Pascual Rodríguez pinta porque quiere, porque le gusta, y porque lo siente. No considera que sus cuadros sean reivindicativos, o al menos no pinta para hacer política. Sin embargo, sus retratos de chicos guapos (hay para todos los gustos, desde twinks hasta jocks) y escenas homoeróticas, en los que además predomina el rosa, sí que tienen algo de subversivo. Y él, que huye de ‘lo que hay que hacer’, lo correcto, o lo esperado, también. Hablamos con Pascual sobre el ideal masculino, sus modelos, y planes de futuro.
Antes de conocer más a fondo tu trabajo queremos conocerte a ti. Cuéntanos, ¿quién es Pascual Rodríguez? ¿Qué has hecho durante los últimos años?
Pues Pascual Rodríguez es un joven de 28 años nacido en los 90, licenciado en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia. Una vez licenciado, trabajé en empleos que me causaban gran angustia interior porque ‘era lo que se tenía que hacer’ y ‘la vida es dura, confórmate’. Tras pasar por ahí decidí retirarme al pueblo, a casa de mis padres, y dedicarme a pintar, que me apetecía más que todo lo anterior. Tengo algún que otro fantasma interior pero también la certeza de que estoy aprendiendo algo.
Recientemente he participado en varias exposiciones colectivas junto al círculo Paloma Negra, he publicado Fag (un libro de ilustraciones con Ediciones Hidroavión), y en diciembre del año pasado participé en Art Gaysel, en el Hotel Gaythering en Miami.
Recientemente he participado en varias exposiciones colectivas junto al círculo Paloma Negra, he publicado Fag (un libro de ilustraciones con Ediciones Hidroavión), y en diciembre del año pasado participé en Art Gaysel, en el Hotel Gaythering en Miami.
Tu trabajo consiste en retratos homoeróticos que presentan el ‘ideal’ de la figura masculina en plena juventud/adolescencia. ¿Cuándo te das cuenta de que quieres pintar escenas así?
No me di cuenta, simplemente ocurrió. Al principio, en mi etapa de formación, mi incentivo para aprender anatomía y retrato era dibujar a aquellos chicos de mi entorno que me gustaban. Pasada esta etapa, y sin darme cuenta, este concepto conformaba el grueso de mi trabajo y fue un poco el motor para que siguiese pintando y dibujando.
La figura masculina es el nexo común en tus obras. Pero observamos estéticas completamente opuestas: desde twinks hasta modelos profesionales (y reconocibles, como Sebastian Sauve, por ejemplo), hasta llegar a cuerpos muy musculosos y definidos. ¿Qué concepto de masculinidad pretendes plasmar partiendo de estéticas tan diferentes?
Veo un poco lo que me rodea y al final participo y me relaciono con ello. No es que la intención o el foco esté puesto en una dirección o concepto de masculinidad. Cada vez se van agregando más componentes que enriquecen toda esta historia. Supongo que el concepto se ampliará hasta donde llegue mi investigación.
¿Qué los une? ¿Hablamos de instintos sexuales o deseos representados mediante los modelos?
Creo que los une la pintura y el hecho de pasar de referentes fotográficos a un trabajo que pasa a través de mis filtros. Tienen un poco de instinto sexual, de deseo, de atracción, de fantasear y de evasión. En realidad, son muchas energías que desembocan ahí.
Como dices, empezaste pintando a los chicos de tu entorno. Pero de eso hace un tiempo ya. A los de ahora, ¿los conoces personalmente?
A la mayoría no los conozco. Me dedico a buscar por internet, en perfiles de Instagram, etc. Luego hay un porcentaje menor que sí son chicos que conozco en persona (amigos, conocidos, etc.)
¿Representan un tipo de hombre que tienes ‘idealizado’ y que por lo tanto te atrae e inspira?
Sinceramente no lo sé. Solo sé que de alguna manera me atraen: ya sea por un rasgo físico, un gesto, una prenda, el entorno en el que se desenvuelven o la vida que llevan (o que yo creo que llevan).
A nivel técnico, podríamos diferenciar tus obras en dos. Por una parte, encontramos esbozos o dibujos hechos con lápiz rosa y, por otra, pinturas más completas (pinceladas gruesas, uso del color, etc.). ¿El uso de una técnica u otra depende del momento en el que te encuentras?
