La joven artista barcelonesa Luna Ki lleva ya desde 2019 haciéndose un hueco en la industria musical. Tras darse a conocer gracias a su EP Unknown 2034, ha conseguido ya llegar a las cinco millones de visualizaciones en YouTube con su tema Septiembre. Desde entonces lleva lanzando nuevos temas sin parar: Rivotril, Pornoestar, Bolita… Y ahora presenta su último sencillo, Ganador, que ha visto la luz a principios de este mes.
Dicen que definirse es limitarse así que, en vez de quién es Luna Ki, ¿qué elementos diferentes conforman a Luna Ki?
Para responderos tendría que limitarme, como bien dices. Yo soy agua, fuego, aire… ¿sí?
Tu imaginario está bastante claro. En tus vídeos siempre vemos colores brillantes, influencias del manga, el anime, la cultura kawaii, y Hello Kitty. ¿Qué relación tiene toda esta estética con tu identidad personal?
Mi imaginario no está nada claro. Todo lo que nombras forma parte de mí, es algo que llevo dentro, pero hay más. Es infinito. La relación es que todo esto soy yo. Para mí la estética es natural.
Muchos de tus temas tienen temáticas futuristas. Hablas del mundo digital, lo tecnológico, e incluso, tu primer EP se llama Unknown, 2034. ¿De dónde viene todo este gusto por lo futurista?
En Cuba, yo tengo mi piquete, ¿me entiendes? Mi piquete es mi grupo de amigos, mi familia. Ellos son muy guays, tienen una forma de gozar la vida y una pasión por la música, una alegría… Y yo, para ellos, supongo que también soy diferente. La última vez que estuve con me llamaban Electrónica, Luni la electrónica, jugando. Piensan que soy muy digital y virtual para ellos, pero me quieren así, aunque a veces parezca que vine de otro mundo o del futuro (risas). Unknown, 2034 es algo misterioso incluso para mí, es mi primer trabajo y siempre le tendré un cariño especial guardado.
Te mueves entre lo naive y lo oscuro. Muchas de tus canciones suenan alegres y pegadizas pero, sin embargo, las letras son oscuras e introspectivas. ¿Cómo consigues fluir entre esta dualidad?
Creo que vivo y siento las cosas en esa dualidad. Hacer mis letras es ser yo, porque yo solo sé ser yo. Entiendo a lo que te refieres, pero puedo decirte que tampoco es algo que lleve premeditado o algo que vaya a ser siempre así, creo que forma parte de mi estilo.
Haces un recorrido por bastantes géneros. Trance o Rivotril se acercan más al trap, mientras que Septiembre suena a una especie de future pop, o Bolita se decanta más por influencias del reggaetón. ¿Te resulta fácil moverte entre todos estos géneros pero, al mismo tiempo, conservar cierto toque personal y un lenguaje/identidad propios?
Me resulta fácil, sí, porque me siento cómoda y feliz cuando puedo componer sobre algo nuevo. Lo diferente me inspira siempre más. A veces también es el ritmo el que completa una canción, y se trabaja sobre las voces.
En alguna ocasión has dicho que tu música es quien eres. Las letras de tus temas son explícitas y libres de etiquetas, alejadas de filtros convencionales. ¿Cómo es tu proceso de escribir una canción? ¿Qué te inspira?
Cada canción tiene su mundo y su anécdota. Por ejemplo, el día que grabé Bolita me sentía realmente mal, y hacer la canción me ayudó a sentirme mejor. Tenía en la cabeza el ritmo que quería meterle a los fonogramas que Negro me había mostrado, tenía esa cumbia en la cabeza, y se las añadí tras grabar todas mis voces. Se grabaron en su casa, tirando frase por frase que se me iba ocurriendo y cortando. En una hora teníamos nuestra bolita.
Lo petaste con Septiembre, que ya ha alcanzado los cinco millones de reproducciones en YouTube. En septiembre te vimos actuando en las Nits del Fòrum del Primavera Sound junto a We$t Dubai. ¿Cómo estás viviendo el abrirte paso tan rápido en la industria musical siendo tan joven?
Lo estoy llevando bien y, sobre todo, con ilusión.
El 8 de octubre salió Ganador, y por el sonido diferente de tus últimos trabajos, no tenemos ni idea de lo que nos espera. ¿Podrías adelantarnos un poco cómo sonará?
Lo próximo será divertido. Me he divertido yo, ¡y os divertiréis vosotros!