Los desfiles de Moisés Nieto son un deleite para los sentidos. El diseñador jienense, uno de los nombres clave en la moda española que renunció hace ya tiempo a la Semana de la Moda madrileña para presentar sus colecciones de forma independiente—y permitirse testar la 080 de Barcelona— no necesita mucho para ejecutar sus ejercicios con sobresaliente. Enmarcada en la última jornada de Madrid es Moda, la iniciativa que desde su despegue en 2015 no ha dejado de ganar peso en la escena ganándose el respeto de creadores, editores y profesionales del sector, la presentación de su colección primavera/verano 2025 ayer por la tarde en Madrid fue una oda a su identidad de marca.
“Para mí, la moda no debería ser una novedad que cambia cada seis meses, sino una progresión constante hacia la excelencia, traducida en el diseño”, dice Nieto sobre la premisa en la que ha basado su proyecto personal desde sus inicios, haciéndose un más que merecido hueco en la industria a través de una visión que persigue la coherencia y el equilibrio huyendo del exceso y la sobreinformación. Su propuesta es pulida, limpia, como un soplo de aire fresco en un sector en el que muchos, ansiosos por encontrar aquello que les diferencia del resto, experimentan incesantemente sin respuesta alguna.
Moisés sabe quiénes son sus clientes. Consciente de a quién llega su discurso y de qué forma lo hace, aprovecha sus desfiles para introducir novedades, siempre en pequeñas dosis, pero sobre todo para afianzar sus valores de marca y reivindicar la evolución natural de las firmas de moda. “Estas piezas son apreciadas por aquellos que valoran el esfuerzo y la dedicación detrás de cada creación”, añade.
En la colección que desveló ayer en el Espacio Nueva Carolina, en una presentación íntima, como viene haciendo desde hace años, en la que prima el minimalismo y la calidad se antepone a la cantidad, rindió homenaje al pintor italiano Giorgio Morandi; un creador con el que el andaluz guarda muchas similitudes. Y es que ambos, uno a través de la pintura y otro a través de la moda, invitan a la reflexión a través del arte. Sus obras trascienden lo tangible, e invitan a la introspección y la meditación pausada.
La gabardina de entretiempo, pieza clave de su propuesta para primavera/verano 2025, abraza los tonos neutros y terrosos que, ya sea a través de vestidos de corte recto o ligeramente ajustados al cuerpo, evocan la idea de serenidad que tanto le gusta. Un concepto, el del lienzo en blanco, que ya le hemos visto trabajar en varias ocasiones. No podemos evitar acordarnos de su presentación allá por 2020 en la Facultad de Bellas Artes de Madrid, en la que construía los looks al momento ante la mirada de los allí presentes, como si de un pintor a punto de intervenir con sus pinceles se tratara.
Volviendo a su última colección, las notas de color están medidas y muy bien pensadas, y las formas prestadas de los cuadros de Morandi y llevadas al plano textil logran un equilibrio en pasarela que hace las delicias de los asistentes. Les delatan las sonrisas en sus rostros a la salida, una vez acabado el desfile. Nieto lo ha vuelto a hacer.