? ¿Qué movimientos o corrientes artísticas son más cercanos a la estética de vuestro trabajo?
El diseño de interiores es un arte, así como todos aquellos trabajos que impliquen creación e innovación. No hay ningún movimiento en concreto por el que tengamos predilección, como hemos mencionado con anterioridad, mezclamos diferentes corrientes artísticas que nos inspiran en el momento de emprender un proyecto.
El hecho de trabajar con los materiales originales del espacio os permite darles una segunda oportunidad a las creaciones del pasado. ¿Hay algún material que os guste especialmente? ¿Cuál es para vosotros el material con más encanto?
Todos los materiales con los que se construía hace cien años eran puramente naturales: maderas, mármoles, lino... Nuestra premisa es utilizar estos materiales mucho más puros, que si se mantienen en correcto estado se pueden reutilizar, moldear y adaptar. En Menorca hemos utilizado mucho la piedra de Marés, un material natural que se extraía del subsuelo de la isla (hoy en día es artificial) y que se utilizaba para construir todas las casas y fachadas. Es un material poroso que aporta frescura en verano y mantiene bien la climatización interna de las viviendas.
El pasado es una de vuestras fuentes principales de inspiración. Aun así, vuestro trabajo es fresco, joven y actual. ¿Cómo lográis capturar esa esencia del pasado sin perder la frescura?
Una buena frase para definir nuestro trabajo es: huele a nuevo, pero nada lo es. El pasado es nuestro referente, pero lo adaptamos a los nuevos tiempos con nuestras propias referencias de otras épocas, las cuales no nos da miedo mezclar e incorporar. Nunca realizamos proyectos solo por estética. Cuando se realizan proyectos residenciales se tienen en cuenta los gustos de los clientes y cuáles han sido sus años más felices para introducirlos estéticamente. Somos conscientes del estilo de vida actual, el cual influye en el diseño estético del pasado para poder adaptarlo a los tiempos modernos. Nuestra idea es que el pasado y el presente comulguen a la perfección.
Os gusta que el mobiliario y la decoración sean especiales, que tengan personalidad. Por eso mismo, los rastros y los anticuarios son dos de vuestros lugares favoritos. ¿Qué es lo más especial que habéis encontrado ahí? ¿Alguna pieza a la que le tengáis especial cariño?
En los rastros y anticuarios es donde encontramos gran parte de la inspiración. Todas las piezas y mobiliario que compramos tienen una historia detrás y están vividas, tienen carácter propio. Hemos encontrado maravillas en mercadillos.
Vuestras combinaciones se basan en la libertad y en la creación sin límites. Le dais a cada espacio una personalidad única y singular. ¿Cómo decidís qué aspecto queréis darle a un lugar? ¿Cómo lográis armonizar todos los elementos de un mismo espacio?
Cuando presentamos el proyecto a un cliente analizamos el espacio, es decir, en qué año está construida, cuáles son los elementos que podemos reutilizar y cuáles no. También es importante saber para qué se va a destinar ese espacio, quién va a habitarlo y cómo se va a vivir.
Algunos de vuestros proyectos constan en gran parte en dejar los espacios “inacabados”. Paredes sin pintar, baldosas sin restaurar, cables de electricidad al descubierto… ¿Cómo decidís cuándo un proyecto está terminado del todo?
No es un tema decorativo, es una forma de trabajo. Buscamos la originalidad de cada material con el que trabajamos y seguimos nuestra filosofía de no hacer regatas para ocultar cableado, sino dejarlos al descubierto para que aporten su belleza. Por lo tanto, sabemos perfectamente cuando termina un proyecto.
Habéis transformado varias casas y hoteles de Menorca, Barcelona, Hong Kong… ¿Alguna vez visitáis los sitios que reformáis? ¿Os gusta ver cómo siguen con el paso de los años?
Sí, muchas veces. La mayoría de nuestros proyectos son residenciales, y por lo tanto, pasamos mucho tiempo con los propietarios cuando los hemos terminado. La mayoría de veces viendo mejoras o cambios juntamente con ellos.
He visto que le tenéis cierta devoción a la cita de Lavoisier “la materia ni se crea ni se destruye, se transforma”. ¿Concebís en un futuro la idea de construir un espacio desde cero? ¿Creéis que es compatible con la sostenibilidad?
No es lo ideal, pero sí que es completamente compatible. En el mercado existen nuevos materiales certificados de varias organizaciones que se comprometen con el medio ambiente, utilizando escombros de otros materiales, menos agua o mejorando los procesos de producción con nuevas tecnologías. Tan solo se trata de poner más esfuerzo en conseguir los proveedores correctos.
Ahora que ya estamos en la nueva normalidad, ¿estáis trabajando en algún proyecto?
El estudio no ha parado en todo el confinamiento, ya que estamos enfrascados en algunos proyectos grandes, así que seguimos trabajando como siempre y con más esfuerzo para tirar adelante.