En esta temporada, Palomo Spain no solo retorna a la semana de la moda Nueva York tras años sin presentar en estas pasarelas, también retorna a la infancia. Una colección donde el espíritu más infantil, inocente y libre de los primeros años se traslada a prendas que inherentemente evocan ese universo queer y fluido que conforma el ADN de la firma.
El closet es un lugar al que se le ha atribuido una gran cantidad de carga simbólica más allá de la mera función para la que fue creado. En la colección titulada como este objeto mobiliario, Alejandro Gómez Palomo explora los dos significados que surgen de él, el literal y el metafórico en prendas que son lo suficientemente Palomo como para atribuirlas a la marca simple vista, pero que exploran una estética con más tendencia al streetwear en un giro innovador.
Nuestro yo de la infancia no tenía miedo a explorar el armario de nuestra madre, de ponerse cada prenda que encontráramos mirando más allá de su función o de su modo de uso convencional y creando combinaciones imposibles que en nuestra cabeza funcionaban perfectamente. ¿Por qué llega un momento de nuestra vida en el que dejamos de actuar con tal libertad y despreocupación de los mandamientos estéticos? Para demostrar que con la lucidez de la adultez no tiene por qué llegar una depuración estilística, Palomo Spain propone contrastes de texturas, colores y tendencias, haciendo alusión a este mix and match infantil que da como resultado looks en los que conviven vestidos románticos, piezas sastreras, reinterpretaciones de prendas deportivas y abrigos de piel.
Esta mezcla indudablemente resulta en una estética donde no existe el género y donde la libertad al vestir es total. Los complementos cumplen un gran papel en construir el concepto. El calzado navega entra la formalidad de los mocasines y botas en su mayoría adornados con lazos y lo sport de las zapatillas en colaboración con Puma, la joyería Swarovski resalta a modo de apliques en varias de las prendas y los bolsos clásicos de la firma como el Castellana también están presentes. Los tocados de Ruslan Baginskiy que recuerdan a almohadas y toallas y el gran abrigo/edredón del último look dan el toque final en el que se evoca comodidad dentro de la libertad.
Nuestro yo de la infancia no tenía miedo a explorar el armario de nuestra madre, de ponerse cada prenda que encontráramos mirando más allá de su función o de su modo de uso convencional y creando combinaciones imposibles que en nuestra cabeza funcionaban perfectamente. ¿Por qué llega un momento de nuestra vida en el que dejamos de actuar con tal libertad y despreocupación de los mandamientos estéticos? Para demostrar que con la lucidez de la adultez no tiene por qué llegar una depuración estilística, Palomo Spain propone contrastes de texturas, colores y tendencias, haciendo alusión a este mix and match infantil que da como resultado looks en los que conviven vestidos románticos, piezas sastreras, reinterpretaciones de prendas deportivas y abrigos de piel.
Esta mezcla indudablemente resulta en una estética donde no existe el género y donde la libertad al vestir es total. Los complementos cumplen un gran papel en construir el concepto. El calzado navega entra la formalidad de los mocasines y botas en su mayoría adornados con lazos y lo sport de las zapatillas en colaboración con Puma, la joyería Swarovski resalta a modo de apliques en varias de las prendas y los bolsos clásicos de la firma como el Castellana también están presentes. Los tocados de Ruslan Baginskiy que recuerdan a almohadas y toallas y el gran abrigo/edredón del último look dan el toque final en el que se evoca comodidad dentro de la libertad.