Vidas de mujeres es hasta el momento la más completa y concisa exposición sobre la trayectoria de Mary Ellen Mark, fotógrafa y documentalista norteamericana que retrató la otra cara de esa moneda llamada el sueño americano, la cruda y tajante realidad de los grupos marginados en las áreas más pobres de su país, y la vida de quienes lo tuvieron más difícil, especialmente mujeres. Una selección de noventa y tres imágenes, ya abierta en Foto Colectania hasta el 31 de julio, y Barcelona siendo la primera ciudad que la acoge para mostrarla al público.
Comisionada por Anne Morin, Vidas de mujeres “no es la gran retrospectiva, pero explica bien su trayectoria. Mary Ellen Mark murió en 2015 y es importante que siga en escena”, nos explica. Y es que en muchas ocasiones las obras de fotógrafas no tienen ese protagonismo que merecen, especialmente tras su muerte. Es así como en marzo, un mes tan importante para la lucha feminista por la igualdad de derechos y oportunidades, Foto Colectania inaugura esta muestra, y lo hace como un reconocimiento al trabajo de una de las referentes del fotoperiodismo, por su visión ética y humanista, así como la proximidad que tuvo con sus fotografiados.
Marie Ellen Mark cogió una cámara por primera vez a los 9 años y a lo largo de su vida tomó unas dos millones de imágenes, la actual selección exhibe solo algunas de ellas, capturadas entre 1977 y 2011. Reconocida y frecuentemente publicada, fue parte de la prestigiosa agencia Magnum y su trabajo apareció en revistas como Vainity Fair, Life, New Yorker, Rolling Stone o The New York Times y varios libros. En Vidas de mujeres entramos en contacto con su lado humanista y social, nos explica Morin: “Se comprometía con las personas que retrataba. No los miraba desde arriba, sino de tú a tú”.
Así lo hizo, por ejemplo, con las mujeres del Pabellon 81 en el hospital psiquiátrico de Oregon, a quienes fotografió tras ser autorizada para vivir con ellas y documentarlas desde la intimidad de sus ‘celdas’. Fue aquí donde Mark entendió a profundidad la importancia de involucrarse con sus protagonistas, llegó a conocerlas sin limitarse a ser una simple observadora y les transmitió esa confianza que necesitaban para actuar en libre albedrío frente a la cámara.
Desde fotografiar las misiones de caridad de la Madre Teresa de Calcuta, hasta las trabajadoras sexuales en Bombay o los campos gitanos de Barcelona, Mary Ellen Mark siempre tuvo esa mirada empática y compasiva que la volvió precursora de la visión actual feminista. Una exposición sin filtros y realista, que no esconde ni excusa lo vivido por sus protagonistas.
Marie Ellen Mark cogió una cámara por primera vez a los 9 años y a lo largo de su vida tomó unas dos millones de imágenes, la actual selección exhibe solo algunas de ellas, capturadas entre 1977 y 2011. Reconocida y frecuentemente publicada, fue parte de la prestigiosa agencia Magnum y su trabajo apareció en revistas como Vainity Fair, Life, New Yorker, Rolling Stone o The New York Times y varios libros. En Vidas de mujeres entramos en contacto con su lado humanista y social, nos explica Morin: “Se comprometía con las personas que retrataba. No los miraba desde arriba, sino de tú a tú”.
Así lo hizo, por ejemplo, con las mujeres del Pabellon 81 en el hospital psiquiátrico de Oregon, a quienes fotografió tras ser autorizada para vivir con ellas y documentarlas desde la intimidad de sus ‘celdas’. Fue aquí donde Mark entendió a profundidad la importancia de involucrarse con sus protagonistas, llegó a conocerlas sin limitarse a ser una simple observadora y les transmitió esa confianza que necesitaban para actuar en libre albedrío frente a la cámara.
Desde fotografiar las misiones de caridad de la Madre Teresa de Calcuta, hasta las trabajadoras sexuales en Bombay o los campos gitanos de Barcelona, Mary Ellen Mark siempre tuvo esa mirada empática y compasiva que la volvió precursora de la visión actual feminista. Una exposición sin filtros y realista, que no esconde ni excusa lo vivido por sus protagonistas.
La exposición retrospectiva Vidas de mujeres está disponible en Foto Colectania en Barcelona hasta el 31 de julio.