El nuevo proyecto de Marc Morro y Oriol Villar tiene forma de tienda y se llama Otrascosas. Ellos dos, diseñador y publicista respectivamente, venden muebles y objetos para el hogar provenientes tanto de una cuidada selección de productos de varias marcas, como de la edición y la fabricación de muebles propios. Así, han hecho una recopilación de diseños única y cambiante. Se han basado en sus gustos personales y eso se refleja en sus productos, sencillos, honestos, y de calidad. Otrascosas ha abierto recientemente y se encuentra en la interesante calle Séneca de Barcelona, a camino entre el barrio de Gracia y Diagonal, donde convive con otras tiendas de diseño. Hablo con Marc y Oriol sobre todo esto y otras muchas cosas...
Otrascosas nace a partir de la galería Otrascosas de Villar-Rosàs, vuestro proyecto anterior. En esta tienda habéis querido mantener casi el mismo nombre, ¿supone una continuación?
Oriol: Otrascosas de Villar-Rosàs era un espacio que teníamos en la agencia de publicidad Villar-Rosás, con mi socio Jordi Rosàs. Era un espacio para hacer exposiciones, enseñar cosas y hacer esas “otras cosas” que no tuvieran que ver con la publicidad. Aquello se acabó. Teníamos la sala en un principal y cuando hacíamos una inauguración se llenaba de gente. Con Marc había hablado de abrir algo a pie de calle, de ahí viene la necesidad de abrir lo que es ahora en apariencia una tienda, pero puede llegar a ser muchas más cosas.
Marc: Estuvimos barajando varios nombres pero decidimos mantenerlo. Al final es el mismo espíritu.
¿Qué ha hecho que os hayáis instalado en la calle Séneca? ¿Ha tenido que ver con que en esta calle se encuentren otras tiendas de diseño?
Oriol: Nos gustaban tres calles: Séneca, Enrique Granados y Doctor Dou.
Marc: También la calle Rec, en el Borne, pero no nos acababa de gustar del todo, o Pau Claris... Al final vinimos aquí y hablando con Shukri, nuestro vecino de la tienda actual, propietario de Ox Mobiliari, nos dijo, “si queréis partimos el espacio”. Conectamos bien con él y nos quedamos con la mitad.
Oriol: Sobre la calle Séneca la gente comenta que está pasando algo. La zapatería Cuervo, la tienda de cosas de niños Nobodinoz, galerías... Es una calle pequeña y, en cambio, es increíble porque estás aislado pero al mismo tiempo estás a un paso de Gracia, de Diagonal, de Paseo de Gracia... Si no eres de aquí o no eres vecino de Séneca, no es una calle por la que pasas, es una calle a la que vas por algo. Es un poco la intención de los que estamos aquí. Tiene eso de “voy a ver qué pasa por allí” una tarde de sábado y eso no es algo muy frecuente.
Para la reforma del local habéis contado con estudio Arquitectura G, ¿qué cosas queríais que tuviese la tienda?
Marc: Lo que ellos quisieran. Tan solo les pusimos pautas funcionales. Queríamos una zona de despacho, una mini cocina, y una zona expositiva que también albergase un almacén. Pero ya está, les dijimos, “con el estilo que vosotros tenéis, mano libre para lo que os dé la gana”.
¿De dónde proceden los productos que podemos encontrar en Otrascosas? ¿Qué hace que os decantéis por una marca, o por un objeto y no por otro?
Marc: Tenemos tres maneras de traer producto. Una es la edición, piezas que nosotros editamos, como puede ser la tumbona de playa. De hecho, el abuelo de Oriol la hacía, era carpintero, y la hemos rediseñado un poco. La producimos en Lleida, las telas de lino se hacen en Mallorca artesanalmente, y aquí lo juntamos todo. En nuestro taller hacemos pequeñas piezas, sillitas, taburetes... Y la otra es la selección de marcas o productos que luego vendemos aquí. Objetos domésticos que de repente podrían no serlo. Cosas que nos gustan mucho, que están bien hechas, de una marca con unos valores que nos gustan, o de un artesano que está haciendo algo que creemos que vale la pena dar a conocer y ser expuesto.
