Los collages de Mari Quiñonero se reconocen por su limpieza visual y sutileza en el trazo, por cómo juega con las texturas (se puede apreciar el comportamiento de los tejidos y sus pliegues dentro de una ilustración), y por el punto de ironía que acompaña a sus piezas. Querida no te rayes es uno de nuestros favoritos.
Mari nos confiesa que de pequeña coleccionaba cromos, recortes de revistas y trozos de papel que pegaba en sus cuadernos. Con los años fue descubriendo que había toda una disciplina en esto del collage y, como en una novela de Carroll, fue creando un universo creativo propio. En Welcome to mariland, su primera exposición, nos presentaba ese mundo maravilloso donde viven mujeres seguras, fuertes, irónicas y dueñas de sí mismas. Un mundo en el que nos sigue sorprendiendo con originales ilustraciones y pinturas, además de collages personalizados, que realiza a petición de clientes y particulares. Mari no vende reproducciones ni prints porque la autenticidad es su principal valor, así como la constante búsqueda de nuevas texturas, formatos y composiciones.
Aunque estos días podemos disfrutar de su trabajo en la exposición TREINTA –en la galería Échale Guindas hasta el 6 de diciembre–, el mejor escaparate de @laquinonero es Instagram, donde encontramos su obra clasificada en 3 hashtags: #michicaconturbante, una de sus piezas más solicitadas a base de ilustración y textil; #collageporencargo, donde agrupa los encargos de collage, tanto de particulares como de marcas; y #misothers, que incluye otros trabajos que van desde la pintura mural, el acrílico, el óleo o todo aquello que tenga entre manos en ese momento.
Aunque estos días podemos disfrutar de su trabajo en la exposición TREINTA –en la galería Échale Guindas hasta el 6 de diciembre–, el mejor escaparate de @laquinonero es Instagram, donde encontramos su obra clasificada en 3 hashtags: #michicaconturbante, una de sus piezas más solicitadas a base de ilustración y textil; #collageporencargo, donde agrupa los encargos de collage, tanto de particulares como de marcas; y #misothers, que incluye otros trabajos que van desde la pintura mural, el acrílico, el óleo o todo aquello que tenga entre manos en ese momento.
Mari, ¿sigues el mismo proceso creativo en cada una de tus técnicas?
Con los años he ido creciendo como artista y probando varias técnicas. Cada vez me gusta más la limpieza visual y hago más con menos. Siempre uso el collage como punto de partida, pero además he ido introduciendo diferentes materiales y he trabajado en distintos soportes y formatos con una máxima: la búsqueda perpetua y el estudio de las texturas. En realidad son ellas, las texturas, las que me hacen perder la cabeza y seguir investigando y creando.
Tus collages tienen cierto aire vintage, una estética muy femenina con detalles de moda que incorpora distintos tipos de telas y accesorios. ¿Con qué materiales sueles trabajar?
En realidad trabajo casi con cualquier cosa que me llegue a las manos. Sí es verdad que uso mucho papel viejo que saco de revistas femeninas de los años 20-50 que colecciono y que me regalan. Los figurines de moda y la estética de esos años son maravillosos, y me gusta jugar a descontextualizar las imágenes y darles una segunda oportunidad, siempre con cierta ironía con la que suelo jugar en los collages o acompañándolas de color con acrílico, acuarela, tejido, hilos, transfer, etc.
Eres licenciada en Historia del Arte, y haces un homenaje a Delacroix en #delacroixtribute. ¿Qué sentiste la primera vez que viste La huérfana del cementerio? ¿Qué otros referentes artísticos te inspiran?
Sinceramente, no recuerdo cuándo la vi por primera vez, pero ya de adolescente guardaba un recorte de esos que coleccionaba pinchado en el corcho de mi cuarto. Más tarde, cuando en la universidad estudiamos a Delacroix, pude ver que la dulzura de su rostro, esa belleza atemporal, el desgarro y la fuerza de la pintura eran solo algunas de las razones por las que ese cuadro me tiene enamorada desde hace más de 20 años.
