Hay algo atractivo en un buen perfume. Tal vez sea por la magia de tejer recuerdos, por el suave aroma que desprende en la piel con cada nota, o quizá por ser una forma de identificarnos. Pensar en una declaración de amor al perfume es pensar en Maison Christian Dior. Ahora, la casa francesa propone una invitación olfativa para todos los momentos de la vida; una colección de exquisitas fragancias creadas por el perfumista de la firma, François Demachy.
Inspirado en el terruño de Grasse, el nariz de la casa parisina se beneficia del savoir-faire único de Dior, de las más bellas flores y de los ingredientes más únicos para alimentar una creación sin límites. Maison Christian Dior representa hoy para él la ocasión de seguir explorando territorios olfativos tan personales como audaces con una inmensa libertad creativa. “Soy absolutamente libre de hacer lo que quiero sin directrices ni objetivos que frenan la creatividad.”
Pero la colección Maison Christian Dior no solo cuenta esto. Como dice Demachy, “La colección se pasea por Oriente, por Asia, por cualquier sitio que mis viajes me lleven. Ya sean reales como con Sakura y Balade Sauvage, que han sido inspirados por verdaderas escapadas. O bien que sean fantásticos como con Dioramour o Souffle de Soie. Otras fragancias son también viajes imaginarios, inspirados por una materia prima de excepción como Purple Oud, que cuenta un Oriente soñado.” Parecidas son las fragancias como Oud Ispahan, Ambre Nuit, Cuir Cannage, Fève Délicieuse y Leather Oud. Estelas ahumadas, notas de cuero y oud chispeante componen este mundo de emociones intensas.
En las fragancias florales como Grand Bal, La Colle Noire, Gris Dior, Jasmin des Anges y New Look 1947, las flores se imponen majestuosamente. El jazmín licoroso, la rosa carnosa o la embriagante tuberosa despiertan otras emociones que representan placeres inmediatos. Pero si eres más de aromas frescos y delicados, Rose Gipsy, Lucky y Thé Cachemire te deleitarán con flores de cerezo, un muguet de la suerte, una rosa empolvada y un té suave.
A aquellas personas llenas de energía, Terra Bella, Diorissima, Cologne Royale y Happy Hour les representan a la perfección. La naranja chispeante, la vibrante gardenia, la cáscara de bergamota y los arándanos acidulados representan el sabor de la felicidad y de las emociones vivas. Es difícil quedarse tan solo con una, pero quién no se resistirse a la maravillosa fragancia de la madera sagrada del sándalo de Santal Noir, o a las emociones sensuales que transmiten Patchouli Impérial, Belle de Jour y Bois d’Argent.
Desde la creación de la Maison Dior, la moda ha dialogado siempre con el perfume. Este fuerte vínculo se celebra también con la colección inédita de un foulard de seda para perfumar, inspirado en la emblemática Mitzah Bricart, musa y colaboradora del diseñador. Pero eso no es todo. Fève Délicieuse, Ambre Nuit, Bois d’Argent y Eau Noire son algunas de las velas de la firma parisina que prolongan la estela de sus perfumes epónimos. La misma exigencia de lujo preside también la creación de los jabones Rose Ispahan, Néroli Impérial y Amande Délicieuse. Fabricados en Francia por la Savonnerie de Haute-Provence, son capaces de transformar un momento cotidiano en un instante de placer inmediato y de suavidad.
Si te ha picado la curiosidad de oler alguno de estos maravillosos perfumes, no dudes en pasarte por el espacio de Maison Christian Dior en la Illa Diagonal de Barcelona. Te van a enamorar.
Pero la colección Maison Christian Dior no solo cuenta esto. Como dice Demachy, “La colección se pasea por Oriente, por Asia, por cualquier sitio que mis viajes me lleven. Ya sean reales como con Sakura y Balade Sauvage, que han sido inspirados por verdaderas escapadas. O bien que sean fantásticos como con Dioramour o Souffle de Soie. Otras fragancias son también viajes imaginarios, inspirados por una materia prima de excepción como Purple Oud, que cuenta un Oriente soñado.” Parecidas son las fragancias como Oud Ispahan, Ambre Nuit, Cuir Cannage, Fève Délicieuse y Leather Oud. Estelas ahumadas, notas de cuero y oud chispeante componen este mundo de emociones intensas.
En las fragancias florales como Grand Bal, La Colle Noire, Gris Dior, Jasmin des Anges y New Look 1947, las flores se imponen majestuosamente. El jazmín licoroso, la rosa carnosa o la embriagante tuberosa despiertan otras emociones que representan placeres inmediatos. Pero si eres más de aromas frescos y delicados, Rose Gipsy, Lucky y Thé Cachemire te deleitarán con flores de cerezo, un muguet de la suerte, una rosa empolvada y un té suave.
A aquellas personas llenas de energía, Terra Bella, Diorissima, Cologne Royale y Happy Hour les representan a la perfección. La naranja chispeante, la vibrante gardenia, la cáscara de bergamota y los arándanos acidulados representan el sabor de la felicidad y de las emociones vivas. Es difícil quedarse tan solo con una, pero quién no se resistirse a la maravillosa fragancia de la madera sagrada del sándalo de Santal Noir, o a las emociones sensuales que transmiten Patchouli Impérial, Belle de Jour y Bois d’Argent.
Desde la creación de la Maison Dior, la moda ha dialogado siempre con el perfume. Este fuerte vínculo se celebra también con la colección inédita de un foulard de seda para perfumar, inspirado en la emblemática Mitzah Bricart, musa y colaboradora del diseñador. Pero eso no es todo. Fève Délicieuse, Ambre Nuit, Bois d’Argent y Eau Noire son algunas de las velas de la firma parisina que prolongan la estela de sus perfumes epónimos. La misma exigencia de lujo preside también la creación de los jabones Rose Ispahan, Néroli Impérial y Amande Délicieuse. Fabricados en Francia por la Savonnerie de Haute-Provence, son capaces de transformar un momento cotidiano en un instante de placer inmediato y de suavidad.
Si te ha picado la curiosidad de oler alguno de estos maravillosos perfumes, no dudes en pasarte por el espacio de Maison Christian Dior en la Illa Diagonal de Barcelona. Te van a enamorar.