Preguntarle a María Pratts por quién es o cuál sería su pieza favorita es inútil. María tiene muy claro lo que quiere expresar, y lo hace a través del arte, no de las palabras. Actualmente se encuentra pasando un tiempo en L.A. donde dice haber encontrado un respiro e inspiración. Le encanta analizar todo lo que le rodea, crea para que la gente sea más feliz, y aún cree en la salvación de la humanidad. Desde el Gran Cañón hablamos con ella para que nos resuelva la ecuación sobre su obra, sus principios y su visión del mundo.
Hola María, ¿cómo te presentarías a ti misma en cinco palabras?
En cinco palabras es una locura. Pinto para que seamos más felices, la sociedad está perdida pero aún se pueden hacer muchas cosas bonitas. Lo hago con libertad, hago siempre lo que me apetece, y con pasión.
Para alguien que se aproxima por primera vez a tu obra, ¿cómo se la explicarías o describirías?
Me gusta mezclar técnicas y materiales para luego desembuchar las ideas que me vienen a la cabeza. Soy joven y me gusta observar la calle, la gente, los vagabundos, las mujeres mayores torcidas con gorra y muletas. En la calle hay mucha belleza.
Trabajas varias disciplinas artísticas, desde el diseño gráfico a la ilustración, la pintura o la alfarería. ¿En qué te estás centrando más ahora? ¿Tienes alguna disciplina en la que te sientas más a gusto trabajando? ¿O según vienen las ideas a tu cabeza les das forma en la vertiente más oportuna?
Ahora lo que me apetece son grandes formatos, sobre tela o madera. Aunque depende del momento y del lugar donde esté. Me gusta aprovechar lo que tengo alrededor en cada momento.
Tu obra transmite mucha energía, claramente marcada por un gran sentido del color como base. ¿Trabajas las combinaciones de colores para tus obras de antemano, o es algo más espontáneo?
Crear es un trance, un viaje flotante que va mutando, del que no soy muy consciente. Hay magia.
Con tantos proyectos, me imagino que pasas mucho tiempo en el estudio. ¿Qué haces para tomar un descanso?
El descanso me lo tomo mirando por la ventana, que tengo unas buenas vistas, y comiendo con mi amigo Irkus, con el que comparto el estudio. Lo que deseo es poder salir a menudo de la ciudad. En Barcelona acabas cayendo siempre en lo mismo, ojalá en breve me pueda comprar muchos billetes de barco, avión o tren.
Tus imágenes son tan exuberantes que estoy fascinado tratando de encontrar el punto de inicio. ¿Cómo te planteas iniciar un proyecto? ¿Qué hace estallar el “boom” en tu cabeza?
Necesito estar sola, y dejar pasar la horas. Con material alrededor y buena música, las ideas llegan. Otras veces en la calle, los paseos y viajes también hacen florecer buenos proyectos en el cerebro.
Entre tu grupo de amigos se encuentran fotógrafos, músicos, diseñadores... Este entorno tan creativo debe verse reflejado en tu evolución artística...
Los amigos son muy importantes, es MUY inspirador hablar con ellos. Hace muchos años viví en Londres con Alba Yruela y Rafa Castells, desde entonces hemos estado muy unidos, también por ejemplo con Albert Mallol, hemos hecho muchas películas cortas y cortos de animación que hablan de nuestra “visión del mundo”. El último corto lo hicimos para la fiesta La Piedra Blanca que organiza mi amiga Olatz Aczona. El corto se titula IL Laboro sobre un hombre que busca trabajo pero tiene un problema, cada vez que habla se tira un pedo. Sus entrevistas de trabajo son una locura.
El pasado diciembre presentaste junto al músico Ulldeter un libro de gran formato, que ha tardado en gestarse más de un año, cuyo titulo es Atalaia y que acompañan dos vinilos de diez pulgadas. En él, tanto tú como Aleix Clavera trabajasteis mano a mano para dar vida a este grito de guerra y libertad. ¿Como surgió esta colaboración? ¿El resultado fue el que esperabais?
Ha sido un proceso largo e intenso. Aleix, hacía tiempo que estaba grabando canciones, y recuerdo un viaje a Espinavell que me dejo escuchar una maqueta, siempre pienso que el coche es el mejor sitio donde escuchar música, y esas canciones me dejaron embriagada. Aluciné. Empezamos con la idea de hacer algo juntos, más pensando en una imagen para una edición digital del disco, pero nos fuimos excitando, y al final pensamos en hacer una pieza única para cada canción. Conocimos a Luis Cerveró, faltan personas como él en este corrompido mundo, a ver si empiezan a nacer, él nos animó a que el formato fuera un libro y sobre todo grande, él con su nueva Editorial Terranova lo ha publicado. Estaba cansada de ver el pdf en digital, me emocioné mucho cuando vi el libro por primera vez, me temblaron las rotulas un buen rato.
Todo artista tiene una pieza favorita de la cual se siente orgulloso. ¿Cuál es la tuya? ¿Por qué?
Creo que estamos en un camino que cambia muy rápido, cada día evoluciona, supongo que estaré satisfecha el día que tenga más décadas encima, tumbada en algún rincón del mundo, repasando la documentación creada. Entonces podríamos hacer una gran fiesta, con nuestras piezas favoritas colgadas por las paredes y por los suelos. Ahora no me preocupa, me gustar pensar en el presente y disfrutarlo.
Actualmente te encuentras pasando un tiempo en Los Angeles, ¿qué tiene esa ciudad de especial para ti? ¿Qué te esta aportando a nivel creativo que aún no habías encontrado?
A mí lo que me gusta es observar a los humanos, y aquí es todo extremo. En una calle puedes ver una mujer rubia con las tetas operadas redondísimas haciendo running, y que ha perdido el norte, con la cara llena de crema y hasta arriba de joyas, al mismo tiempo dos calles más abajo, treinta y cinco vagabundos entre cartones pidiendo limosna. El panorama en Barcelona lo tengo más descolorido, aunque hay zonas que son maravillosas, por ejemplo por donde tengo el estudio en el Barrio de La Pau, o la zona de Sant Antoni, buena gente y buenos paisajes. Los Ángeles me esta inspirando mucho.
¿Cómo ves tus obras en un futuro? ¿Te planteas nuevas técnicas que no hayas tocado ya? ¿Tienes alguna asignatura pendiente?
Lo que me apetece es trabajar mucho. Quiero hacer más escultura, también me emociona la cerámica, y me gustaría hacer ropa. Soy autodidacta.
¿En qué proyectos te encuentras trabajando ahora? ¿Para cuándo una exposición de Maria Pratts?
Pues justo ahora estoy preparando una exposición para cuando vuelva a Barcelona, con el material que he producido en California. Este viaje ha sido muy inspirador y fructífero. Aún no tengo fechas pero supongo que en primavera. Será emocionante, tengo muchísimas ganas. También estoy terminando una pieza para la exposición colectiva Punk, sus rastros en el arte contemporáneo para el centro de Arte 2 de Mayo, en Madrid. Se inaugurará el 25 de marzo.