Oriol: Hay muchas marcas que son garante de calidad, de algo bien hecho y demás, pero lo que más nos importa es el producto. Lo que tenemos aquí quizá cueste mucho de encontrar en otras tiendas.
¿Os interesa darle visibilidad a objetos que vienen de procesos artesanales junto con otros más puramente de diseño?
Marc: Nos gusta lo artesanal, por un lado, porque es de la única manera que podemos trabajar. De manera industrial nos resulta imposible, por unas inversiones y unas maneras de trabajo que no tenemos o nos son inviables. Por otro lado, el artesano es quien te permite jugar mucho más, menor producción, más exclusividad, mayor personalización... etc.
Oriol: Hay muebles que hechos a gran escala sería fácil producir y más barato. Pero no nos interesa. Hace 50 años, en pueblos cercanos a Barcelona, existían núcleos industriales y expertos mundiales en la confección de telas, por ejemplo, y ahora no hay nada de eso. Llegará un día en que los chinos nos dirán, “paga lo que yo quiero” y tendremos que decir que sí porque no sabremos cómo hacerlo o no quedará nadie para hacerlo. Esta silla la está haciendo un artesano de Valencia y es él el que sabe hacer esto.
Marc: Y ya no quedan muchos porque han tenido que cerrar casi todos. El objetivo principal no es recuperar la artesanía, pero me parece ridículo ir a producir a 40.000 km cuando aquí tienes gente que puedo hacerlo. 
¿Qué gama de precios tienen los productos de Otrascosas?
Marc: Desde 5 o 6 euros, sobre todo objetos pequeños, hasta 400 euros, objetos más grandes. Quizá el precio medio es de 70-80 euros.
Oriol: Irán saliendo más cosas. Ahora estamos con los prototipos de las bandejas de Miguel Milá. La mesa en la que estamos la ha diseñado Marc y si alguien la quiere comprar puede hacerlo. Somos muy flexibles.
Marc: De hecho, acabamos de abrir pero ya ha pasado tres o cuatro veces que de repente viene una persona y dice, “este banco que tenéis aquí me gusta, pero un poquito más bajo...”. A partir de los productos que tenemos, personalizamos. Si alguien nos viene con algo nuevo también podemos mirarlo. De selección no, pero de de los productos de edición y sobre todo de taller que hacemos a medida, sí que se pueden ajustar. Es otra vía.
¿Haréis exposiciones o eventos como en la antigua galería para dinamizar la tienda?
Marc: Sí, pero al estar a pie de calle ya tiene una dinamización un poco más normalizada. Haremos eventos, una serie de cenas, pero de convocatoria muy pequeña. Eventos culinarios, o invitaremos a alguien para dar una charla o presentar algo. Serán cosas muy puntuales porque el espacio no da para mucho, y también para focalizarnos en gente muy determinada.
Oriol: Ahora tenemos forma de tienda, y en una tienda hay que vender producto. Pero si nos olvidamos de eso, a Marc y a mí nos importa mucho exponer producto. Muchos de los objetos que aquí hay en venta, en Otrascosas de Villar-Rosàs eran parte de una exhibición. Aquí llevamos abiertos tres semanas y cada día habrán entrado entre 80 y 100 personas. A nosotros nos parece bien que la gente entre y no compre porque cumple la mitad de nuestro propósito, enseñar el trabajo de esta gente a las personas que van a Séneca a ver qué pasa. Y una de las cosas que pasa ahora es que hay dos colgados que están enseñando las cosas que a ellos les gusta y eso mola. Otrascosas también es un nombre muy genérico, cabe absolutamente de todo: otra forma de hacerlo, otra forma de mirarlo... Y aquí podemos hacer de todo, como esos pequeños eventos dentro de la tienda; pero es posible que algún día salgamos fuera del espacio de tienda para organizar algo, como un pop-up, por decirte algo.
Marc, como diseñador ¿tienes algún objeto o mueble fetiche? ¿Qué características tiene un buen diseño para ti?
