Tras el lanzamiento de su primer disco, I, en 2018, Northwest, el grupo formado por Ignacio Simón y Mariuca García-Lomas presenta la segunda parte, II. “El proyecto empezó como un álbum a medidas de 2016, pero en algún momento a mitad del proceso, nos dimos cuenta de que teníamos material suficiente para sacar dos discos”, nos cuenta Ignacio.
Su sonido particular y cautivador sigue siendo sello de este nuevo trabajo, pues nos confiesa que han seguido experimentando más que nunca con los sonidos o en la forma de componer. Precisamente hablamos con él de su nuevo disco y de cómo han cambiado las cosas desde que los entrevistamos por última vez tres hace tres años. “Por fin sentimos que Northwest es un ente que existe y, en cierto modo, tiene personalidad propia, en lugar de ser un simple prototipo de ideas sin confesar”, nos adelanta.
Os entrevistamos hace tres años cuando estabais iniciando Northwest. ¿Cómo ha cambiado vuestra vida desde entonces?
Cuando hicimos esa entrevista, Northwest era un proyecto en construcción en el que llevábamos trabajando un par de años, pero que no estaba definido totalmente. A lo largo de estos casi tres años, hemos ido consolidando, apuntalando y publicando todo este trabajo que llevábamos preparando varios años, y por fin sentimos que Northwest es un ente que existe y, en cierto modo, tiene personalidad propia, en lugar de ser un simple prototipo lleno de ideas sin consumar.
En 2018 hicimos nuestra primera gira a nivel europeo, y a lo largo de estos dos años hemos seguido girando frecuentemente y presentando nuestro trabajo por ciudades diferentes. Nuestra vida ha cambiado fundamentalmente en la medida en que cada vez somos más nómadas y, para bien y para mal, estamos menos anclados a un lugar fijo. Sacar estos dos discos nos ha liberado, nos ha quitado un cierto peso de encima y también nos ha permitido cerrar un ciclo creativo y enfrentarnos a la realidad después del sueño.
En 2018 hicimos nuestra primera gira a nivel europeo, y a lo largo de estos dos años hemos seguido girando frecuentemente y presentando nuestro trabajo por ciudades diferentes. Nuestra vida ha cambiado fundamentalmente en la medida en que cada vez somos más nómadas y, para bien y para mal, estamos menos anclados a un lugar fijo. Sacar estos dos discos nos ha liberado, nos ha quitado un cierto peso de encima y también nos ha permitido cerrar un ciclo creativo y enfrentarnos a la realidad después del sueño.
Durante estos años habéis hecho tours por Europa, habéis organizado un festival en Londres y habéis publicado diez videoclips –entre muchas otras cosas. ¿Cuáles son algunos de vuestros recuerdos favoritos?
Los mejores recuerdos son siempre los que nos han dejado las giras y los conciertos. Viajar por todo el continente y visitar ciudades insospechadas como Tirana o Kaliningrado es algo muy excitante y divertido. Conoces gente muy interesante y te abre la mente al descubrir que el mundo, o al menos Europa, es un lugar más pequeño de lo que parece y donde la gente tiene más cosas en común con nosotros de lo que pensamos. Lo de organizar un festival fue cualquier cosa menos divertido. Tocar en una iglesia en Londres fue apasionante, pero el estrés de la organización no nos permitió disfrutarlo mucho. Queda la satisfacción de haberlo hecho y que saliese todo bien, eso sí.
Northwest nació después de que decidierais abandonar vuestra vida en España y mudaros a Londres. Tras el Brexit, ¿queréis seguir viviendo en Londres o tenéis planeado explorar otra ciudad? ¿Qué os ha aportado Londres durante este tiempo?
En realidad, aunque ahora sí estamos en Londres otra vez, en los últimos dos años no hemos tenido un lugar de residencia fijo y hemos vivido en varias ciudades del sur de Inglaterra, como Bristol, Brighton o Bridport, e incluso hemos pasado un par de meses en Francia. Londres nos ha aportado, sobre todo, una ilusión y un valor simbólico que nos ha dado mucha fuerza y confianza para hacer lo que hemos hecho. También nos ha dado unas experiencias únicas en una etapa especial en la historia que creo que nos permite coger cierta perspectiva. También nos ha decepcionado a partes iguales; la ciudad no es el hub creativo y artístico que esperábamos.
