Después de la semana de la moda de Londres, París y Nueva York nos mudamos a Lisboa para ver de primera mano las propuestas portuguesas para la próxima estación estival. Aunque parecía que el miedo se había establecido en la creatividad de los diseñadores lusos, se pudieron ver algunas colecciones bastante interesantes.
Cuatro diseñadores destacaron en el calendario de esta edición: el aclamado Luís Buchinho, el moderno sportwear de Ricardo Andrez, la vuelta a la pasarela de Aleksandar Protic y futurismo urbano de Ricardo Dourado, que fue sin duda el plato fuerte de ModaLisboa.


Luis Buchinho, como es habitual, presentó una colección fresca y femenina en una paleta cálida y luminosa que incluyó tonos rosa, coral, magenta y rojo. El juego de asimetrías y contrastes al que nos tiene acostumbrados resulta una fórmula correcta que continúa funcionando. Buchinho presenta en Paris y en ModaLisboa y, además, una colección Resort en el Portugal Fashion.


Ya de la mano del joven Ricardo Andrez, que presenta sus propuestas en la plataforma LAB de ModaLisboa, llegaba Working For the Man. Andrez reflexiona sobre la repetición y la uniformización como uno de los generadores o diluidores de identidad. Lleva este concepto a una colección donde muestra su osadía en la confección: mezcla tejidos, sobrepone bordados en estampados y mantiene especial atención a la aplicación de esos pequeños detalles que marcan la diferencia. Ricardo Andrez se establece como el diseñador eminente del sportswear masculino portugués. 


Así como en la edición pasada, el plato fuerte de ModaLisboa vino de la mano de Ricardo Dourado, quien demuestra que no tiene miedo de arriesgar y se lanza a lo más alto con sus propuestas. Bajo el nombre West Meet East el diseñador se sumerge en un universo urbano futurista donde tanto el hombre como la mujer ganan fuerza. Guerrero, atrevido y, a veces, oscuro Dourado consigue elevar el nombre de la moda portuguesa a nivel internacional.


Por último, señalamos la vuelta a la pasarela de Aleksandar Protic, al cuál echamos de menos en la edición pasada. Su equilibrado trabajo entre pieles y sedas se presentan con una imagen fuerte, agresiva. Protic se inspira, esta vez, en la figura femenina y en la atmósfera recreada en los cómics de Enki Bilal.
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