Desolación, confusión, rabia, y liberación. Estas son las emociones que vertebran el nuevo trabajo de Marc Oliva. El director se ha aventurado a explorar una nueva vertiente audiovisual para él: el fashion film. Y lo ha hecho de la mano de la diseñadora Carlota Brell Martínez, que ha confeccionado la colección Identity XX, una reivindicación, hecha a través del juego de volúmenes y la combinación de tejidos neutros y tonos más vivos, de la identidad propia.
Tras haber creado la colección Identity XX, un grito a la libertad y a la necesidad de reivindicar una identidad propia, la diseñadora se puso en contacto con el director para hacerle una propuesta que, unos meses después y con la ayuda de un equipo de jóvenes profesionales, fueron capaces de materializar. Una idea en la que ambos empezaron a creer en esa primera reunión en la que se conocieron y en la que Oliva vio en persona las prendas de la diseñadora: “Su colección tiene un lenguaje muy elegante con una composición de colores atrevidos y a la vez distintivos. Fue allí donde vi que había un gran potencial en el proyecto y que debíamos volcarnos en él para sacar un producto con identidad”.
Desolación, confusión, rabia, y liberación. Estas son las emociones que experimentan las modelos y que vertebran el trabajo audiovisual del director. “Existe una relación directa entre las prendas y el vídeo, que se ve reflejada en la evolución que ambos sufren durante el film”, explica Marc. En las primeras escenas, las protagonistas son prendas rígidas con tonos nude y los espacios en los que transcurre la acción son más cerrados. “Al igual que la actitud de la modelo, que es más pasiva. La narrativa de cámara utiliza movimientos más suaves, con planos picados.”
Pero, a medida que avanza la pieza, el espacio, los tejidos y la actitud son otros. “Colores vivos mezclados con dorado, morado y fucsia en purpurina, como máxima representación de libertad y desahogo”, ocupando espacios abiertos y con la presencia de una modelo que, a diferencia de lo ocurrido en los primeros fragmentos, “la actitud es activa, empieza a luchar por su autodeterminación”.
Esta es la primera vez que Marc se atreve con el fashion film, un formato al que le tenía ganas “ya que era una de las ramas que me faltaba por completar como experiencia de director.” Tras estudiar en la ESCAC, ha ido trabajando en cortometrajes, videoclips, o vídeos corporativos, y ahora se enfrenta a este reto junto a Alvar Riu, el director de fotografía. “Tan solo éramos nosotros, la cámara con carcasa, unas gafas de bucear y nuestros pulmones”, confiesa Oliva sobre uno de los mayores retos del corto: grabar bajo el agua. Pero, lejos de convertirse en un obstáculo, son contratiempos que se quedan en anécdotas para el recuerdo. Porque, como el mismo director reconoce, recurrir a la creatividad para explorar nuevos caminos solo puede tener, además de la satisfacción por el trabajo hecho, un resultado: “el aprendizaje para futuros proyectos”.