OFFF MX 2024

A tan solo una edición de celebrar su décimo aniversario, OFFF MX ha demostrado que goza de una salud envidiable, colgando el cartel de sold out en su evento de dos días. En estas jornadas ha habido talleres, charlas, un mercado de diseño (joyas, láminas, libros, ropa y demás) y momentos para hacer networking. La audiencia, conformada por profesionales de todo tipo (desde diseñadores hasta producers de eventos) y también estudiantes, ha estado atenta a dos jornadas intensas donde creativos de renombre han compartido sus experiencias profesionales, errores y aciertos, y anécdotas personales. La verdad, ha habido muy poco tecnicismo en las charlas; esto se reservaba a los talleres. Así que cualquier persona en el ámbito creativo podía sentirse identificado con lo que se hablaba en el escenario. Ha habido mensajes que se han repetido a lo largo de estos días, así que hemos hecho un resumen de ocho lecciones para la vida que nos llevamos de esta edición y que empezaremos a aplicar desde ya.

Es un cliché, sí, pero ninguna de las charlas ha escapado de él, así que será verdad. Todos los ponentes han insistido en que amar tus estudios, tu trabajo y los proyectos en los que te involucras es vital. Por supuesto, hay muchos que aceptas por otros motivos (reputación, dinero, contactos, etc.), pero si al final del día no sientes que haces lo que te gusta, entrarás en una espiral negativa y odiarás todo a tu alrededor.

Por ejemplo, Boldtron, quien lleva más de veinte trabajando como artista y diseñador, ha recordado haber llegado a un punto de no retorno por las exigencias de los clientes hace unos años. “Si os soy sincero, no disfrutaba la época de trabajar para marcas; tenía mucho estrés y me pasó factura”, confesaba. Y eso que fichó por nombres conocidos internacionalmente y tiene un portfolio envidiable. 

También se han quejado de la academia Adriana Mora, que en la universidad se desmotivó (de hecho, aceptó un internship para hacer un break corto y acabó por no volver), y Rubén Álvarez (aka @rrrrube), artista multidisciplinar, que primero quería dedicarse a hacer black metal (aunque vio que era casi imposible conseguirlo) y la abandonó para estudiar Ciencias de la Comunicación, que dejó en tercer curso para hacer Diseño Integral. Para pagarse los estudios empezó a hacer merch para bandas metaleras, lo que lo conectaba con su pasado y sus gustos. “Ahí empezó el camino hacia la felicidad otra vez”, admitía con una sonrisa.

Más que hablar de humor, muchos de los ponientes han hablado desde el humor. Hay que tener en cuenta que son ‘gente de internet’, y como nos advertía Adriana al principio de su charla, “Espero que la disfruten porque me he pasado muchas horas buscando memes” (además de las imágenes humorísticas, su tono fue muy divertido, compartiendo su experiencia con el primer internet como buena millenial: creciendo con juegos ‘para niñas’ donde creaba looks, explorar el mundo a través de Encarta, y la llegada de las primeras redes como Metroflog).

También nos han hecho reír a carcajadas Freddie y Erik de la agencia sueca Snask. Primero, porque son unos personajes canallas, rebeldes, ingeniosos y que se toman poquísimo en serio a sí mismos (aunque sí al trabajo). Y luego, porque tenían historias buenísimas, como el ’secuestro’ de un intern para llevárselo a Costa Rica, pasando por las decenas de veces que los habían comparado con sus döppelgangers, Steve Aoki y David Guetta. 

Otro de los mensajes más repetidos es la importancia de crear un vínculo emocional con aquellos con los que te comunicas. Obviamente, siendo directores creativos, artistas o diseñadores, ellos tienen más responsabilidad de hacer llegar campañas, productos y otras piezas visuales a tanta gente como puedan. Pero no han insistido tanto en lo lejos que tienen que llegar los mensajes sino en lo profundo; hay que apelar a las emociones que nos conectan. Los de Snask han hecho mucho hincapié en que hay que hablar desde el corazón y no la cabeza. Ellos, que se ocupan de desarrollar la imagen de marca de varios clientes, afirman: “If marketing is asking for a date, branding is the reason they say yes”. También Nathalie van Sasse van Ysselt, que ha estado años trabajando en el proyecto Sphere de Las Vegas y otras experiencias inmersivas, afirma que crear un impacto tiene alcance sobre todo cuando hay una conexión emocional.

Aunque no todo tiene que ser comercial. Rubén Álvarez, a raíz del devastador terremoto en Ciuduad de México de 2017, se hizo muy viral con un gráfico sencillísimo donde ponía ‘somos uno’. A partir de ahí buscó hacer cosas más depuradas pero con mayor impacto. “Mi trabajó se volvió más simple pero más significativo”, ha dicho en su charla. “Una serie de palabras a veces puede mover mucho más de lo que creemos”.