Pues un poco sí. Dependiendo de cómo esté y qué es lo que ande buscando me decanto por una u otra. También es algo que va a temporadas. Ahora mismo estoy muy encariñado con la pintura. Me gustan mucho las dos técnicas, pero en este momento siento que lo que tengo que decir necesita del color.
Utilizas diferentes colores pero en tu paleta priman los tonos rosas, rojos o violetas. Hablamos de colores que, tradicionalmente, se han asociado a ‘lo femenino’. ¿Está ligada esta elección del color al concepto de masculinidad o a los roles de género sociales? ¿Supone una reivindicación o subversión de esa asociación del color (azul para niños, rosa para niñas)?
Suelo ser poco reivindicativo a nivel intencional o consciente, salvo en contadas excepciones. Quiero decir que si reivindico algo con mi trabajo suele ser a nivel colateral y no directo, más que nada porque no me doy cuenta. En el caso del color ni me lo planteé, es algo que ya llevo integrado y no lo pienso mucho. Eso sí, si suma, pues estupendo.
O sea que no hay un tono reivindicativo intencional. Pero igualmente, ¿te gustaría probar con otra gama cromática, o entonces perdería este trasfondo más político?
Absolutamente. Mi paleta está en constante cambio; de no ser así me aburriría mucho. Me gusta investigar y probar cosas nuevas. Esto implica tanto el tema como la paleta o incluso el soporte.
También has retratado a personajes como Alaska, Rossy de Palma, Divine o Lady Gaga alejándote de la figura masculina. ¿Cómo encajan estos retratos en tu cuerpo de trabajo?
Digamos que hay un grueso de mi trabajo por el que se me puede reconocer más fácilmente debido a una cuestión de volumen y de cantidad de obra, como es la figura masculina. Por otro lado, y esto enlaza con la anterior pregunta, me atraen muchos otros temas y no puedo evitar querer llevarlos a la pintura. En el caso de Alaska o Rossy de Palma, por ejemplo, sentía ganas de hacerlo. Supongo que por una combinación de formas, colores, composiciones y de los personajes en sí. Intento hacer lo que me apetece y me esfuerzo por trabajar aquellos referentes que en un momento dado hacen que tenga ganas de pintar. No me gusta hacer algo solo porque posiblemente sea ‘lo que se espera de mí’.
El cuerpo y la sexualidad son básicos en tu trabajo. ¿Pero qué mas te inspira a la hora de crear?
El referente, la composición, la luz y el color –sobre todo cuando encuentro acentos de color puro o intenso. Una prenda muy roja o muy blanca, por ejemplo, una pared amarilla o qué sé yo, unas cortinas rosas. Son cosas que generan en mí una pulsión por pintar.
Me he fijado que has publicado fanzines, así que eres de los que se atreve a convertir sus lienzos e ilustraciones a otros formatos. En cierta medida, tu trabajo me ha recordado al artista Patrick Church, que ilustra sobre prendas de ropa, bolsos, o calzado. ¿Te gustaría explorar otros formatos para tus obras? ¿Incluso disciplinas artísticas diferentes?
Rotundo sí. Lo único que ocurre es que todavía no he encontrado un nexo que me permita cohesionarlas, como me gustaría en el caso del textil, por ejemplo. Lo mismo con las disciplinas artísticas. Hace un tiempo que tengo el ojo puesto en la escultura y el video arte pero todavía no he tenido momento.
De los fanzines –y de tu obra en general–, me quedo con la reivindicación de lo homosexual, lo queer, y también lo ‘políticamente incorrecto’: el uso de palabras como fag/faggot, escenas de hombres buscando su dildo, etc. Sobre esto, ¿alguna serie, película, libro y otros artistas que nos recomendarías ver/leer/seguir?
Últimamente estoy un poco desconectado del mundo series/películas, cosa por la que mis cercanos me regañan a veces. Me viene a la mente la película Mysterious Skin, de Gregg Araki, que me marcó mucho. Hubo un tiempo en que me la ponía de fondo para trabajar escuchando los diálogos y la banda sonora.
Y en cuanto a planes de futuro, ¿podrías avanzarnos algo de tus proyectos? ¿Alguna exposición a la vista o colaboración en mente?
Pues lo último que estoy preparando es una expo individual en Madrid. También me gustaría, si tuviese oportunidad, de repetir en Art Gaysel este año y volver a Miami. En la medida en que se desarrollen estos proyectos lo iré compartiendo en mis redes.