Fer Blasco y Juanma Marchesi decidieron que era hora de crear Maison Etnad hace aproximadamente año y medio, una marca de bolsos exclusivos establecida en Barcelona. Su filosofía nos invita a valorar ese savoir-faire que tienen tan presente: respeto por el cuidado y los tiempos de producción. Los mejores platos se cocinan a fuego lento, ¿no?
Hablamos con Fer, el “alma de este proyecto”, como ella dice, con motivo de su último lanzamiento, Suzan, el nuevo carry-on de la marca. Cuando preguntamos por la inspiración detrás de Maison Etnad acabamos hablando sobre moda francesa, la atracción por las líneas simples del arte nórdico o la visión de la nueva mujer contemporánea. El futuro para ellos se presenta con nuevos y emocionantes retos, y descubrimos cómo los afrontan con creatividad y resolución.
Antes que nada, ¿cómo nace Maison Etnad? ¿Qué os llevó a uniros y crear este proyecto?
El proyecto está viajando con nosotros desde hace tiempo, solo faltaba que llegase el momento adecuado para ponerlo en prioridad.
¿Cómo combináis vuestros perfiles para complementaros como creativos?
Fer es el alma de este proyecto, la energía que se expresa en Maison Etnad, mientras que Juan es el canal de esa energía; nos complementamos de esa manera. Los dos vivimos diferentes experiencias profesionales dentro de la industria de la moda que dan forma y energía a este proyecto.
El primer modelo, Eloine, se lanzó en septiembre del año pasado y comenzasteis en Instagram un mes antes. Lo que os sitúa como una de las marcas de bolsos más recientes en el mercado español. ¿Qué ofrece Maison Etnad frente a otras marcas? ¿Qué les hace únicos y atractivos?
No creemos que nuestro fin sea ser únicos. En cambio, nuestra búsqueda tiene más que ver con poder participar, ofrecer algo propio, que nos represente, y nos propusiera un desafío diferente a los que estábamos desarrollando hasta ahora. Nuestra marca se suma a la visión de la producción a mano, respetando los tiempos necesarios para poder obtener la máxima calidad y cuidado en los detalles, y un diseño muy estudiado. Queremos brindarle a nuestra clienta productos para toda la vida.
La piel parece ser el material favorito/idóneo de la marca y le siguen las piezas metálicas: cadenas de origen italiano y piezas de líneas simples y fabricadas por los maestros orfebres de Barcelona. Contadnos cómo es ese proceso de búsqueda de materiales o trabajo con artesanos. “Cada una de las piezas ha sido fabricada cuidando hasta el mínimo detalle”, como afirmáis en vuestra primera nota de prensa. ¿La forma sigue a la función? O, ¿viceversa?
Como esencia, nosotros buscamos desarrollar colecciones pequeñas que trasciendan las temporalidades. Eso nos lleva directamente a que los materiales y la forma en que se crean nuestras piezas sean el valor agregado, aparte de ser la manera más satisfactoria de trabajar en esta industria. De forma consciente queremos que nuestros bolsos cumplan con su función, que puede ser algo muy práctico o simplemente estético –ese lugar lo elige quien lo lleva.
Todas las partes de la fabricación de los bolsos se desarrolla en España: el diseño de los modelos en Barcelona, su fabricación en Ubrique y la realización de las cadenas por los orfebres de la capital catalana también. Todo Made in Spain. Pero el nombre de la marca es francés, ¿por qué? ¿De dónde viene?
En nuestro recorrido hasta aquí tuvimos la posibilidad de vivir varios años en París, y también en Montreal, por lo que el francés ya forma parte de nuestro bagaje y la visión de la moda francesa es una inspiración para nosotros. Tanto el nombre de la marca como el de los bolsos son homenajes a personas que nos inspiran.
Grandes marcas multinacionales de moda deslocalizan su producción a otros países donde los costes se reducen considerablemente. En los últimos años, sin embargo, se está volviendo a apostar por la fabricación en España y el trabajo artesanal –afortunadamente–, y marcas icónicas como Loewe o Prada fabrican sus bolsos en Ubrique, el pueblo por excelencia de la marroquinería en España. Vosotros también, ¿por qué creéis que se está apostando por esto? ¿Qué ventajas ofrece (a nivel producto, sostenibilidad social, etc.)?
Para nosotros era muy importante poder acompañar de cerca todo el proceso de creación, desarrollar un circuito de trabajo que reflejara también lo que estamos construyendo. Poder compartir este proyecto con los artesanos que van a desarrollar tus diseños y que ellos también formen parte activa del proceso creativo enriquece el proyecto de una forma única. La industria de la moda, al igual que la mayoría, está muy desfasada en sus pretensiones. Los proyectos más conscientes y respetuosos siempre van a tener un valor extra que hoy mucha gente busca en sus elecciones de compra.