Aunque ahora sean artistas de éxito, participen en congresos de creatividad y cuenten con portfolios impresionantes, no todos han seguido un camino de rosas. Alejandro Masferrer, de Tryggers, estuvo dando vueltas por Londres, salió por patas de Lituania por un encontronazo con su jefe, y acabó en Barcelona, donde al fin se ha establecido haciendo lo que quiere. Timothy Goodman, artista neoyorquino multidisciplinar, empezó en una editorial diseñando covers que odiaba hasta que, poco a poco, fue encontrando su sitio en el mundo del arte (ahora hace murales, exposiciones, ha publicado libros, etc.). 

Rubén Álvarez, como decía antes, dejó la música primero y luego su primer grado universitario hasta encontrar lo que le gustaba de verdad. Y Boldtron, aunque sí disfrutaba del trabajo 3D (solo que no para las marcas), ha encontrado en la Inteligencia Artificial y su plataforma Krea un lugar perfecto para su creatividad y ritmo de vida. Así que da igual la edad que tengas o lo que estés haciendo ahora que, si quieres, puedes redirigir el rumbo de tu vida hasta que las cosas estén bien.

A ver, obviamente, para gente cuyo trabajo es altamente visual, su entorno es sagrado. Y aunque no tengas que reconvertir tu casa en una expo del Memphis Group e ir a tiendas de segunda mano a buscar reliquias que otros no saben valorar, sí deberías considerar adaptar tu espacio, por pequeño que sea, a tu gusto. Porque apartar la mirada del ordenador o el papel y ver cosas que te estimulan y te motivan es un aliciente y contribuye a tu salud mental.

Lucas Luz, director de arte en la prestigiosa &Walsh, se lamentaba de no poder disfrutar de las preciosas oficinas que tiene la agencia neoyorquina. Sin embargo, tenía una razón de peso. Bueno, tres: tres bulldogs franceses adorables que convertían su entorno en un sitio de amor y ternura. Los de Snask están a otro nivel: una oficina preciosa, muy escandinava, pero a la vez divertida (por ejemplo, con un baño que parece un santuario a Will Ferrell lleno de fotos graciosas del actor). Y Alejandro, de Tryggers, nos ha enseñado su nuevo espacio multidisciplinar en Barcelona, a medio camino entre tienda, oficina y lugar para hacer talleres dinámicos, muy colorido y acogedor.

Está claro que alcanzar el éxito profesional depende de muchos factores: contactos, talento, buena suerte, oportunidades. Pero casi ninguno de ellos es suficiente si no has sido constante a lo largo de los meses o incluso años en aprender. Hay que trabajar duro y, sobre todo, no abandonar nunca. Eso no significa explotarse al máximo ni despertarse a las cuatro de la mañana. Adriana Mora lo ha dejado claro en su charla: tienes que crear tus propias reglas, funcionar con un sistema que funcione para ti. 

¿Eres de los que no puede dormirse hasta bien entrada la noche? En vez de perder mil horas en TikTok, ve tutoriales, lee, aprende idiomas online… Haz algo. ¿Que cada día tienes dos horas de transporte hasta algún sitio? Aprovéchalos. También Boldtron ha insistido en que ahora pasa más tiempo creando piezas con AI que haciendo proyectos en 3D. “La gran misconception es que la IA es darle un botón”, dice. Y para nada. Precisamente porque empezó trasteando e intentando entender cómo funcionaba, ahora puede hacer las cosas al nivel que las hace.

Otro de los mensajes más repetidos. Todos sabemos que el mundo es estresante, los encargos son para ayer y, además, no acostumbran a estar lo bien pagados que deberían. Y si el primer mensaje de este artículo destaca que hay que tener pasión por lo que se hace, implicarse y conseguir encontrar la satisfacción personal en el trabajo, también hay que saber poner límites y decir basta. 

El cofundador de Man Vs Machine, Mike Alderson, ha destacado la importancia de encontrar el equilibrio entre la vida personal y la profesional, y ha confesado que hace años llegó al burnout y tuvo que abandonar durante varios meses. “The biggest takeaway is that I love job but I was killing myself”. A Adriana Mora le pasó algo similar: renunció de su trabajo en Apple tras tres años. “Me di cuenta de que desde los siete años no había pasado más de dos días sin pantallas ni internet, y eso fue inquietante”, ha dicho, así que lo dejó para reconectar consigo misma y su creatividad. 

Suena un poco radical pero es así. Con las campañas, los vídeos, los gráficos y las imágenes hay que crear emociones, aunque sean negativas. Apostar por una idea de manera valiente puede levantar ampollas si es polémica o arriesgada, pero al menos habrás creado un impacto. Como dice la sabiduría popular, no hay mala publicidad, lo importante es que hablen de ti. Eso lo saben los de Snask, que sufrieron un aluvión de críticas por una campaña de Halloween para Dollarstore cuya gráfica y concepto era ‘Welcome to Hell’ (en Navidad, para seguir con lo mismo, hicieron la otra cara de la moneda, el ‘Welcome to Heaven’). Y así lo han repetido otros ponientes: sus mejores trabajos o algunos de sus mayores logros han sido aquellos también más odiados. Así que ya sabes, arriesga y haz algo que, aunque divida opiniones, sea impactante y significativo.