Sin embargo, gracias a estos cinco añosa aquí, creo que hemos descubierto que nuestro Londres, nuestra idea de lo que encontraríamos y haríamos, está en muchas otras ciudades y pueblos. Estamos en una época en la que las escenas están muy diluidas y no es necesario estar en Londres, Los Ángeles o Nueva York para poder ser parte de ellas. Aún así, mudarse fue la mejor decisión que hemos tomado nunca, porque, en nuestra historia personal, era importante empezar aquí. Dicho esto, aún no hemos decidido cuál será el siguiente paso.
Sin embargo, gracias a estos cinco añosa aquí, creo que hemos descubierto que nuestro Londres, nuestra idea de lo que encontraríamos y haríamos, está en muchas otras ciudades y pueblos. Estamos en una época en la que las escenas están muy diluidas y no es necesario estar en Londres, Los Ángeles o Nueva York para poder ser parte de ellas. Aún así, mudarse fue la mejor decisión que hemos tomado nunca, porque, en nuestra historia personal, era importante empezar aquí. Dicho esto, aún no hemos decidido cuál será el siguiente paso.
Conseguir una voz propia siempre ha sido vuestra principal motivación. Después de trabajar en este proyecto durante cuatro años, ¿cómo seguís experimentando con sonidos y géneros para seguir con esta búsqueda?
La experimentación es más una actitud que un género músical, y en nuestro caso viene de un sentimiento de insatisfacción constante que nos lleva a buscar y probar todas las alternativas posibles hasta que demos con algo que realmente nos convenza. Cada idea es para nosotros un universo nuevo para el que tenemos que buscar la mejor composición, la mejor interpretación y el mejor sonido.
También hemos experimentado con diferentes enfoques de cara al proceso compositivo. Por ejemplo, para llegar a temas como Before The Spell o Sun, seguimos un proceso de composición ‘de abajo a arriba’, que comienza con la improvisación y la grabación del material sonoro y en el que el auténtico proceso compositivo está en el proceso de edición con el que se termina ‘descubriendo’ la canción, en lugar de ‘componiendo’. Todo lo que hacemos lo han hecho antes los Beatles, Miles Davis o Talk Talk, pero nosotros somos personas diferentes, lo hacemos a nuestra manera y nunca paramos hasta que realmente sentimos que hemos alcanzado lo que buscábamos (o algo diferente que merezca la pena).
También hemos experimentado con diferentes enfoques de cara al proceso compositivo. Por ejemplo, para llegar a temas como Before The Spell o Sun, seguimos un proceso de composición ‘de abajo a arriba’, que comienza con la improvisación y la grabación del material sonoro y en el que el auténtico proceso compositivo está en el proceso de edición con el que se termina ‘descubriendo’ la canción, en lugar de ‘componiendo’. Todo lo que hacemos lo han hecho antes los Beatles, Miles Davis o Talk Talk, pero nosotros somos personas diferentes, lo hacemos a nuestra manera y nunca paramos hasta que realmente sentimos que hemos alcanzado lo que buscábamos (o algo diferente que merezca la pena).
Recientemente habéis publicado la segunda parte de vuestro primer LP. ¿Qué os impulsó a empezar este nuevo proyecto? ¿Cómo están relacionados ambos?
El proyecto empezó como un álbum único a mediados de 2016, pero en algún momento a mitad del proceso, nos dimos cuenta de que teníamos material suficiente para sacar dos discos y decidimos hacer un disco en dos partes. Nos habría gustado haber sacado los dos discos a la vez, pero pensamos que sería mejor de cara a la promoción lanzarlos por separado, lo cual además nos permitió ganar un poco de tiempo para terminar el segundo entre ambos lanzamientos. En cualquier caso, nos gustaría que se entendiesen ambos discos como parte de una única obra con un concepto común.
En el primer volumen, predominan temas más abstractos, con paisajes y ritmos fundamentalmente electrónicos y con un enfoque acusmático. De alguna forma, queríamos que las canciones encajasen con el diseño y el color de la portada. Para este segundo disco elegimos los temas con un sonido más acústico, con mayor protagonismo de instrumentos clásicos y donde la instrumentación fuese claramente identificable. De hecho, lo primero que se escucha en II es el ruido de los pedales de un armonio antes de que empiece a sonar, lo cual ejemplifica nuestra intención de abordar una producción más orgánica.
En el primer volumen, predominan temas más abstractos, con paisajes y ritmos fundamentalmente electrónicos y con un enfoque acusmático. De alguna forma, queríamos que las canciones encajasen con el diseño y el color de la portada. Para este segundo disco elegimos los temas con un sonido más acústico, con mayor protagonismo de instrumentos clásicos y donde la instrumentación fuese claramente identificable. De hecho, lo primero que se escucha en II es el ruido de los pedales de un armonio antes de que empiece a sonar, lo cual ejemplifica nuestra intención de abordar una producción más orgánica.
