Lucía Scansetti es una mujer de mente curiosa, peculiar, firme en sus convicciones, creativa en sus ideas y madre de un disco bautizado Dimensions of Dialogue, al que ha sacado a pasear por Europa. Una vez terminada la gira GPS, la cantante reitera su deseo por renovarse y volver a tocar en Madrid. Nos habla sobre sus nuevos proyectos y sobre cómo el merodeo la llevó a dar sus primeros pasos y acercarse a lo que más tarde sería su forma de expresión: la música.
Iggy Pop dijo tu nombre con todas las letras, incluso te piropeó. Has cumplido el sueño de media población mundial. ¿Cómo llegó a ocurrir? ¿Qué sentiste?
Él es embajador de la marca Black XS, y a través de la discográfica My Major Company me ficharon para hacer un disco de versiones de los 80 que estaban grabando en París con un montón de artistas de todo el mundo. Hicieron un concurso, la gente votaba y salieron unos doce más o menos. Iggy Pop fue quien eligió los ganadores, y bueno, así fue. De repente, un día me despierto y me encuentro con mil notificaciones. Icónicamente hablando le admiro mucho, me alucina su trayectoria y todo lo que ha hecho.
¿A qué edad empezaste a componer? ¿Cómo surgió?
Empecé con dieciocho años y fue cuando realmente tuve cosas que contar. Había empezado mucho antes a tocar el piano y poco a poco me fue surgiendo la necesidad de cantar y tocar a la vez, pero no sentía que tuviese algo que contar, no sentía el ansia de crear nada, simplemente reproducía cosas que ya había escuchado antes.
Siempre que subes al escenario te acompaña un teclado. ¿Cuándo comenzaste a tocar el piano?¿Lo consideras el instrumento más bonito?
Empecé a interesarme por el piano a los siete años. Mi vecina era profesora de piano y yo la escuchaba tocar todo el tiempo. Un día me picó la curiosidad y acabé subiendo a su casa a ver qué se cocía por ahí. No sé si es el más bonito, pero sí que creo que es el más emocional. Toques lo que toques va a salir algo. Siempre va a sonar.
Tu disco, Dimensions of Dialogue, es algo así como una llama a la que el frío se empeña en abrazar. ¿Han variado mucho tus influencias desde que lo grabaste hasta el día de hoy? ¿Podrías citar las más cercanas?
No han variado mucho, aunque tampoco tengo claro cuáles son mis referencias porque sé que todo lo que escucho a lo largo de la vida me influye de una forma u otra, lo quiera o no. Si por ejemplo paso un verano de vacaciones y escucho mucho la radio sé que algo se me va a quedar. No lo elijo yo, pero sí que hay algunos puntos clave que mantengo como pueden ser Woodkid –que en producción me parece brutal–, Lykke Li, James Blake y Matt Corby. Después, a la hora de desarrollar un sonido más detallado para cada proyecto voy investigando más.
Elvis se grabó en México y está considerada como una de las canciones más sentidas, nostálgicas y melancólicas del disco. ¿Cuál es su verdadera historia?
Estuve saliendo con un chico hace muchos años. Me parecía guapísimo, y estaba súper enamorada de todo lo que le rodeaba. Después me di cuenta de que toda esa historia estaba vacía, de que era un producto precioso pero hueco. Y Elvis habla de eso, esa es la historia. La primera frase de la canción es “dicen que te pareces a Elvis pero eso no te va a llevar muy lejos”. Realmente no es nada trágico, más bien va con un poquito de rencor, diría yo.
¿En qué ha consistido la Gira GPS? ¿Cómo la has vivido?
La Gira GPS es una ayuda que da el Estado a músicos emergentes. Consiste en que ellos tienen acuerdos con diferentes salas de España para los conciertos. Ha sido un punto de inflexión en mi carrera porque ha sido una gira bastante intensa en la que sabes que no vas a perder dinero (y eso está muy bien), pero también es un poco duro ir a sitios a que te descubran. Nunca es lo mismo que tocar en Madrid. Me ha servido mucho para seguir componiendo hacia un público más amplio, tal vez.
En un concierto te dan la oportunidad de escoger una voz masculina que te acompañe durante un tema. Cualquiera, todo vale. Esa voz sería de… ¿Y el tema?
¡Matt Corby, sin duda! Y el tema sería Basal Flame.
Una compositora que haya llegado a emocionarte.
Uff, tengo muchas. Norah Jones, por ejemplo, o Adele, que es un básico.
Un artista emergente al que te gustaría que le fuera bien.
Alice Wonder y Cannibals.
La canción más importante de la historia según tú.
War, de Sinnead O’Connor.
Nos sentimos a salvo cuando encontramos talento del bueno en esta ciudad. ¿Cuándo te veremos actuar en Madrid?
Acabamos de cerrar la gira de GPS, y me gustaría parar durante unos meses para poder centrarme en mi sonido nuevo y en las nuevas canciones en las que estoy trabajando. Al llevar ya casi tres años girando con los mismos temas, me da la sensación de que mi música es la que más escucho y me influyo constantemente a mí misma.