Instrucciones para no padecer consecuencias emocionales catastróficas, ¿y qué más? ¿Reírse mientras tanto? La directora y periodista de moda y marketing Marita Alonso nos presenta Antimanual de autodestrucción amorosa, un libro acompañado del prólogo de Santi Millán y las ilustraciones de Alfonso Casas. La autora critica a través de relatos propios cómo ha vivido la construcción de ideales del amor romántico de Disney, así como cuando ciertas relaciones sexuales y amorosas fueron el preludio de lo que este antimanual aconseja no hacer. En palabras de Marita, “hay tantos fallos como personas, y esa es la magia del ser humano: que es jodidamente imperfecto.”
Dices estar en contra de los libros de autoayuda. ¿Qué es entonces este antimanual? ¿Por qué lo necesitamos?
Estoy en contra de los libros de autoayuda porque no me gusta que personas que no me conocen me den consejos. Yo nunca he respondido bien a lo que otros me han recomendado. Mi mente siempre ha seguido la psicología inversa: de pequeña mi madre me decía que no estudiara tanto, y mi afán por llevar lo contraria me hizo ser una empollona insoportable. Cuando pido consejo a mis amigos acabo por hacer exactamente lo opuesto a lo que me recomiendan, y creo que es divertido y diferente confesar a los lectores las locuras que hago para que quede bien claro lo que es conveniente NO hacer nunca. Yo no tengo ni idea de cómo triunfar en el amor, pero fracasar en este campo es mi especialidad. Puesto que yo he cometido –y sigo haciéndolo– infinidad de errores a la hora de enfrentarme a cualquier relación emocional, he visto interesante contar qué es exactamente lo que hago para mandar al traste mi vida amorosa. Esta guía es perfecta para aprender de mis errores, puesto que yo soy incapaz de hacerlo.
¿Crees que este es un libro para los molestos ‘piropeadores’ que inundan nuestras calles? Si no, ¿para quién?
Es un libro pensado principalmente para todo aquel que tenga relaciones amorosas y/o sexuales con hombres, bien sea el lector un hombre o una mujer. Si un ‘piropeador’ lee este antimanual, quizás entienda que soltar piropos a las mujeres no va a hacer que ellas se interesen por él, sino todo lo contrario –aunque por supuesto, depende del ‘piropeador’. Si Tom Hardy me soltara un piropo, me tragaría mis palabras. De hecho, si me dirigiese un piropo, sería yo la que no le soltaría jamás.
Por qué decidiste contar con el talento de Alfonso Casas en las ilustraciones y el de Santi Millán para el prólogo?
Alfonso Casas ofrece una visión muy parecida a la mía de las relaciones, puesto que su obra se centra en el desamor y en las frustraciones sentimentales, siempre desde una mirada irónica. La diferencia es que él lo hace con cariño y con esperanza, podría decirse que es mi cara amable. Yo soy mucho más arisca y bruta; él es mi revés ‘cuqui’.
Santi Millán tiene un sentido del humor muy parecido al mío. Me suelen decir que mis chistes son muy ‘hombrunos’ porque siempre tienen un tinte sexual y soy muy poco delicada, y quería contar con mi revés masculino, que creo que Santi ilustra a la perfección. Me parecía interesante abrir el libro con una visión masculina, puesto que el resto del libro está escrito desde un punto de vista claramente femenino.
Santi Millán tiene un sentido del humor muy parecido al mío. Me suelen decir que mis chistes son muy ‘hombrunos’ porque siempre tienen un tinte sexual y soy muy poco delicada, y quería contar con mi revés masculino, que creo que Santi ilustra a la perfección. Me parecía interesante abrir el libro con una visión masculina, puesto que el resto del libro está escrito desde un punto de vista claramente femenino.
“Lo más cercano que conozco a la felicidad es hacer reír, y espero conseguir miles de carcajadas con este libro. Eso sería la felicidad para mí”.
¿Por qué crees que la sociedad nos impone, cada vez más, que la felicidad es algo obligatorio? ¿Estás de acuerdo?
La felicidad no es obligatoria, es inalcanzable. Creo que existen momentos puntuales de felicidad, y no está mal que luchemos por alcanzarlos, pero considero peligroso vender la idea de que se puede ser plenamente feliz, porque conduce a la frustración. Lo más cercano que conozco a la felicidad es hacer reír, y espero conseguir miles de carcajadas con este libro. Eso sería la felicidad para mí.
Entre otras cosas, dices que este libro es una crítica al amor de Disney. ¿Cuándo te diste cuenta de que habías interiorizado esta idea de amor romántico? ¿Cómo se puede luchar contra este concepto de amor?