Vuestros bolsos son “piezas únicas inspiradas en la mujer actual: moderna, fuerte e independiente” y además siguen una función y estética muy femeninas: por ejemplo, el primer bolso era para llevar lo esencial y básico: el móvil, tarjetas, e incluso un pintalabios (y el bolso incluía un espejo, todo un detalle). ¿Tenéis pensado abriros paso entre el público masculino también en algún momento?
Hoy nuestra visión es la de una mujer. Maison Etnad es para ellas, aunque desafiarnos siempre fue parte de nuestro camino, por lo que no descartamos otras posibilidades para más adelante.
Salisteis al mercado con un solo bolso, Eloine, en septiembre de 2018, una apuesta arriesgada. Cinco meses después lanzáis vuestro segundo modelo, Suzan. La producción es cuidada, lenta, exclusiva y nos acerca a los conceptos de slow fashion y del buen hacer. Contadnos más sobre la filosofía de Maison Etnad.
Nuestras expectativas son muy altas siempre. Maison Etnad es nuestro espacio personal donde poder hacer las cosas de la manera que nosotros disfrutamos: creando. Cuidamos cada día cada uno de los pasos del proyecto, y eso solo se puede hacer con tiempo, gente con quien desarrollarlo que nos acompañe, y mucha energía. Es sumamente importante para nosotros el ‘savoir-faire’, como se dice en Francia; ser meticulosos y cuidadosos en los detalles desde los primeros pasos hasta el envío final a nuestras clientas para que se sientan cuidadas y reciban el producto en perfectas condiciones.
Cada modelo está basado en un tipo de cuero e inspirado por su propia historia. Suzan, el nuevo carry on, es el último modelo que presentáis y está disponible en cuatro colores: rosa coral, moca, gris y blanco con estampado animal en blanco y negro. ¿Cuál es la historia tras este último lanzamiento?
Queríamos incluir en nuestra colección una pieza para todos los días y que satisfaga diferentes necesidades. Un modelo que continúe con la esencia de la marca en cuanto a formas y su imprescindible toque beauty, razón por la que hemos seguido incluyendo un espejo en el interior. Nuestra idea era crear un bolso de líneas limpias y simples, de gran calidad de confección y acabados cuidados, que se transforme en una pieza única para nuestra clienta. El Suzan tiene su propia identidad: sumamente cómodo y práctico para completar las necesidades de nuestra mujer. Hemos decidido comenzar con una selección de colores suaves y contemporáneos para que sea parte de su fondo de armario.
A lo largo de la historia de la moda, ha habido grandes colaboraciones entre artistas y diseñadores. ¿Con quién os gustaría trabajar? ¿Quién/qué os inspira a la hora de trabajar?
La moda de hoy ha ido sufriendo muchos cambios de dirección y por suerte vemos emerger cada vez más nuevos talentos. Nuestra inspiración va siempre relacionada a un estilo depurado y minimalista en el que tratamos de estar presentes dentro de las tendencias que serán parte de la temporada. En los últimos años, Phoebe Philo ha sido una inspiración con su visión de la nueva mujer contemporánea y su depurada paleta de colores. Por otro lado, artistas nórdicos como la danesa Christiane Spangsberg, que complementa nuestra atracción a los diseños de líneas simples.
¿Qué parte del proceso de creación (idea, diseño, fabricación, etc.) disfrutáis más?
Hemos de decir que todas las etapas son interesantes porque este proyecto para nosotros ha sido, desde el principio (y sigue siéndolo), un recorrido de mucho aprendizaje que compartimos desde la selección de la piel a los maestros orfebres, hasta finalizar con el packaging. Claro que es maravillosa la etapa de diseño y ver los primeros prototipos hacerse realidad, llevarlos, estudiar que el funcionamiento y acabados sean los correctos. Además de poder ver y reconocer el ADN de la marca, que es algo primordial para nosotros.
¿Qué es lo más divertido de tener tu propia marca de bolsos?
Todo el proceso está siendo muy enriquecedor. Cada uno tiene sus propias responsabilidades pero compartimos cada paso, y tener en tus manos todas las decisiones genera un vértigo que se te va haciendo necesario. Sin duda, la interacción con nuestras clientas es muy gratificante para nosotros, y hoy a través de internet puede recibirse desde cualquier rincón del mundo.
Contadnos qué se plantea en el horizonte para Maison Etnad. ¿Alguna idea en mente para próximos modelos o proyectos? ¿Algún objetivo/sueño por cumplir?
Este año, nuestro objetivo es seguir creciendo en diferentes mercados con nuestras colecciones. Comenzamos con el mercado internacional, no solo Europa, y queremos ver la recepción de nuestro producto en nuevos horizontes. También estamos preparando una primera colección especial para el portal Net-a-Porter que saldrá a la luz este mes de mayo, es algo que nos hace mucha ilusión ya que es un respaldo enorme para un proyecto pequeño como el nuestro. También estamos trabajando en más productos que esperamos puedan salir al mercado pronto.