Aunque le gustaría pasar la cuarentena en la Villa Kunterbunt, la casa de Pippi Långstrump –más conocida por Pippi Calzaslargas–, la estilista, directora creativa y DJ Natalia Ferviú no cambiaría por nada a sus compañeros de confinamiento: su chico y sus gatos. Y es que ellos y la música, su particular medicina, están haciendo estos momentos tan difíciles más llevaderos. La playa es el primer lugar que le gustaría pisar cuando esto llegue a su fin, pero mientras tanto, nos recomienda pelis, libros y series para entretenernos.
Antes que nada, ¿puedes presentarte y decirnos desde dónde nos contestas?
¡Hola! Soy Natalia Ferviú, la chica esa del programa ese de la tele que ya no echan (risas). Soy directora creativa, estilista, colaboradora de radio y TV y DJ, y os saludo desde Madrid.
Cuando empezaron las noticias sobre el Covid-19 en Wuhan, que luego se extendió y cuyas consecuencias se empezaron a notar, por ejemplo, con la cancelación del Mobile en Barcelona, ¿qué pensabas tú?
Confieso que en un primer momento pensé que esto sería como el caso de las vacas locas, algo extraordinario que pasaría rápido. De hecho, me parecía la cortina de humo perfecta para no hablar de otras cosas importantes que estaban ocurriendo en el mundo. Me abrumaba la cobertura que se estaba haciendo. Creía que había más amarillismo que realidad. Pero según fueron pasando los días, cambié de opinión. El punto de inflexión fue ver a Lorenzo Milá en conexión desde Italia con la mascarilla puesta, cuando días antes había sido bastante reticente. Es un periodista del que me fío. Enseguida empezó a morir gente y todo mal.
Ahora ya vemos que sí, que es grave y debemos quedarnos en casa confinados. ¿Cómo lo estás llevando tú? ¿Qué haces para sobrellevarlo?
Yo estoy confinadísima. No he salido a la calle ningún día desde que se decretó el estado de alarma. Ahora mismo no tengo ningún interés en pisar la calle, la verdad. Soy muy casera, cosa que ayuda bastante, y lo que hago es tirar de imaginación y tratar de aferrarme a las cosas buenas. Así que me paso el día escuchando música, montando playlists, estudiando, escribiendo, viendo pelis y series, cocinando, echándome un baile de cuando en cuando y haciendo videollamadas.
Danos un consejo para pasar una cuarentena mejor –o menos peor…
La música es medicina. Nos hace reír, llorar, bailar, desconectar… No se me ocurre mejor herramienta para descargar toda la presión que llevamos encima.
Ahora que le vamos pillando el truquillo, si te dieran la posibilidad de pasar otra cuarentena con cualquier persona (viva o muerta, famosa o de tu entorno), ¿quién sería y por qué?
La pasaría en Villa Kunterbunt, la casa de Pippi Långstrump. Ella, Tommy y Annika son geniales, pero preferiría llevarme a mi chico y mis gatos, que están siendo los mejores compañeros de confinamiento del mundo.
Estamos todos como locos buscando nuevo contenido, así que te pediré algunas recomendaciones con una pequeña explicación de por qué las eliges: una peli.
Lucky, de John Carroll Lynch. Un homenaje a Harry Dean Stanton, y por extensión a nuestros abuelos.
Una serie.
Unorthodox, porque de todo se sale.
Un libro.
Los asquerosos, De Santiago Lorenzo, porque el confinamiento puede ser maravilloso, solo hay que tener claro que más no es siempre mejor.
Una canción o álbum.
I Believe in Miracles, de las Jackson Sisters. Toca creer en nosotros y esperar con paciencia que ocurra el milagro, porque somos parte de él.
Un videojuego.
Uno muy vintage, Rainbow Island, por eso de conectar con tu niño interior.
Y para acabar, cuando acabe la cuarentena, ¿qué es lo primero que tienes pensado hacer?
No sé si podrá ser lo primero, pero me encantaría ir a la playa.