Para la creación de este LP habéis experimentado mucho. ¿Cómo ha sido este proceso?
Como hemos explicado anteriormente, la experimentación es para nosotros una actitud que nos empuja a buscar entre muchas alternativas antes de decidirnos por un sonido en concreto. Nos gusta experimentar en todos los pasos de la producción, desde en la forma de componer hasta en la mezcla y grabación. En ambos discos, hemos intentado mantener una actitud de experimentación en todo el proceso de creación.
En I, gran parte de la experimentación estaba centrada en la búsqueda de sonidos y ritmos por medio de recursos electrónicos y efectos. Para este segundo disco, hemos intentado que el sonido fuera más clásico y hemos experimentado más con las estructuras y arreglos que con los efectos y el sonido. II ha sido autoeditado y autoproducido.
En I, gran parte de la experimentación estaba centrada en la búsqueda de sonidos y ritmos por medio de recursos electrónicos y efectos. Para este segundo disco, hemos intentado que el sonido fuera más clásico y hemos experimentado más con las estructuras y arreglos que con los efectos y el sonido. II ha sido autoeditado y autoproducido.
En el mundo actual en la industria musical, ¿por qué decidís tomar esta decisión? ¿A qué dificultades os habéis tenido que enfrentar? Y por otro lado, ¿qué ventajas conlleva tener todo el control de vuestro trabajo?
En primer lugar, escogimos la autoedición porque, francamente, nunca tuvimos otra alternativa u oferta que nos hiciese plantearnos seriamente otra opción. Las dificultades fundamentales son dos: menor capacidad de difusión, y que el trabajo de promoción lo tenemos que hacer nosotros, lo cual no es lo ideal. Sin embargo, una vez metidos de lleno en el proceso de autoedición y, habiendo creado nuestro pequeño sello, Tempel Arts, cada vez nos sentimos más cómodos con la libertad que esto nos permite. Podemos elegir en todo momento qué hacer y cómo y cuándo hacerlo, lo cual es una satisfacción enorme. En cualquier caso, si en el futuro surgiese otra alternativa que nos permitiera mantener las ventajas de la autoedición minimizando sus contrapartidas, estaríamos abiertos a probar otras fórmulas.
Vuestra música tiene un sonido hermoso y cautivador que te traslada a otras realidades. En las canciones se pueden escuchar instrumentos de cuerda o el clarinete. ¿Cómo escogéis los instrumentos que crean vuestras melodías? ¿Cada instrumento aporta una aura diferente?
Cada instrumento aporta y sugiere efectivamente algo distinto; a veces de forma natural y otras veces porque el cine, la propia música y nuestra experiencia personal provocan que asociemos cada instrumento a situaciones o emociones determinadas. Por ejemplo, las cuerdas están muy asociadas, al menos para nosotros, al cine, y quizá por eso tenemos cierta predilección por ellas. Tenemos cierta preferencia por los sonidos clásicos y vamos aprendiendo poco a poco a incorporarlos a nuestro sonido.
Para vosotros, la música tiene un color, una forma, y es precisamente eso lo que intentáis retratar en vuestros vídeos. Winterland es un vídeo que recoge algunas de vuestras canciones favoritas del nuevo LP. ¿Qué queríais que reflejara?
Winterland es una canción que trata, entre otras cosas, sobre los ciclos en general, y queríamos que este vídeo reflejara esa idea básica. Por este motivo escogimos la naturaleza como metáfora de eso que queríamos representar. El vídeo está basado en imágenes en time-lapse de plantas y raíces interactuando con Mariuca, al mismo tiempo que ella interpreta la canción.
La naturaleza melancólica siempre está presente en vuestro trabajo, como podemos ver en este vídeo. ¿Qué más os inspira?
Potencialmente, todo. Es muy difícil saber de dónde viene exactamente la estética que ves en nuestros videos, imágenes o en la música porque todo lo que vemos y oímos nos inspira de alguna manera. Últimamente nos han inspirado especialmente artistas como Loie Fuller, concretamente para el traje que la diseñadora Francesca Carreiro nos hizo para nuestros directos (podéis ver fotos aquí). Musicalmente, artistas como los mencionados Mark Hollis y Miles Davis, junto a otros muchos como Toru Takemitsu, Radiohead o Scott Walker.
Después de la publicación de II, ¿qué es lo que le depara el futuro a Northwest?
Pues a corto plazo, nos vamos a embarcar en una gira por toda Europa durante los meses de abril, mayo y junio e iremos confirmando todas las fechas y lugares en nuestra web y en nuestro facebook.