Le Palace, el mundo de Lewis Carrol y Pixies forman parte del universo de Paco Pintón, diseñador de la firma que lleva su nombre. Reivindica la moda como una fiesta en todos sus aspectos posibles. Y es a raíz de ese baile cuando el minimalismo danza con el tropicalismo. De esta unión, nace su nueva colección.
¿Cómo conviven en tu nueva colección Le Palace, el mundo de Lewis Carrol y Pixies?
El punto de partida de la colección Rock the Club fueron las fiestas en Le Palace, una boite mítica en París donde la gente se lo pasaba en grande. Eran los años de la música disco y el nacimiento de una nueva forma de bailar. Alice in Wonderland es el envoltorio, es el punto de magia que necesitaba la colección. Me gusta mucho esta novela, que ha inspirado numerosas obras de teatro, ballets y óperas. Tiene ese doble sentido, entre lo naif y lo satírico. En cuanto a los Pixies, aportan el punto roquero y guitarrero que siempre intento darle a mis colecciones. En esta incorporé el hoodie, una prenda muy noventera, como el indie rock de los Pixies. Considero que puede ser incluso el enlace para la siguiente colección. Mi trabajo se entiende mejor como un work in progress, nunca como algo aislado.
Defines tu marca como minimalismo tropical. ¿Podrías contarnos algo más sobre ese concepto?
Minimalismo porque me gusta la idea de simplificar todo a lo mínimo y porque me gustan los colores puros, las formas geométricas simples, los tejidos naturales, el lenguaje sencillo. No obstante, lo que verdaderamente me atrae es esa simbiosis entre una corriente artística que reivindica el mínimo con la propuesta más exuberante y profusa del tropicalismo, con sus colores cálidos y los motivos inherentes como las palmeras, los tiburones y los rayos que forman parte de mi universo más reconocible.
Nos encontramos en tu web un apartado de inspiración muy ecléctico que va desde referencias cinematográficas, pasando por musicales, literarias, etc. Muchas de ellas se ven reflejadas después en tus prendas. ¿Qué es lo que mueve el mundo de Paco Pintón?
Mi principal influencia es siempre la música. El rock and roll, desde sus comienzos, es una de las influencias más fuertes en la moda. Rompió con todas las convenciones del momento para formar algo nuevo y eso lo intento plasmar en mis colecciones. Pero también me gusta mucho el cine y siempre lo considero como una referencia fundamental. El cine de Antonioni, con l’Aventtura y la Notte, el Felini de Ocho y medio y de La Dolce Vitta, el Visconti de Confidencias y Gatopardo, Kubrick, Polansky, Billy Wilder, Hitchcock, Cristopher Nolan, Tarantino, Sorrentino, etc. Y la literatura. La literatura es siempre una fuente de inspiración primordial. Una página de una novela puede dar para mucho.
Una vez te definiste como alguien multidisciplinar. ¿Cómo integras el arte en tus prendas?
Vengo del mundo de la edición, me encanta la música y soy un DJ amateur. Tuve un blog que durante unos tiempos me sirvió para expresar mis pensamientos sobre temas diversos y que en ese momento lo sentí como casi necesidad vital. Yo integro el arte en todos los aspectos de mi vida, por su poder catártico e incluso curativo. Pero no me gusta nada cuando intentan confundir la moda con el arte. La moda es la moda. Sin más.
¿Quién viste de Paco Pintón?
Cuando preparo mis colecciones no pienso, como principio básico, si van a tener un valor comercial. En primer lugar, pienso en mis amigos que han creado una especie de corriente o estética Pintón. Proyecto como les quedarán mis sweatshirts, bombers, blazers o capas. Y luego en todo aquel que disfrute de la vida, y que esencialmente le guste pasarlo bien.
¿En qué momento decides lanzar tu colección y cómo ha evolucionado desde que empezó?
Hago dos colecciones al año que presento al tiempo. No voy con el círculo de la moda que es presentarla 6 meses antes. See now-buy now. Lo bueno que tiene no trabajar con tantas estructuras es que las colecciones nunca son cerradas, siempre amplío con alguna pieza nueva. Por ejemplo, en Random Memories, decidí sacar el modelo Paris Texas a mitad de la temporada. Pasó de ser un descarte a un gran hit.
Nos gustaría saber cuál es el proceso desde que una idea nace en tu cabeza hasta que la prenda aparece en tus manos.
Una colección es para mí siempre una idea abierta, no preconcebida, y desde que empiezo a idearla hasta el resultado final nunca sé lo que va a pasar. De hecho, muchas veces no se parece en nada a lo que tenía pensado. Me gusta mucho ese pensamiento de viaje sin destino, como una aventura. La idea del flaneur baudelairiano que intento aplicar en mis creaciones, como una exploración caótica y sumamente personal.
El ocho de octubre de 2012 escribías en tu blog: “A Gauguin le encantaba pintar palmeras. A Pintón le encanta. A Gauguin y a Pintón le encantan las palmeras. Palmeras solitarias en el caso de Pintón, y palmeras en compañía de vegetación exótica en el caso del genial pintor francés. Pero muchas palmeras.” ¿Qué le gusta ahora a Pintón? ¿Qué nos puedes contar sobre tu próximo proyecto y dónde quieres llegar con él?
El arte es algo que forma parte de nosotros, incluso en los elementos más inapreciables o intangibles de nuestra realidad. Las creaciones más codiciadas han sido reproducidas y adaptadas a cuentos infantiles e incluso llevadas a la gran pantalla. Tanta es la importancia y la influencia del arte, que intenta abarcar hasta el ámbito de la moda. El arte me ha apasionado desde siempre y por eso es normal que inspire mis creaciones. Mis inquietudes siguen siendo las mismas, van madurando, pero en esencia son las mismas. Respecto a mi próximo proyecto cerrado... Son las sweatshirts para ARCOmadrid 17. Me apetece mucho.
¿Has pensado en realizar alguna colaboración? ¿Con quién te gustaría?
Me gustaría sacar un libro con Adrià Cañameras. Él ha fotografiado mis campañas y nos entendemos perfectamente. Me siento muy cómodo trabajando con él.
¿Qué piensas del panorama de la moda? ¿Cuál crees que es la clave actualmente para llegar al público?
Es verdad que hay mucho público hoy en día interesado por la moda, pero la saturación de imágenes empieza a cansar. Hay demasiada información en general y el público no sabe como digerirla. Necesitamos abrir un espacio de pensamiento sobre el impacto de esta superabundancia en la política, la cultura y la sociedad. Por otro lado, la clave sigue siendo, más o menos, la de siempre: tener tu propia identidad y un discurso ajeno a las tendencias. Fundamentalmente hay algo que considero muy importante y que pretendo tener en cuenta durante todo mi proceso creativo y es no tomarme demasiado en serio. Ahí está la clave.