La semana pasada celebramos el Grey Day con New Balance en Madrid, más concretamente, en la Fundación El Instante, que acogió el evento para rendir homenaje a uno de los modelos más icónicos de la marca estadounidense. Aunque fue un día lluvioso, el color de la ciudad no fue inoportuno. New Balance se caracteriza por el uso del gris y el blanco en sus modelos, así que la fiesta se tiñó de plomizo. Un ambiente prudente pero explícito dejó muy claros cuáles son los valores de la marca: clase, elegancia, distinción e innovación. Batas grises, focos y en el centro, ellas: las 574.
Haciendo un poco de historia, el lanzamiento de las 574 fue en 1988 bajo el lema “Born to run”. Sin duda, siempre ha sido el modelo más exitoso y legendario de la firma. Nacidas para correr, hoy en día son un clásico universal de la moda callejera. Sin ser ningún tópico, la comodidad y la practicidad de la marca decide. Quien tiene unas 574, repite. Rihanna o Steve Jobs han sido algunos de sus ídolos.
En Madrid, un espacio diáfano concebido por el estudio de arquitectura Anna & Eugeni Bach puso en escena arte, música, y streetwear. Una pasarela daba la bienvenida al evento y exhibía las obras de arte de LTW, el prestigioso estudio de tatuajes de Barcelona; Sergio Odeith, pintor y graffitero portugués; y Tamara Akves, ilustradora y artista callejera. Ellos, que también celebraban el color gris, daban paso a una sala repleta de expositores enfocados. En el centro de todas las miradas, un caracol alzaba la protagonista de la tarde y la coronaba ante los ojos atentos y entusiastas de los asistentes.
El contexto estaba concebido de tal manera que ella no se sintiera descuidada en ningún momento. Un espacio limpio te invitaba a respirar y a disfrutar del festejo. Hasta el sonido de la música fue pulcro y acertado. Ghost Hunt y Colectivo Arkestra se encargaron de acompañarnos con beats electrónicos y poco intrusivos. Mientras tanto, se sirvieron cócteles de mora, vino y cerveza, un entrante de queso de cabra y sushi vegano. Una vez más, un maridaje completo. El evento, además, se concurrió de actores y prescriptores del mundo del arte, de la moda y de la cultura. Conversaciones distendidas y escapadas fugaces para fotografiarse con la reina definieron el evento. ¿Resumen de la noche? ¡Esto sí que es un icono!
El contexto estaba concebido de tal manera que ella no se sintiera descuidada en ningún momento. Un espacio limpio te invitaba a respirar y a disfrutar del festejo. Hasta el sonido de la música fue pulcro y acertado. Ghost Hunt y Colectivo Arkestra se encargaron de acompañarnos con beats electrónicos y poco intrusivos. Mientras tanto, se sirvieron cócteles de mora, vino y cerveza, un entrante de queso de cabra y sushi vegano. Una vez más, un maridaje completo. El evento, además, se concurrió de actores y prescriptores del mundo del arte, de la moda y de la cultura. Conversaciones distendidas y escapadas fugaces para fotografiarse con la reina definieron el evento. ¿Resumen de la noche? ¡Esto sí que es un icono!