Nos inculcan la idea del príncipe azul desde niñas, y cuando nos damos cuenta de que este príncipe es más cercano al sapo que al galán, nuestro imaginario romántico se viene abajo. Yo conocí antes la decepción amorosa que el amor, y quizás por ello siempre he estado en contra de Disney. Hasta hace bien poco, además, sus películas ofrecían una visión de la mujer dependiente, cuya felicidad dependía siempre de un hombre. Para luchar contra este concepto de amor basta con que te rompan el corazón una vez. Tenemos que construir una visión del amor realista, en la que hay rupturas, llantos, orgasmos, decepciones, ilusión. El amor es un crisol de emociones, y no siempre buenas. El amor también duele.
¿Crees que debemos aprender a gestionar nuestras rupturas antes de sufrirlas? ¿No se suele recomendar aprender de nuestros fallos?
Yo lo hago, pero yo hago lo que NO hay que hacer, por lo que no lo recomiendo. En mi caso, es el pánico a sufrir el que me empuja a proyectar siempre la idea de la ruptura inminente, para que no me pille desprevenida. Pero es como cuando tienes un familiar enfermo: por mucho que te hagas a la idea de que va a morir, cuando muere, duele igual. Es mejor no pensar en el final porque entonces no disfrutas del trayecto. Aprender de los fallos es siempre positivo, y por ello cuento los míos, para que los que lo lean se ahorren sufrir las consecuencias de cometerlos. Pero hay tantos fallos como personas, y esa es la magia del ser humano: que es jodidamente imperfecto.
“Considero peligroso vender la idea de que se puede ser plenamente feliz”.
Afirmas que el sexo es una especie de barómetro de relaciones futuras, ¿por qué es tan importante?
El sexo es para mí el 95% de la relación. La diferencia entre un buen amigo y un novio es el sexo, y si este falla, no comprendo la relación.
¿Con qué objetivo nos hablas con tanta transparencia sobre sexualidad y (des)amor romántico?
El sexo es un tabú en la sociedad, especialmente cuando es una mujer la que habla de él. No comprendo que dejemos a los niños ver tiroteos en la televisión y luego les tapemos los ojos en una escena erótica. Creo que todos deberíamos hablar abiertamente sobre sexualidad. Seríamos más sinceros, más libres y probablemente, habría menos casos de embarazos no deseados, contagios, etc. Hacemos que la gente vea el sexo como algo prohibido, cuando es lo más maravilloso del mundo. El sexo no es un pecado y hay que dejar de tratarlo como tal, especialmente cuando es una mujer la que habla de ello. El desamor se trata siempre desde el dolor, y es lógico, porque te rompe por dentro, pero creo que hay que quitarle hierro al asunto y hacer del humor la mejor forma de salir del desamor.
Nos quedamos con ganas de saber más sobre El estigma de la vagina, ¿qué nos vamos a encontrar en el libro?
Intento hacer ver que la vagina sigue siendo un tabú en la sociedad. A las mujeres nos da miedo ver qué tenemos entre las piernas; nos da vergüenza ir al ginecólogo cuando algo anda mal por esos lares y terminamos en Yahoo respuestas, donde nos aseguran que un beso con lengua deviene en embarazo. La menstruación es otro tabú, porque es algo exclusivo de las mujeres y vivido en una sociedad dolorosamente machista. Cuando las mujeres pedimos un tampón, lo hacemos con miedo, entre susurros. Pediríamos con más tranquilidad una metralleta que una compresa a gritos en la oficina.
Me molesta especialmente que ahora los medios nos hagan creer que nuestras vaginas son imperfectas. Las cirugías vaginales con fines estéticos no paran de crecer, y bastante tenemos ya con obsesionarnos por la celulitis, las estrías, el tamaño de nuestros pechos y un largo etcétera como para tener ahora que menospreciar nuestras vaginas. Como si el hecho de que sean capaces de dar vida no fuera suficiente.
Me molesta especialmente que ahora los medios nos hagan creer que nuestras vaginas son imperfectas. Las cirugías vaginales con fines estéticos no paran de crecer, y bastante tenemos ya con obsesionarnos por la celulitis, las estrías, el tamaño de nuestros pechos y un largo etcétera como para tener ahora que menospreciar nuestras vaginas. Como si el hecho de que sean capaces de dar vida no fuera suficiente.
Marita Alonso presentará Antimanual de autodestrucción amorosa el jueves 8 de junio a las 19.30h en la Fábrica Moritz Barcelona, ronda de Sant Antoni 39 – 41, Barcelona.