Me inspira todo, desde lo más cotidiano que me rodea, frases que escucho o leo, la música, películas, ir a muchas exposiciones, la fotografía, la arquitectura, mi gente… lo normal, imagino. Creo que lo de la inspiración va mucho con el carácter de cada uno, yo soy una persona inquieta y siempre busco referencias que me enriquezcan. Pero siempre está bien echar una mirada atrás y repasar a los grandes desde Goya o Velázquez en El Prado, un documental de Pollock o la última exposición de Agnes Martin.
Me inspira todo, desde lo más cotidiano que me rodea, frases que escucho o leo, la música, películas, ir a muchas exposiciones, la fotografía, la arquitectura, mi gente… lo normal, imagino. Creo que lo de la inspiración va mucho con el carácter de cada uno, yo soy una persona inquieta y siempre busco referencias que me enriquezcan. Pero siempre está bien echar una mirada atrás y repasar a los grandes desde Goya o Velázquez en El Prado, un documental de Pollock o la última exposición de Agnes Martin.
Ahora que hablas de El Prado, ¿qué fue lo primero que te atrajo de Madrid? ¿Echas de menos tu Murcia natal?
De Madrid me atrajo todo, desde muy pequeña he venido continuamente (veranos, navidades, etc.) porque tengo mucha familia aquí, y siempre la he sentido muy mía. No fue un cambio muy drástico, porque sabía dónde venía cuando me mudé hace ahora 6 años. Y sí que echo de menos Murcia, la vida tranquila de provincia y sobre todo a la familia, pero también soy consciente de que todo se idealiza un poco. Hay momentos en los que añoro estar allí, pero luego voy unos días y estoy deseando volver lo antes posible. Todo se quiere más y mejor en la distancia, por lo menos es como yo lo siento.
Muchas marcas, revistas de moda y diseñadores cuentan contigo para presentar sus bocetos y figurines de una forma original. ¿Qué piensas de la moda, te atrae este sector?
Me atrae desde el punto de vista creativo, porque la entiendo como otra disciplina artística más donde los diseñadores se enfrentan a un patrón en blanco para expresar lo que llevan dentro. Cuando me llegan clientes de este sector afronto los encargos con pausa, porque supone un reto encontrar el equilibrio entre mi trabajo y la marca. Mantener mi estilo, mi impronta, desde el respeto máximo a la identidad de la marca. Personalmente, y cerca de cumplir los 40, he aprendido a no seguir las reglas establecidas en la moda y que la sencillez es lo que más me favorece. En cualquier caso, creo que es algo que hay que tomar como un juego y desdramatizar mucho tanta parafernalia que le acompaña.
Colaboras en la iniciativa Las Muy Perras. Tengo entendido que este mes volvéis con nuevas creaciones, ¿en qué consiste esta plataforma
No solo colaboro, sino que me enorgullezco de ser cofundadora junto con mi amiga Rebeca Khamlichi. Las dos estamos muy sensibilizadas con los derechos de los animales y tenemos perros adoptados en casa. De la noche a la mañana montamos una plataforma para recaudar dinero y donarlo a las protectoras de animales con las que solemos colaborar. Sobre todo para ayudar a los galgos, aunque al final ayudamos a todos los que podemos. Quisimos hacer algo diferente y no enseñar sus miserias, queríamos mostrar el lado amable de los perros adoptados. Engatusamos a algunos amigos de nuestro entorno más cercano, artistas, diseñadores, ilustradores, músicos, escritores y marcas para que nos cedieran piezas que la gente consigue donando a nuestro bote de crowfounding. Este mes empezamos la segunda campaña de recaudación y esperamos que funcione tan bien como la primera. Fue una experiencia maravillosa. Nos roba mucho tiempo y esfuerzo, pero por los perrines merece la pena.
Por el momento vendes tus creaciones a través de la web, ¿qué planes tienes a largo plazo? ¿Nos puedes adelantar nuevos proyectos?
Acabo de actualizar mi web porque apenas entraban clientes por ella, y en realidad es tan sencilla como una tarjeta de visita. La gente prefiere escribirme y tener un trato personal para decidirse a comprar una de mis obras. Yo también lo prefiero, porque mi trabajo gana mucho al natural. Así que lo habitual es que vengan a mi casa-estudio y les enseño todo lo que tengo. Proyectos en marcha hay muchos, pero no suelo hablar de ellos hasta que se cierran porque es cierto eso de que se gafan.