En esta nueva ola del diseño de moda aparece cada vez más un discurso que se apodera de las pasarelas: el diseño consciente. Según la ONU es la segunda industria más contaminante del mundo, siendo la responsable del diez por ciento de las emisiones de carbono. Por ello, propuestas como la de Romina Cardillo son tan importantes. Directa desde Argentina, la creadora de Nous Étudions viene dispuesta a ser la alternativa sostenible de la alta costura. Nos confiesa que lo suyo viene de lejos, de su filosofía de vida anti especista.
Romina, viniendo de la marca familiar María Vázquez, cualquiera diría que ser diseñadora te viene en la sangre. ¿Te adentraste en la moda por gusto o por cierta obligación?
Por gusto cien por cien. Tener una madre diseñadora fue una fuente de información e inspiración. Y pude darme cuenta de muy pequeña de lo que realmente me gustaba. Quizás lo que cambió fue mi enfoque, siempre vi el diseño como una herramienta para cambiar las cosas que me parecían que estaba mal en la industria.
Estudiaste moda en la universidad, aunque ya conocías desde pequeña los tejemanejes de la industria. ¿Cómo fue para ti pasar de un taller que ya conocías a estudiarla por tu cuenta?
Fue la forma de encontrar mi propia identidad como diseñadora y darme cuenta de que mi ideología y forma de vida iban a ser parte de mi carrera.
Hace más de una década que dejaste de participar en el taller de la familia para crear tu propia marca, Nous Étudions, ¿qué te llevó a dar el salto?
María Vázquez fue el sueño de mi mamá, siempre estuvo claro que no fue el mío. Quería una marca que hablase de lo que pasaba en el mundo, que tuviera un mensaje que dar. Eso me llevó a crear mi propia marca.
Desde el principio conseguiste llamar la atención. El año pasado quedaste semifinalista del premio LVMH y hay quien te llama la precursora de la moda sostenible. ¿Cómo planteas tu marca y qué tipo de ideas tenías en mente para construirla?
Mi marca es en realidad el reflejo de mi filosofía de vida, no al revés. No busqué armar una marca ‘sostenible’, sino hacer una marca que tenga que ver con lo que yo sentía. Ser anti especista es mi manera de trabajar y de vivir.
Echándole un vistazo a tus prendas, enseguida vemos que eres asidua al monocroma, los colores sólidos y las confecciones minimalistas. Sin embargo, dejando espacio para accesorios más divertidos como los bolsos tipo dripping y el calzado anudado. ¿Por qué esta estética?
Me gusta el color, la monocromía. Las cápsulas son un todo, y cuándo puedes verlas todas juntas se puede percibir la paleta de color general, que siempre me inspira la naturaleza.
En 2019 diseñaste una colección cápsula para Nike y, a la vez, fuiste seleccionada para presentar tus colecciones en el Museo Ferragamo de Florencia. ¿Cómo se presentaron estas oportunidades y cómo las afrontaste?
En los dos casos me convocaron. En el caso de Nike porque, junto con ellos, presentamos su primer calzado vegano y eso motivó mi participación. Poder apoyar un cambio tan importante en esta marca tan masiva.
En el caso de Ferragamo, me convocaron para hacer una pieza única que fue desarrollada enteramente con Kombucha.
En el caso de Ferragamo, me convocaron para hacer una pieza única que fue desarrollada enteramente con Kombucha.
En octubre del año pasado presentaste Oxímoron en la Vegan Fashion Week. Háblanos más sobre ello.
Emmanuelle, su fundadora, me convocó. Apoyo mucho los proyectos veganos que tengan como objetivo mostrar propuestas que no tenga relación con el maltrato animal.
Leí en una entrevista que comentabas que la colección, Oxímoron, no iba a tener un final como tal. ¿A qué te referías, en concreto?
Ya no pienso más en presentar colecciones, y el concepto cápsula también me empezó a dejar de funcionar. Entonces, me propuse poder diseñar sobre la evolución de mis ideas y conceptos. No estar obligada a presentar cada seis meses algo novedoso sino algo funcional que de verdad trate de solucionar o sugerir una nueva perspectiva en la industria.
Sobre esta colección, vale la pena detenerse en las fotografías promocionales. Me llama la atención lo explícito del tejido en red tapando la cara de la modelo, además de la sensación de cierta asfixia con las prendas abullonadas. ¿Qué te llevó a transmitir el trasfondo de la marca con estos visuales?
Las redes fueron tejidas por Teresa Gutiérrez, tejedora de la comunidad Wichi en biohilo, esa fusión entre lo artesanal y las nuevas tecnologías inspiraron un nuevo concepto en mis diseños. Las contracciones en las texturas y los encastres en las tipologías también se anclaron en un nuevo comienzo atravesado por una pandemia.
Por último, ¿qué le depara a la marca en un futuro?
Vínculos de nuevos desarrollos textiles innovadores junto a Circular Fashion Summit by Lablaco y la apertura de oportunidades en China.