Marc: Tengo cierta obsesión por los taburetes. Aquí hay una gran cantidad de taburetes que hago yo o que he comprado. En mi casa creo que tengo unos veintiséis taburetes de los cuales me siento en dos. Luego en la mesa del centro tengo cinco taburetes, otro en el baño para poner el jabón en la ducha... Si tengo algún fetiche son los taburetes en general (risas).
Lo del buen diseño siempre me cuesta mucho porque te diré tópicos. Me gustan las cosas bien hechas, honestas, sencillas... Cosas muy directas, como las piezas que hay aquí, que tampoco haga falta mucha historia detrás para que se expliquen. El tipo de objeto que desde el principio ya ves lo que es, que habla por sí solo. Cuando estudiaba me gustaba lo conceptual, con una historia y un proceso complejo. Ahora no sé si es por la edad o qué, que me gustan las cosas más útiles.
¿Tienes algún referente en especial al que recurras a la hora de diseñar?
Marc: Casi todos los diseñadores que tenemos aquí son referentes para mí. Miguel Milá, Martino Gamper, Max Lamb, Enzo Mari... Él tiene un libro que se llama Autoprogettazione donde se dedicó a diseñar muebles que luego puede hacer cualquiera. De ahí sacas los planos y los haces tú, y junto con un amigo me dedico a eso como hobby. No se pueden vender, son para ti. Son piezas muy instantáneas, van con clavos, el prohibe utilizar tornillos. Piezas que montas en una hora y media, casi tan rápido como una pieza de Ikea.
¿Qué otras marcas podemos encontrar en la tienda?
Marc: Big Game, Alvar Aalto, Bruno Munari, Arquitectura G... También tenemos producto popular, diseños que no son de nadie, son de toda la vida, pero no por ser clásicos, sino porque se han utilizado siempre. No es diseño popular, sino que ya no son de nadie. Como la silla que hacía el abuelo de Oriol de la que hemos hecho nuestra interpretación. Esos muebles que ya están en el imaginario popular.
Marc: Exacto. Lo que hacemos es buscarle la gracia. En este caso la estructura, las telas traídas de Mallorca...
Oriol: Hay un proyecto que es averiguar de dónde sale esto. Durante mucho tiempo se la había llamado Silla Barceloneta. Habría que ver la primera prueba gráfica de esto.
Marc: Oriol, como defecto profesional de publicista, siempre intenta buscar la historia de las cosas. También es la gracia de la tienda, que poco a poco iremos viendo cómo explicarla de la mejor manera posible.
Oriol: Y otra cosa que explica el porqué de todo esto. Me casé hace cuatro años y el mejor regalo de boda me lo hizo Marc, me regaló una lámpara de Flos preciosa de plástico. Me dijo, “te voy a regalar lo próximo que me voy a comprar para mí”. Él iba detrás de esta lámpara desde hacía mucho tiempo y al final me la regaló a mí. Yo siempre digo que la idea de Otrascosas sale de ahí. Las cosas que nos gustan, sobre todo a Marc, que compraría para sí, pero también que cuando compres algo tengas la duda de si regalárselo a alguien que quieras un montón o quedártelo para ti. Es un movimiento chulo. Es hacer las cosas cada uno a su forma, no intentando gustar a todos. Son cosas que realmente si el negocio va mal, nos las quedamos nosotros encantados.
Porque os gusta realmente todo lo que tenéis aquí.
Marc: Solo tenemos en la tienda cosas que nosotros compraríamos. Y si no están, las hacemos nosotros o buscamos al mejor para que nos las haga. 
También es eso lo que le da identidad a una tienda de diseño, que haya alguien detrás con un gusto propio bien definido.
Marc: Sí, creo que en el momento en que se pierde a la persona que está detrás, tanto en una tienda de diseño como de cualquier cosa, se pierde la magia si es que la hay.
Oriol: Es incluso como la poesía, todos los poetas tienen una voz. Todos dicen lo mismo, “ella se fue, me puse a llorar como un cabrón y no sé qué hacer...”. Te lo puedo decir así, o de cincuenta mil formas distintas, todo depende de la perspectiva, del punto de vista. Y este es el punto de vista de un diseñador que se llama Marc Morro.
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