Dice encontrarse en una constante búsqueda de inspiración. Esta joven uruguaya es más que entusiasmo; es sugerencia, es energía, es anhelo de crear y sed de aprender. Maite García domina versatilidad y creatividad de manera espléndida y a partes iguales. La prueba de ello está en sus obras, donde todas y cada una de ellas se encuentran reinadas por color y fantasía.
Tus dibujos son fantásticos, pero sabemos poco de la persona que hay detrás. Antes de nada, cuéntanos un poco sobre ti.
Tengo veintiún años y soy de Uruguay. Crecí y vivo frente a un bosque y un lago, un poco apartada de la ciudad. Trabajo de manera independiente como diseñadora e ilustradora. Creo que mi trabajo se encuentra en algún lugar entre el arte y el diseño. Me encanta la música y toco la guitarra –muy mal, pero me divierto. También me gustan la fotografía, la naturaleza, los perros y, a veces, las personas. Aburrida de los estudios empecé a compartir mis trabajos en las redes sociales y fue cuando descubrí que habían personas interesadas en lo que hago. Esto me motiva a seguir produciendo y a superarme. Me encanta recibir mensajes alentadores y ver que mis dibujos llegan a lugares que nunca hubiese imaginado.
Tu estilo es cambiante, amplio y camaleónico, yendo desde motivos florales y paisajes coloridos a sobrios retratos de figuras humanas. ¿Si pudieras definirlo, como sería?
Creo que eso se debe a que soy muy inquieta y ansiosa; un día me encanta lo que estoy haciendo y al otro se me ocurre algo nuevo y no me importa cambiar, me divierte. No me quiero encasillar con ningún estilo, sobre todo porque soy diseñadora y para esto la versatilidad me parece importante. De todas maneras, creo que en mis ilustraciones hay un ‘no se qué’ que refleja que los trabajos son míos, aunque creo que no puedo definirlo.
¿Cuándo empezó a dejarse entrever tu pasión por el diseño y la ilustración?
Desde que agarré el primer lápiz. Siempre me gustó dibujar y desde muy pequeña me lo han reconocido e incentivado. Creo que esto me motivó a seguir haciéndolo. También creo que todo es cuestión de práctica y de interés, no de talento. En cuanto al diseño, supongo que cuando comprendí el concepto ya de mayor y descubrí que era algo que se podía estudiar. Me costó decidir a qué área del diseño quería dedicarme, pero acabé estudiando multimedia. Además, me gustaría ponerme con diseño textil y animación 2D.
¿Cuál es el proceso creativo que sigues para la realización de tus piezas, de principio a fin?
Depende de qué pieza; algunas son más juguetonas que otras. Me gusta deformar o reinterpretar elementos de la realidad. Como ejercicio me divierte hacer mis versiones de cuadros de otras épocas. Me gusta la fotografía y a veces uso las mías como base de mis ilustraciones, ya que me gusta poder tomar lo que me sirve de lo real; y lo que no, lo cambio con la posibilidad de también agregar algo. A veces parto de una foto y en el resultado es irreconocible la inspiración, pero a mí me sirve mucho.
De tus piezas resalta la elección de color, un cromatismo virtuoso. No hay ningún dibujo en el que prescindas de él y sea en blanco y negro. ¿Cómo de importante lo consideras para tus diseños?
Estoy obsesionada con el color. Me encanta cuando veo artistas que usan combinaciones que nunca hubiese imaginado y funcionan. Me parece que teniendo la posibilidad de usar colores no me puedo limitar al uso de blanco y negro –aunque veo muchos artistas que sí lo hacen y también me encanta.
¿A quiénes consideras tus referentes y dónde encuentras la inspiración?
Encuentro la inspiración en todos lados. En lo que me gusta y en lo que no, en artistas de todos los tiempos, en lo que desayuno. Me inspiro mucho en mi ciudad y sus bizarreadas. Tengo la suerte de que mi novio, Maneco, también es diseñador y vivimos en constante búsqueda de inspiración.
Tus obras Mujer y cántaro, Alegoría nocturna y Adán en el jardín de las Hespérides son algunas piezas que destacan por su composición y elección de los motivos representados. ¿Qué tienen en común que las hace tan especiales?
Para realizar estas piezas me inspiro en tapices antiguos, en mitos y en la naturaleza. Son trabajos que conllevan más tiempo por el nivel de detallismo, pero una vez terminados, veo que vale la pena el trabajo. Me parece que funcionan porque exploro temáticas que hoy en día no se representan mediante técnicas más contemporáneas como el arte digital, y eso los hace especiales.
Algunas de tus piezas más recientes contienen motivos mitológicos, escenarios paradisíacos, naturaleza y desnudez ¿Es algo que te atraiga últimamente y que seguiremos viendo en tus creaciones?
Seguro que seguiréis viendo más de esto. En realidad son temáticas que llevo explorando desde hace tiempo y que había dejado un poco de lado, pero he decidido retomarlas últimamente.
Un lema que siempre te sirva.
“Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando”, de Pablo Picasso.
¿Cuáles son tus esperanzas y expectativas para el futuro?
Espero seguir creciendo y aprendiendo. Me gustaría aprender a animar mejor y darle vida a mis dibujos, es algo que estoy experimentando. Espero poder trabajar con clientes que me den la libertad y la confianza de expresarme y que me elijan sobre todo por lo que hago.