Mercedes afirma que su trabajo es un híbrido entre pintura e ilustración, y es que a veces, los resultados más sorprendentes surgen de la mezcla de elementos de naturaleza dispar. ¿Qué sucede si juntamos conceptos a primera vista tan distintos como customización y seriación, DIY y medio digital, exclusividad y rapidez? Que nace un proyecto tan especial como el Custom Studio de Pepe Jeans, que te ofrece la oportunidad de crear una historia totalmente personal alrededor de una de sus prendas tejanas. De lo personal y de lo íntimo nos habla también Mercedes Bellido, que confiesa acudir a la introspección y a la deriva mental como herramientas para conocerse mejor y dar alas a su creatividad. ¿El objetivo? Que sus creaciones hablen de sí misma. Y qué mejor que poderlas llevar puestas.
¿Cómo definirías tu trabajo?
Mi trabajo creo que es un híbrido entre pintura e ilustración. Tomo muchas referencias del surrealismo, mezclado con el vanitas barroco y a su vez utilizando un poco del imaginario alquímico y del ocultismo. Al final, no deja de ser un conglomerado de cosas que siempre me han resultado interesantes.
Un elemento que nunca puede faltar en tus pinturas.
Supongo que siempre intento que haya un aura de misterio, que se sienta una atmósfera de incertidumbre o de cierta inquietud y por supuesto, la muerte siempre me acompaña.
El concepto de belleza cada vez es más difuso en nuestros tiempos. Algo puede ser demoledor, inquietante y, sin embargo, atractivo a la vez. ¿Qué es para ti algo bello visualmente?
A mí me parece que lo más bello es imaginar lo que no vemos. La imaginación es capaz de hacer que las cosas que sean más de lo que son en todos los sentidos. La belleza, el amor o incluso el terror, en nuestra imaginación siempre serán más potentes que en la realidad. Igual por eso me gusta jugar con lo que no se ve; me gusta que solo se intuya y que sea el propio espectador el que termine la historia, puesto que al ser algo personal de cada uno son igual de válidas sus conclusiones que las mías. Eso es algo muy bonito.
¿Crees que es importante vivir en una ciudad que te inspire, en un entorno que te retroalimente constantemente?
No sé. Yo ahora vivo en Madrid y la ciudad me aporta muchas cosas, entre ellas museos y exposiciones increíbles, pero no creo que a día de hoy y teniendo internet sea muy necesario que la cuidad te inspire, tiene que ver más con estar a gusto. Yo si pudiera viviría en el campo, pero todavía no ha llegado ese momento.
¿Tienes una rutina creativa o rituales de trabajo?
La rutina para mí es importantísima, es un trabajo más al fin y al cabo. También tengo algún que otro ritual absurdo como encenderme una vela cuando pinto, no sé porque, supongo que me gusta ver la llama moverse. Quitando eso, mi rutina es bastante normal, me levanto a las nueve y tomo el café mientras contesto mails, y el resto del día organizo mis tareas, entregas y poco más.
Tu obra es una constelación de parajes de fantasía, de escenas oníricas, misteriosas y místicas. ¿Es la realidad demasiado corriente y plana para ti como para ilustrarla?
La realidad está bien, pero creo que ahora todo es demasiado real, demasiado ‘aquí y ahora’. Igual es mi manera, ya no tanto de evadirme, sino de investigar un poco más sobre mí, tomarme mi tiempo. Eso requiere de introspección y de apartar un poco la realidad, pensar en sueños que he tenido, imágenes que no existen fuera de mi cabeza o simplemente en lo que ocurre de puertas para adentro. A veces permitirse ir a la deriva –mentalmente– es muy interesante y está cada vez más en desuso.
Tener un sello de identidad y un hilo conductor es importante para la obra de un artista. ¿Pero puede llegar a limitar demasiado seguir siempre un mismo concepto?
Sí, es algo que siempre me preocupa. Está bien encontrar tu camino y entender qué es lo que te interesa y cómo lo quieres mostrar, pero siempre te persigue el fantasma de la duda, de si te repites mucho, si se agotan las ideas. Un día sales de tu zona de confort y pruebas cosas nuevas hasta que encuentras la manera de oxigenar lo que has estado haciendo hasta ahora, vamos, evolucionas.
¿Qué te ha parecido la experiencia de customizar una prenda de Pepe Jeans en su Custom Studio online? ¿Es algo que habías hecho más veces?
Mola mucho customizar prendas, es algo que siempre he hecho y más con el denim ya que es un soporte que admite pintura, lejía, parches, tachuelas, imperdibles, cortar... Por ejemplo la chaqueta vaquera es la prenda perfecta para personalizar.
¿Qué crees que aporta la customización?
A mí personalmente me gusta la idea de que sea algo tuyo, a tu gusto, y que de alguna manera hable de ti.
Un sueño, un secreto y un miedo.
Un sueño, tener un caballo. No tengo secretos. Miedo a olvidar quién soy.