Por si no lo sabías todavía, el museo Pompidou de París echa el cierre unos años para hacer unas renovaciones en profundidad. Pero antes de bajar la persiana temporalmente, han aprovechado el espacio al máximo. ¿Lo último? La presentación de la colaboración entre Pleasures y STWD, la submarca de streetwear de Pull&Bear, a la que hemos ido personalmente. Esta colaboración une los mundos del grunge y del western, una apuesta versátil y a la vez muy urbana que pretende subir de categoría a ambas marcas.
Pull & Bear lleva un par de años con la mirada puesta en la generación más joven que está subiendo, que busca experimentar con los diseños y las siluetas que se pone y que no teme a expandir los límites de su armario. Producto de ello es la submarca STWD, con un claro interés en un universo más urbano y relajado. Con este mismo espíritu ha unido fuerzas con otro referente del streetwear, Pleasures, cuyo reconocible estilo norteamericano encaja perfectamente en este universo.
La colaboración toma como punto de partida claro la estética de un grupo de jóvenes de los años 70 retratados desde lo cotidiano, cuyas elecciones de estilo anticiparon el auge del thrift store style que marcaría los 90. Todo esto bajo el característico paisaje californiano: la costa y sus playas, el desierto, las montañas y todo lo que hay entre ellos. Ese choque entre la cultura urbana y la rural visto a través del lente de Pleasures.
Camisetas básicas, jeans holgados y desgastados, camisas de franela a cuadros, chaquetas y jorts de cuero, una bomber reversible, o el efecto deslavado en varias prendas son algunos de los pilares en los que se sustenta esta colección, que revive ese desgaste y desaliño calculado del grunge de los 90. Entre los accesorios destacan mocasines, gorros, cinturones con el logo de Pleasures y una bolsa tipo travel bag de piel con el emblemático efecto curvo de la marca estadounidense.
Esta no es la primera vez que Pull&Bear une fuerzas con artistas o directores creativos. Desde Thomas Lélu hasta Braulio Amado, la marca ha apostado constantemente por nuevas ideas y visiones, no solo en la ropa, sino también en sus activaciones y eventos, como la London Fashion Week o una pop-up en París. En esta ocasión, bajo el marco del evento Because Beaubourg, el icónico museo parisino unió fuerzas con Arnaud Selve, director creativo detrás de algunos de los sets más reconocibles de firmas como Acne Studios o Chanel, y Pull&Bear para transformar una de sus salas en una instalación de estética western.
Desde el momento en que cruzaba la entrada, se percibía que aquello no era una de sus otras colaboraciones. Antes incluso de ver las prendas, el ambiente se sentía como si entraras poco a poco al mundo de Pleasures. Una gran pantalla LED daba la bienvenida a la instalación con un degradado que reflejaba el atardecer en medio del desierto. Las estructuras donde se exhibían las prendas, con forma de postes eléctricos, se disponían como si estuvieses varado en una carretera. Eso sí, con un outfit impecable. Cada elemento del espacio estaba pensado para que el visitante se sumergiera en una narrativa visual que iba más allá de una simple colaboración entre dos marcas: era una declaración del lado más artístico y creativo de Pull&Bear.








